Argentina: La lucha continúa
|
La Argentina de los pies descalzos
Los chicos de una escuela de Salta comen en el suelo
Elena Luz González Bazán
Argenpress
Hay que denunciar las condiciones edilicias de las escuelas…la realidad de los alumnos, maestros y padres… en fin, de la comunidad educativa más abandonada de nuestro país…
Se trata de la Escuela 4515 de la Quena, provincia de Salta, sufren las consecuencias del atentado soportado el 12 de abril pasado, cuando la escuela fue incendiada. El edificio está al costado de la ruta 34, en la cual, a la altura de Tartagal y Mosconi se puede apreciar las grandes empresas petroleras extranjeras que extraen y se llevan la riqueza de nuestro suelo. La escuela está situada a unas 10 cuadras del puente carretero del Río Bermejo y a 4 kilómetros de Embarcación, ubicada a 88 kilómetros de Tartagal, sobre la ruta nacional 34.
La jurisdicción de Embarcación incluye La Quena, Zanja del Tigre, Campichuelo, Padre Lozano, Hickman y Dragones. Dentro de estas localidades se encuentran misiones aborígenes; entre ellas, Lote 75 de tierras fiscales, la Misión Chaqueña, Caraboncito, La Golondrina y La Paloma. Toda esta zona tiene una población de unos 20.000 habitantes.
'Para la comunidad educativa nada fue lo mismo desde aquel maldito día porque a las privaciones que ya tenían los alumnos se le sumaron otras. Es que todo allí quedó reducido a la mínima expresión. La única aula que se salvó del abrazador fuego fue dividida con un biombo para albergar a los 44 alumnos, de primero a sexto año. En esas condiciones los chicos permanecen apiñados, soportando junto a los docentes el terrible calor que azota en esta época del año', sostiene El Tribuno de Salta.
La información afirma que los alumnos desayunan y almuerzan en el piso, así como se lee, porque tanto el salón donde funcionaba el comedor y la cocina no ha sido refaccionado. El fuego intencional fue el 12 de abril del corriente año, a principios de noviembre del 2006, la escuela en su totalidad aún no ha sido refaccionada. El cordón donde comienza el patio sirve de asiento y sus piernitas son las que sostienen la taza o el plato. 'Sólo cuando hace frío comen en el aula, pero en esta época del año es imposible porque adentro el calor es insoportable', dijo Nancy Aguirre, la directora de la escuelita fundada en 1936.
A esto se suma que las condiciones en que se preparan los alimentos son precarias, pues, se cocina con leña y al aire libre. Como remate es dable dar a conocer que las maestras son las encargadas de la tarea de cocer los alimentos, porque la escuela Nº 4515 no cuenta con personal de maestranza. 'Apenas un árbol las cubre del sol por unas horas', sostiene la información.
La historia de esta escuela es el reflejo de un país que no atiende a sus niños, donde la educación es la esencia misma de la contención. Las posibilidades que se les deben brindar a los maestros, directivos y trabajadores de la educación que hacen de educadores y que además, contienen la realidad social de sus alumnos, no existe, y menos en el interior del país.
Una vez quemada la escuela por bandas de ladrones se fueron llevando todo lo que tenía. A raíz de ese hecho vandálico la directora compró una pequeña cocina y una garrafa, ambas fueron devoradas por la nocturnidad del asalto. Lo mismo el transformador, la heladera, las computadoras, los ventiladores y así de seguido. La escuela hoy no tiene nada. Está a la vera de la ruta, desprotegida, por eso los chicos comen y beben lo que hay. Los alimentos son cocidos por los maestros y el agua potable la abastece Embarcación, que le aporta un tanque diariamente. No hay un pozo, ni agua corriente… nada. 'Los chicos no saben lo que es tomar agua fresca aquí', reveló una madre.
La escuela está dentro de un predio que fue cedido por la familia Scayuzzo, allí concurren los hijos de los peones rurales que trabajan en las fincas de la Quena, Manuel Elordi y otros parajes. La soledad acompaña al edificio que es blanco preferido para que lo asalten, de él se llevan, además de todo lo relatado, la mercadería que es el alimento de los chicos, que por otro lado son pobres, o sea, lo que les roban es su subsistencia diaria. 'La mercadería que guardamos para preparar la comida de los chicos y lamentablemente esta gente no toma conciencia del daño que hace, porque todos los alumnos son de escasos recursos', asevera la directora.
Por otro lado, Nancy Aguirre confirma que no tienen otra alternativa que dejar la mercadería en la escuela, 'no podemos andar llevando y trayendo las cosas'. 'No tenemos capacidad operativa para solucionar el problema'. Nancy Aguirre trabaja allí desde 1988. Dijo, además, la docente que no tienen espacio para guardar ni una mesa, si queda afuera se la roban.
Hace un tiempo, contó la directora, la escuela tenía computadoras, biblioteca, heladeras, ventiladores, muebles, cocina, un cilindro de gas y un edificio acorde a las circunstancias. Todo eso desapareció por el accionar de los ladrones y por el atentado de abril pasado. De la construcción del nuevo edificio nada se sabe.
El edificio escolar no tiene protección, la casa más cercana está a 300 metros, no tiene cerco perimetral y no hay iluminación.
A pesar de esta situación la tarea del ejercicio de la enseñanza- aprendizaje se lleva adelante. Mientras en Salta, como en tantos lugares de nuestro país, la actitud del Estado provincial y nacional continúa con su rumbo eleccionario, las concesiones ferroviarias se profundizan con las grandes empresas graneleras/sojeras, y las petroleras que siguen girando regalías al exterior…
Las políticas de Estado referentes a la educación tienen un corolario muy decadente… los foros, las discusiones, las disertaciones, las charlas y una práctica inexistente…todo es chabacano y pueril mientras nuestros chicos intentan estudiar en escuelas ranchos.
Fuentes:- El Tribuno
- Fuentes propias