Argentina: La lucha continúa
|
Incriminación de Irán en la AMIA:
Una secuencia más de un argumento repetido
El jueves pasado el juez Corral aceptó emitir una orden de detención contra
altos funcionarios iraníes, entre los que se encuentra el ex presidente Akbar
Hashemi Rafsanyani, orden basada en una demanda del fiscal Alberto Nisman, a
pesar de que el informe de éste no es más que una secuencia más de un argumento
repetido.
Mientras que se esperaba que el Poder Judicial argentino pusiera orden y
concierto y diese un cambio radical al proceso judicial de la AMIA tras
destaparse los desmanes cometidos por Juan José Galeano, el juez anterior que
instruía el caso, y se hiciese, esta vez sí, hacer valer los derechos de los
familiares de las víctimas que perecieron en aquellas explosiones, el actual
fiscal, Alberto Nisman se presentó en una rueda de prensa el pasado 25 de
octubre de 2006 para repetir el mismo repertorio de siempre y volver a acusar a
los ex responsables de la Embajada de Irán en Buenos Aires y al Hezbolá libanés
de haber perpetrado aquel atentado.
Nisman, que se encarga del caso desde que hace dos años fuese destituido Galeano,
manifestó en dicha rueda de prensa: "La decisión de volar la AMIA fue tomada en
1993 por las altas autoridades de Irán, quienes encargaron el trabajo a Hezbolá.
Por este motivo, Nisman le ha pedido al juez federal de Argentina, Rodolfo
Canicoba Corral , que dicte una orden internacional de detención contra el ex
presidente de Irán, Akbar Hashemi Rafsanyani, el ex ministro de Inteligencia,
Ali Fallahian, el ex ministro de Exteriores, Ali Akbar Velayati, el ex
comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezai, un
comandante de las fuerzas Qods, Ahmad Vahidi, el ex consejero cultural de la
embajada de Irán en Buenos Aires, Mohsen Rabbani, el ex diplomático iraní en
Argentina , Ahmad Asghari y el jefe de Servicio de Seguridad Exterior de
Hezbolah libanés en 1994, Imad Fayez Moughnieh.
El periódico argentino La Nación escribe en su edición del 26 de octubre de
2006: "Un solo dato indica que habría que tomar con mucha cautela el dictamen
del fiscal Alberto Nisman: los ocho iraníes cuya captura ha pedido al juez
Rodolfo Canicoba Corral ya figuraban en un pedido similar formulado en 2003 por
el propio Nisman al antecesor de Canicoba Corral, el hoy procesado Juan José
Galeano.
Cuando se trata <AÑADE< una causa como de la AMIA, plagada de mentiras,
operaciones periodísticas, falsos esclarecimientos y enormes déficit de
pruebas, la cautela debería extremarse. Y más en este caso cuando del dictamen
no sólo no surge nada novedoso en cuanto a la posible trama del atentado, y se
insiste en dar por probadas hipótesis que no lo están, como la de Ibrahim
Hussein Berro como el eventual conductor suicida".
La Nación agrega en su artículo, escrito por Jorge Urien Berri, que "a partir de
las 801 páginas del texto -de las cuales hay 250 dedicadas nada más que a
generalidades y contexto-, el Gobierno afrontará un riesgoso dilema. Y, decida
lo que decida, su decisión le ganará poderosos enemigos.
Así, podemos ver cómo el informe de Nisman no contiene nada nuevo importante
pues se limita a los mismos argumentos que en su día ya dijo Galeano, el juez
destituido por numerosas irregularidades cuyas infundadas tesis mucho tiempo
hace que han sido descartadas, tal como ha quedado dicho. La ausencia de una
base jurídica y argumentada en el informe de Nisman es algo de lo que muchos
rotativos se han hecho eco y de lo que no pocos partidos han tenido que admitir.
Así, el rotativo argentino Clarín señaló en su edición del 26 de octubre de 2006
que "como el estado argentino es incapaz de hacer inteligencia en el Medio
Oriente, tanto Galeano como Nisman se apoyan en informes del Mossad y la CIA y
en las declaraciones del llamado Testigo C, en momentos en que Irán vuelve a ser
cuestionado por EE.UU por su polémico plan nuclear." La agencia de noticias
Prensa Latina también sostiene por su parte en un extenso artículo la
"existencia de abundantes dudas" en cuanto al informe de Nisman, y, los grupos
de izquierda, tachan el dossier de este fiscal en una columna de Prensa Obrera
de una "nueva artimaña llevada a cabo por EEUU e Israel a través del aparato de
justicia argentino.
Es por esta razón que los musulmanes, las asociaciones de izquierda y muchos
librepensadores de Argentina le pidieron al juez federal Rodolfo Canicoba Corral
en la manifestación que organizaron el pasado 3 de noviembre frente al Tribunal
en Buenos Aires que "no se deje embaucar puesto que el informe de Nisman no es
más que un juego político", y, los grupos de izquierda recordaban que "hoy se
reeditan los mismos argumentos, sin fundamento, basados en las pruebas secretas
que provocaron la caída de Galeano". "Todo esto es una gran mentira: primero
condenan a Irán y Hezbolá y luego inventan una historia que suene verosímil,
pero que como no es real no puede comprobarse y entonces la disimulan tras la
llamada prueba secreta", consignaron Según opinan los expertos, lo que sí se
observa como novedoso en el informe del fiscal es la nueva trama conspirada por
Washington y Tel Aviv para presionar a Teherán en el tema del pulso nuclear que
los iraníes mantienen con Occidente, sin por ello despreciar el factor venganza,
en este caso, por haberse visto el régimen sionista derrotado ante el Hezbulá en
su embestida contra el Líbano el pasado verano pues, en esta guerra, los
miembros del Hezbolá pudieron, merced a su arrojo, acabar con la fábula del
pretendido carácter invicto del régimen usurpador de Jerusalén, ganándose de
camino el Hezbolá las simpatías de todo el mundo, en especial, de los musulmanes
y de los antiimperialistas.
No en vano, el informe de Nisman ha obtenido sólo la aprobación de aquellos
países < le pidieron a este fiscal que emitiese orden de seguimiento
internacional contra las autoridades iraníes.
REACCIÓN DE IRÁN En contrapartida, Irán ha reaccionado emitiendo un comunicado
en el que tacha de "infundadas" las acusaciones que le incriminan en las
explosiones e insta al Gobierno de Argentina a que "evite cometer los errores
del pasado y, para mantener su propia reputación, respalde cualquier tipo de
declaraciones con las pertinentes pruebas y documentos.
Asimismo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Ali
Hoseini, ha tenido que salir nuevamente a la palestra para recordar las
corruptelas de Galeano, la sentencia firme dictada por los tribunales británicos
que exculpan al ex diplomático iraní y el dictamen del Consejo Ejecutivo emitido
por la INTERPOL sobre la falta de pruebas que respalden los cargos habidos
contra los ex diplomáticos iraníes, todo lo cual en su conjunto, e incluso por
separado, son una prueba irrecusable de lo infundadas que son las acusaciones
del magistrado depuesto sobre cualquier hipotética participación de Irán en las
explosiones.
Hoseini advirtió que "la nueva propaganda y la actual atmósfera negativa contra
Irán y el Hezbolá libanés se encuadran en objetivos políticos sionistas y se
proponen crear una brecha entre el pueblo y el Gobierno argentino así como
disipar el ambiente antiisraelí que se ha fraguado en la opinión pública de
Argentina a raíz de las agresiones sionistas y la matanza indiscriminada de
hombres y mujeres palestinos y libaneses.
En este mismo comunicado, Hoseini explica cómo la misma República Islámica ha
sufrido en sus carnes el terrorismo en sus diversas modalidades, y cómo ha
tenido que soportar la pérdida de vidas humanas y gastos materiales por haber
sido el blanco de este nefasto fenómeno, por lo que siempre los ha condenado.
Por otro lado, el máximo responsable actual de la embajada de Irán en Buenos
Aires, Mohsen Baharvand insistió periodísticas del ex juez del caso, Galeano en
que lo escrito por Nisman en su informe "es lo mismo de antes y no hay nada
nuevo. Lo que han agregado es acusar al gobierno de Irán".
Agregó Baharvand: "No creo que estos reclamos sean irracionales. ¿Por qué esta
causa es tan compleja y nunca se esclarecerá? La base de estos problemas es que
primero se define al responsable y después buscan las pruebas del crimen. En
realidad, ésta es la base de los problemas entre la Argentina e Irán.
Según el diplomático iraní, el modo en que se viene desarrollando la
investigación configura una violación de las normas procesales básicas: "Ni
siquiera sobre los delincuentes comunes se ha actuado así y menos sobre los
gobiernos independientes.
Fue en este marco que el máximo representante de Irán en Argentina manifestó que
"seguramente" las relaciones bilaterales se verán "perjudicadas" con el dictamen
del fiscal. Evaluó que "tal vez la ruptura de esta relación no será beneficiosa
para ninguno".
Baharvand expresó que "condena y rechaza" las acusaciones del fiscal federal
Nisman, que, como contrapartida, apoyaron los gobiernos de Estados Unidos e
Israel. "Vamos a ser sinceros con nosotros mismos y pongamos este informe como
una fuente para salvar la opinión pública argentina y a los familiares de las
víctimas de este callejón sin salida que representa este terrible hecho", afirmó
Baharvand en un comunicado que envió a Clarín .
PREGUNTA PRINCIPAL Las pocas novedosas declaraciones de Nisman han servido sobre
todo, y quizá exclusivamente, para impactar al público y dar pábulo a la apagada
teoría de la implicación de Irán en los hechos, como autor intelectual. Llama la
atención el hecho de que el anuncio del fiscal de la AMIA es prolijo en
detalles, nombres propios, comunes y en topónimos, precisamente cuando lo más
característico de este caso a lo largo de toda esta docena de años ha sido la
falta de claridad y la nebulosidad que siempre ha rodeado al mismo.
Tal como apunta Roberto Molina desde Prensa Latina, entre los elementos dudosos
de sus argumentos están dos de singular relevancia. El primero es la certeza en
cuanto al artífice externo del atentado, mientras no hay pistas firmes sobre el
nexo interno.
También, para el diario página 12 "el grave problema del dictamen y el que
afrontan los fiscales es que resulta muy difícil probar quién fue el autor
intelectual cuando no hay casi ningún dato sobre los autores materiales.
Según Molina, el segundo es que la Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE)
de Argentina era señalada por el fracaso en sus pesquisas e incluso de
perjudicar la investigación, mientras ahora la fiscalía se deshace en elogios
porque "se ha manejado con una profesionalidad digna de encomio".
La pregunta que vuela sobre todo este escenario es por qué ahora se lanza una
denuncia tan aparentemente reveladora, cuando su contenido no dista mucho de lo
divulgado en el pasado, incluido el espinoso asunto de la ausencia de pistas
claras sobre la conexión interna, calificada aquí de agujero negro.
También el director de la Mezquita At-Tawhid de Buenos Aires, el sheij Abdul
Karim Paz, ha pedido que "queremos que se esclarezca lo que pasó realmente en la
Amia, no lo que hace doce años la Cia y el Mossad dicen que pasó, generando un
verdadero escándalo en la justicia argentina y en aquellos que están encargados
de la Oinvestigación¹".
El sheij Paz defiende que "la República Islámica de Irán no tuvo nada que ver en
la embajada israelí y en la Amia, y es un insulto a los argentinos y a los
familiares de la Amia, desviar la investigación de lo ocurrido siguiendo los
intereses políticos imperiales de Israel y Estados Unidos.
Voces expertas señalan que las experiencias de los lobbyes sionistas en estos
casos demuestran que éstos están especialmente dotados para la guerra
psicológica y el manejo de expedientes conflictivos, y que, por tanto, las
autoridades israelíes, respaldándose en los medios de información judíos de EEUU
y Argentina, se han empeñado a lo largo de estos 12 años en aprovechar el caso
AMIA para saldar viejas cuentas políticas con sus rivales en Oriente Próximo < y
utilizarlo contra ellos arma arrojadiza y palanca de presión. Entretanto, a
veces, los estadistas de Argentina y el Poder Judicial de este país, ya sea a
sabiendas o inocentemente, se han dejado manejar por estos peligrosos devaneos
políticos, mas he aquí que el destino que le deparó a Galeano dejó claro para
los argentinos que con este tipo de juegos no hacen sino sacrificar y poner en
peligro los intereses de la nación y provocar crisis en sus relaciones con el
exterior.
Muchas son las lecciones que encierran el caso de la AMIA para los argentinos.
Una sería en que tanto el pueblo como los gobernantes de este país sudamericano
deberían comprender hasta qué punto las asociaciones sionistas han calado en su
sistema judicial, de seguridad e incluso en su aparato gubernamental. Por esta
misma razón, deberían estar ojo avizor y no permitir a ningún poder ajeno
interferir en sus expedientes internos, ni sacrificar sus relaciones exteriores
en aras de los juegos políticos de ciertos grupos influyentes.
Tal como ha insistido el encargado de Negocios de la embajada iraní en Buenos
Aires, el susodicho Baharvand, "estamos seguros de que algún día se disiparán
las oscuras nubes de la conspiración y la incertidumbre en el caso AMIA y que el
sol de la verdad alumbrará las verdaderas dimensiones de ese amargo suceso".
Será en ese día cuando, según una expresión persa, se le pondrá la cara negra a
quien la tenga manchada.
Fuente Agencia IRNA
Fuente: lafogata.org