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Argentina: La lucha contin�a

Von Wernich, paradigma del cl�rigo fascista

Capell�n de la Bonaerense de Camps y torturador, fue preso por primera vez en 2003. Ser� juzgado el a�o pr�ximo por delitos de lesa humanidad.
El cura fue arrestado por primera vez en agosto de 2003, en el Juicio por la Verdad de La Plata.

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Imagen: Gustavo Mujica

El cura Christian Federico Von Wernich fue capell�n de la Polic�a bonaerense de Ram�n Camps y Miguel Etchecolatz durante la �ltima dictadura y se desempe�� como asesor espiritual de los grupos de tareas de La Plata. No s�lo proporcion� una supuesta justificaci�n religiosa a los asesinos, sino que fue un represor m�s. Cuando el fiscal F�lix Crous lo denunci� penalmente, lo acus� de "desplegar una actividad voluntaria y consciente, dirigida a procurar quebrar la voluntad de las v�ctimas, obtener informaci�n, procurar el silencio de las v�ctimas y sus familiares y con ello asegurar los fines perseguidos por la dictadura y la impunidad de �l y sus c�mplices". El a�o que viene ser� juzgado por 45 privaciones ilegales de la libertad y torturas, tres homicidios y la apropiaci�n de un beb�. El caso pondr� en evidencia una trama en la que Iglesia y dictadura funcionaron como una unidad.
Von Wernich naci� en 1938 en San Isidro y se orden� en 1976, a los 38 a�os. El mismo a�o, el general Ram�n Camps, entonces jefe de la Polic�a bonaerense, lo design� oficial subinspector para desempe�arse como capell�n. En el libro Iglesia y Dictadura, Emilio Mignone se�al� que fue la personalidad del sacerdote lo que lo hizo conocido y lo transform� en una "suerte de paradigma del cl�rigo fascista identificado con las Fuerzas Armadas y colaborador de la represi�n ilegal".
Miembro de una acaudalada familia de Concordia, el hecho de que tomara los votos no fue una sorpresa. Hab�a transitado por varios seminarios y m�s de un obispo se hab�a negado a ordenarlo. El hombre dec�a a sus amigos que hab�a optado por ser cura porque es una profesi�n en la cual se trabaja los domingos y se descansa el resto de la semana.
"Como soy de Concordia el general Camps me conoc�a de chico, ya que �l es de Paran�. Por eso y de acuerdo con monse�or (Antonio) Plaza, llegu� a ser cura de confianza para muchas cosas en la lucha contra la subversi�n", afirm� �l mismo en un reportaje.
Fue arrestado por primera vez en agosto de 2003, despu�s de declarar en la causa por la Verdad que lleva adelante la C�mara Federal de La Plata.
Antes de que entrara a la sala de audiencias, el juez Leopoldo Schiffrin advirti� a los presentes que colmaban el lugar que "guardaran el decoro" para permitir que la C�mara cumpliera con el "objetivo de verdad y justicia". Por eso, cuando el sacerdote camin� hacia su silla vestido con una campera azul, camisa celeste con cuello clerical y pantal�n gris, s�lo se sinti� un murmullo. Pero despu�s de m�s de una hora de escuchar la lectura de los testimonios de varias v�ctimas que relataban sus encuentros con Von Wernich, la bronca de muchos fue incontenible.
La indignaci�n se percib�a en el ambiente cuando la secretaria del tribunal record� el testimonio de Luis Velasco, quien estuvo secuestrado en la Comisar�a Quinta de La Plata. "H�ctor Baratti le pregunt� qu� ten�a que pagar su hija, que ten�a d�as. El sacerdote le respondi� que su hija pagaba por lo que hab�an hecho sus padres", relat�. La hija de H�ctor Baratti y Elena de la Cuadra sigue desaparecida. Su abuela Licha miraba a Von Wernich desde la segunda fila pero el sacerdote evit� los ojos de los que hab�an ido a presenciar su interrogatorio.
Ese primer arresto ordenado por Schiffrin y Julio Reboredo fue provisorio. El juez Arnaldo Corazza lo dej� en libertad para reclamar su detenci�n un mes y medio despu�s. S�lo que el cura ya no estaba en el domicilio que hab�a informado. Von Wernich estuvo pr�fugo durante una semana, hasta que decidi� entregarse.
Cuando fue interrogado por el juez, reconoci� haber visitado los campos de concentraci�n de Camps (los llam� "c�rceles") pero neg� haber visto a presos con signos de haber sido torturados. Y se ampar� en el secreto confesional para evitar dar precisiones. Los relatos de los sobrevivientes lo ubicaron en los campos que funcionaron en la Comisar�a Quinta, la Brigada de Investigaciones, Pozo de Quilmes y Puesto Vasco.
Uno de los casos en el que el cura est� involucrado es en el de los homicidios de Mar�a del Carmen Morettini, Cecilia Luj�n Idiart y Domingo Moncalvillo, tres de siete detenidos a los que Camps hab�a ofrecido sacar del pa�s. Las familias de los desaparecidos hab�an aportado dinero para pagar los costos que, al menos en un caso, se encarg� de recolectar el sacerdote.
En 1984 el polic�a Julio Emmed relat�: "En la Brigada nos esperaba el padre Christian Von Wernich, quien hab�a hablado y bendecido a los ex subversivos y les hab�a hecho una despedida en la misma Brigada. En el coche donde iba yo se encontraba el padre. Yo deb�a dar el golpe que adormecer�a a la persona pero no logr� desvanecer al joven y Gim�nez sac� la pistola reglamentaria. Cuando el NN vio el arma se precipit� contra ella y se entabl� una lucha. Le descargu� varios golpes en la cabeza con la culata de mi arma. Se produjeron varias heridas y sangr� abundantemente, tanto que el cura, el chofer y los dos que �bamos al lado quedamos manchados. Se descendi� a los tres cuerpos de los ex subversivos que en ese momento estaban vivos. Los tiraron a los tres sobre el pasto, el m�dico (Jorge Berg�s) les aplic� dos inyecciones a cada uno, directamente en el coraz�n, con un l�quido rojizo que era veneno. Fuimos a asearnos y cambiarnos de ropa porque est�bamos manchados de sangre. El padre Von Wernich me habl� de una forma especial por la impresi�n que me hab�a causado lo ocurrido. Me dijo que lo que hab�amos hecho era necesario, que era un acto patri�tico y que Dios sab�a que era para bien del pa�s".

Fuente: lafogata.org

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