Argentina: La lucha continúa
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Dime quién te excarcela, y te diré a quién sirves
El "gobierno de los DDHH" protege torturadores. El sargento Raúl Gastelú, uno de los asesinos de Sergio Durán, condenado a prisión perpetua por tortura seguida de muerte, quiere cumplir la condena... en su casa.
MOVILICÉMOSNOS PARA EVITARLO, EL MARTES 31 A LAS 10:00, PELLEGRINI 620,
MORÓN.
El 6 de agosto de 1992, Sergio Durán, de 17 años, fue detenido por averiguación
de antecedentes y llevado a la Comisaría 1ª de Morón. Doce horas después, murió
camino al hospital a causa de las torturas sufridas en la Comisaría durante más
de ocho horas con el denominado "submarino seco" y con la picana eléctrica en
los testículos. El caso Durán fue el primero, desde 1983, en el que se comprobó
el uso de la picana en una comisaría bonaerense.
En 1993 sólo fue detenido el subinspector Jorge Ramón Fernández. El subcomisario
Miguel Angel Rojido, el oficial Luis Alberto Farese, el cabo Hugo Nicolosi y el
cabo Raúl Rodolfo Gastelú, integrantes del servicio de calle de la Comisaría, se
dieron a la fuga. Fernández fue condenado a cadena perpetua en 1995.
Misteriosamente, todos los operativos judiciales en busca de los prófugos
fracasaron. Frente al manifiesto encubrimiento policial y judicial que se movía
en torno a este caso, CORREPI, junto a los familiares de Sergio, emprendieron la
búsqueda de los cuatro prófugos.
En 1996, dimos con el paradero del subcomisario Rojido y del cabo Gastelú... sus
propias casas. Un año después también fue descubierto el tercer prófugo, Luis
Alberto Farese. Los tres fueron detenidos en ese entonces, aunque no por mucho
tiempo.
Rojido y Gastelú, descubiertos en sus domicilios por CORREPI, fueron capturados
en 1996 y estuvieron presos hasta 1999, fecha en que gozaron del privilegio de
estar libres hasta ser juzgados. En 1998, Farese se escapó y hasta el día de
hoy, sigue prófugo. Como para compensar la fuga de Farese, fue detenido el
cuarto prófugo, el cabo Nicolosi.
El 20 octubre de 2003 comenzó el segundo juicio oral contra Nicolosi, Rojido y
Gastelú, pero estos dos últimos no se presentaron. El juicio continuó sólo
contra Nicolosi, que fue condenado a prisión perpetua como coautor del delito de
tortura seguida de muerte. El 21 de octubre de ese año se libró una nueva orden
de captura nacional e internacional contra Rojido y Gastelú.
Nuevamente CORREPI buscó a Gastelú y lo encontró antes que la justicia y la
policía. En abril de 2004 comprobamos que el torturador vivía en el mismo
domicilio que figuraba en su legajo policial y caminaba apaciblemente por las
calles del barrio Moreno. Lo filmamos y entregamos las evidencias a la justicia,
que lo mandó detener con el grupo de elite de Arslanián, la novísima brigada "antiprófugo"
que protagonizó un fenomenal blooper. Nuevamente Gastelú se escapó.
Responsabilizamos a Arslanián de la increíble huida de Gastelú, y tras la
campaña de afiches que pregonaban "Si lo ve, NO le avise a la policía", Gastelú
fue recapturado en Nochebuena en la misma zona oeste del conurbano donde siempre
se movió. El 22 de abril de 2005 fue condenado, igual que Fernández y Nicolosi,
a prisión perpetua.
Un año y medio después, la Cámara de Casación no confirmó la sentencia, y el
torturador se da ahora el lujo de solicitar su prisión domiciliaria o una medida
alternativa a su prisión. Este martes 31 de octubre, en la Cámara Segunda de
Morón (C. Pellegrini 620, Morón), su defensa va a pedir el beneficio que ningún
preso común por delitos infinitamente menores puede pretender.
MOVILIZAMOS A LA CÁMARA CRIMINAL DE MORÓN, Sala Segunda, PELLEGRINI 620, EL
MARTES A LAS 10:00.
Estos son los que entran por una puerta y salen por la otra: LOS PERROS DE PRESA
DE LOS PODEROSOS.
BASTA DE TORTURA Y GATILLO FÁCIL
CONTRA LA REPRESIÓN, ORGANIZACIÓN Y LUCHA
CORREPI