Argentina: La lucha continúa
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"Aparición con vida y castigo a los culpables"
Agencia Walsh
Una nueva movilización se realizó hoy a la Plaza de Mayo al cumplirse un mes
de la desaparición de Julio López, que fue visto por última vez días después de
declarar en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz, que lo había
torturado durante el tiempo que estuvo detenido ilegalmente en la dictadura
militar. Aquí, el mensaje que fue leído durante el acto, que no fue firmado por
algunas organizaciones.
"Hace hoy un mes que secuestraron a Jorge Julio López y aquí estamos nuevamente
reunidos coreando la misma consigna de hace treinta años y exigiendo la
aparición con vida de nuestro compañero.
Su compromiso por un país solidario, fraterno y con justicia enfrenta hoy a
Julio nuevamente a los asesinos y torturadores de aquel entonces y a sus
cómplices de ahora.
Hoy, con sus 76 años a cuestas, muchos de ellos dedicados a una activa
militancia política, está cara a cara con sus secuestradores dando un digno
ejemplo que nosotros, los aquí presentes, levantamos como bandera. Porque como
Julio, aquí nadie se rinde.
Pasaron 30 días y tanto el gobierno nacional como el provincial mantienen un
mensaje ambiguo. Debieron y deben buscar en las patotas de la Policía Bonaerense
y de la derecha fascista que se reúne en la Plaza San Martín a reivindicar la
tortura y la muerte.
Es de allí de donde provienen las amenazas que querellantes, testigos, abogados,
jueces, fiscales y militantes recibieron durante todo el juicio a Etchecolatz y
que se ampliaron en los últimos días a lo largo y ancho de todo el país.
Es allí donde deben buscar a los responsables del cadáver baleado y calcinado
que apareció en el camino negro de Punta Lara.
Es de allí de donde surge la versión de que ese cadáver, aún no identificado,
era el de Julio López.
Las amenazas a periodistas; las golpizas y detenciones de militantes populares
como Pablo Giachello en La Plata; las torturas sufridas por María y Ariel Montes
en la comisaría de Mármol; los ataques y pintadas fascistas a locales de
organizaciones sociales y políticas; Astiz transitando libremente; el amparo de
la Policía Federal a la patota de Alberto Fernández y el PJ golpeando a los
trabajadores del Hospital Francés; son diferentes expresiones de un aparato
represivo que sigue impune.
Hasta hoy no hay respuestas concretas a nuestras exigencias. La investigación
por el secuestro de López muestra, por lo menos, una descoordinación total entre
los diferentes organismos de seguridad del Estado que a esta altura hace
presuponer un alto grado de complicidad.
Las amenazas telefónicas y escritas, y las agresiones recibidas, no sólo no se
han investigado sino que se incrementaron y la respuesta de las autoridades es
el silencio.
A estas denuncias debemos sumar la falta de acción en el desmantelamiento del
aparato represivo de la dictadura enquistado en las diversas esferas del estado.
El gobierno de la Provincia de Buenos Aires reconoció explícitamente que un
centenar de represores seguían en actividad en la policía provincial y se
comprometió a exonerarlos. Sin embargo, solo "jubiló" a 36 de ellos, cuando lo
apropiado hubiese sido no solo expulsar a la totalidad sino iniciar una
inmediata investigación acerca de su eventual complicidad en el secuestro de
Julio.
Al llamado público del dictador Bignone dirigido a los jóvenes para que
concluyan la masacre de la dictadura, solo se responde con la denuncia de un
fiscal dirigida a quitarle la jubilación de 15.000 pesos mensuales. El Poder
Ejecutivo debió anular inmediatamente el indulto que lo protege y el Poder
Judicial encarcelarlo por su pasado y presente genocida.
Estos y otros hechos, permitidos desde el poder del Estado, facilitan a los
resabios de la dictadura y a sus actuales seguidores ganar confianza y tomar
fuerzas para iniciar acciones como la que hoy sufrimos el conjunto de los
argentinos con el secuestro, una vez más, de Julio López.
Los genocidas gozaron durante 20 años de la total impunidad que les brindaron
los gobiernos constitucionales de Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde. Con la
inclaudicable lucha popular conseguimos la nulidad de las leyes de Obediencia
Debida y Punto Final, la reapertura de los juicios y la primera sentencia en la
que se condena a un verdugo por su accionar genocida.
Sólo el pueblo movilizado y manifestando en todo el país logrará que la
desaparición de López no sea la respuesta. A las patotas asesinas responderemos
con más movilización y más lucha hasta que el último de ellos termine donde le
corresponde: tras las rejas.
Terminar con la impunidad de los genocidas es responsabilidad del Estado. Por
eso:
Exigimos al Gobierno Nacional y a los gobiernos provinciales que ordenen la
inmediata remoción de todos aquellos, militares, policías y civiles, que
cumplieron funciones en los campos de concentración y centrales de inteligencia
de la dictadura.
Exigimos al Poder Judicial y al Ministerio Público Fiscal que remueva de sus
cargos a los jueces y fiscales cómplices de la dictadura
Exigimos al Gobierno Nacional y al Poder Legislativo la inmediata nulidad de los
indultos a los genocidas
Exigimos al Poder Judicial el juicio y castigo en cárcel común a todos los
represores por todos los compañeros.
Exigimos al gobierno nacional la Aparición con Vida YA de Julio López y el
castigo a los culpables.
AHORA, AHORA, RESULTA INDISPENSABLE, APARICION CON VIDA Y CASTIGO A LOS
CULPABLES!
Algunas firmas: Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos, Cátedra Libre de Salud
y DDHH – Facultad de Medicina – UBA, Centro de Profesionales por los Derechos
Humanos – CeProDH, Liberpueblo, Liga Argentina por los Derechos del Hombre, MAS
Movimiento al Socialismo, MST Movimiento Socialista de los Trabajadores, PO
Partido Obrero y PTS Partido de Trabajadores por el Socialismo.
Fuente: lafogata.org