Argentina: La lucha continúa
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Las presas no bajan las banderas
Piden por atención ginecológica, que las 61 madres que viven con sus hijos pequeños en las unidades tengan detención domiciliaria, reclaman por consultas pediátricas y guarderías. Las 220 presas de la cárcel de Los Hornos siguen en huelga de hambre.Mariana Carbajal
Página12
Alimentación
"no adecuada" para los niños, pañales de "pésima calidad", consultas pediátricas
"esporádicas" y "ningún tipo de asistencia y seguimiento psicológico" es el
paquete de prestaciones que ofrece el Servicio Penitenciario Bonaerense a los
chicos menores de 4 años que están creciendo encerrados junto a sus madres
presas en las cárceles de la provincia. El lapidario panorama surge de un
informe, al que tuvo acceso exclusivo Página/12, elaborado por el Comité contra
la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria. Más de doscientas mujeres
presas se sumaron a la huelga de hambre que llevaban adelante internos de
cárceles: adhirieron al petitorio surgido de la Unidad 9, pero sumaron reclamos
concretos por su condición femenina: entre otras medidas, piden el "arresto
domiciliario" para todas las detenidas procesadas que tengan chicos a cargo (ver
aparte).
El Comité contra la Tortura respalda esta demanda. "No puede ser que habiendo 61
chicos con sus madres en prisión no exista una política pública en la provincia
que se ocupe de ellos. No existen las condiciones edilicias adecuadas ni el
personal capacitado para que los nenes puedan crecer y desarrollarse en un
ambiente digno y sano", cuestionó Laurana Malacalza, coordinadora del Area de
Género del organismo. El tema está en estudio en la Cámara de Diputados, donde
Marcela Rodríguez (ARI) y Diana Conti (Frente para la Victoria) impulsan
modificar la legislación y crear un régimen especial de detención domiciliaria
para las mujeres con hijos pequeños.
"No sé cómo voy a hacer para que no se note que mi hija estuvo acá. Porque
cuando salga a la calle se van a dar cuenta que habla como tumbera", se lamenta
una de las detenidas, entrevistada durante el relevamiento carcelario del Comité
contra la Tortura. En total, hay 61 bebés y chicos en distintos penales de la
provincia. Nueve de cada diez madres que conviven con sus nenes están
procesadas, es decir, no tienen condena firme. El 63 por ciento están imputadas
de delitos contra la propiedad, en su mayoría robos y hurtos.
Unicamente en el Complejo Penitenciario Femenino de Los Hornos, en La Plata, hay
guarderías para los pequeños. "En el resto de las unidades provinciales, los
niños no reciben asistencia educativa", revela el paper del organismo de control
de las condiciones de detención en la provincia.
"Esta situación de detención que sufren los chicos es violatoria de los derechos
garantizados por el marco legislativo nacional y los tratados internacionales
con rango constitucional", denuncia el documento, todavía preliminar, que lleva
el título "Nacidos en el encierro" y fue elaborado por el Area de Género del
Comité contra la Tortura, coordinado por Laurana Malacalza, a partir de un
recorrido por los penales bonaerenses. Para el organismo es necesario crear un
régimen especial de detención domiciliaria para las presas con hijos pequeños a
cargo. Este reclamo está contemplado en dos proyectos de ley, presentados por
las diputadas Conti y Marcela Rodríguez, que están en discusión en la Comisión
de Legislación Penal de la Cámara baja. "Todos los derechos de los niños están
siendo violados en las cárceles", consideró la diputada del ARI.
Improvisación
Los 61 chicos relevados hasta mayo de 2006 se distribuían de la siguiente
forma: 51 conviviendo con sus madres en el Complejo de Los Hornos, donde están
las unidades Nº 33 y Nº 8; cinco en la Nº 4 de Bahía Blanca; uno en la Nº 3 de
San Nicolás; dos en la Nº 5 de Mercedes y otros dos en la Nº 50 de Mar del
Plata. "No puede ser que habiendo tantos chicos en esta situación no exista una
política pública en la provincia que se ocupe de ellos", cuestionó Malacalza, en
diálogo con Página/12.
La Ley de Ejecución Nacional (24.660) a la que adhiere la provincia por
resolución Nº 126 de la Suprema Corte de Justicia, habilita a las madres a
convivir con sus hijos dentro de la cárcel hasta que cumplan cuatro años de
edad. La ley 12.256 de ejecución penal de la provincia de Buenos Aires establece
que en los lugares donde se alojen madres con sus hijos debe formarse un consejo
integrado por pediatras, psicólogos, trabajadores sociales y docentes. "Pero en
ninguna unidad penal existen estos consejos. Y tampoco ha intervenido sobre esta
situación la Subsecretaría de Minoridad de la provincia", agregó Malacalza.
El informe denuncia que en las unidades penitenciarias "no existen las
condiciones edilicias adecuadas ni el personal capacitado" para que los chicos
"puedan crecer y desarrollarse en un ambiente digno y sano tal como lo establece
la Convención Internacional de los Derechos del Niño". Al mismo tiempo "el
Servicio Penitenciario Bonaerense no prevé reglamentariamente esta situación y
se rige por la improvisación", señala el paper.
De acuerdo con el relevamiento, sólo en el Complejo Femenino de Los Hornos
existen pabellones para madres. Pero el lugar disponible no es suficiente para
albergar a 51 niños, por lo que "muchos pequeños se encuentran distribuidos en
pabellones comunes donde conviven con otras detenidas", precisó Malacalza a este
diario. Los pabellones para madres tienen celdas individuales que en algunos
casos se comparten con otras detenidas y cuentan con un baño "sumamente precario
y expuesto, sin pared divisoria con el ambiente de la celda". Cada pabellón
tiene un pequeño patio al aire libre "cubierto completamente por rejas" y con
"muy pocos" juegos y sin arenero. Pero la puerta de salida al patio se cierra a
las 18. Desde ese momento y hasta el día siguiente, todos los chicos quedan
encerrados en el pabellón. Paradójicamente, en comparación con el resto de las
cárceles bonaerenses, la situación del Complejo Femenino de Los Hornos es de
privilegio para los chicos. Es la única en la que los nenes más chiquitos
concurren a una guardería y los mayores de dos años van a un jardín afuera de
los penales.
Frío y humedad
"El estado provincial tampoco prevé ningún mecanismo para que estos chicos
puedan realizar una progresiva inserción en el medio social, un medio al que
desconocen y al cual están obligados a vincularse una vez cumplidos los cuatro
años, cuando en la mayoría de los casos están obligados a convivir con
familiares que desconocen o son institucionalizados por el Estado", puntualizó
la coordinadora del Area de Género del Comité contra la Tortura.
Las condiciones edilicias afectan la salud de los pequeños. "La humedad y el
frío –advierte la investigación– son muy intensos por la inexistencia de
calefacción" y los chicos sufren "múltiples afecciones, en la mayoría de los
casos en las vías respiratorias". A pesar de ellos, "las consultas con los
pediatras dentro de las unidades son esporádicas".
El SPB debe proveer a las madres de los elementos necesarios para el cuidado de
los chicos. Pero los pañales que les da "son de pésima calidad" y la
alimentación tampoco "es la adecuada", denuncia el paper. "Aunque diariamente
les proveen de leche, en muy pocas ocasiones les traen algún postre u otro
alimento necesario para el desarrollo de los niños. Son las propias madres las
que les cocinan en base a lo que sus familiares les traen los días de visitas",
señaló Malacalza.
Petitorio femenino
En la Unidad 33 de Los Hornos hay 220 mujeres en huelga de hambre. Coincidían con el petitorio extendido desde la Unidad 9 de varones, pero reclaman otros puntos específicos, que apuntan a revertir la situación que denuncia el informe del Area de Género del Comité contra la Tortura (ver nota central). Entre otras medidas piden:
- Arresto domiciliario para todas las mujeres detenidas procesadas y que tengan hijos a su cargo.
- Atención ginecológica y odontológica en la unidad.
- Pediatras para los hijos de las presas que conviven con ellas en prisión y modificación del régimen de salidas para el cuidado de los niños cuando deben ser hospitalizados.
Además, denuncian que los camiones en los que deben ser trasladadas no están
preparados para las mujeres: tienen mingitorios, por lo cual durante todo el
recorrido no pueden acceder al baño