El despido de una treintena de operarios de la planta naval desembocó en una asamblea que finalmente revirtió la medida impulsada por el flamante presidente Julio César Urien. Los desplazamientos se debían a que los trabajadores serían deudores bancarios. Sin embargo, representantes gremiales acusan que se trata de una depuración de tinte político más.

  Agencia Nova

La segunda quincena de enero arrancó agitada en el Astillero Río Santiago de Ensenada. Una medida del recientemente designado presidente de la planta naval, Julio César Urien, para desplazar a 31 trabajadores armó un verdadero revuelo entre los operarios y representantes gremiales que reclamaron explicaciones y la inmediata revisión de la medida.
Según tomó conocimiento Agencia NOVA, la mañana de lunes se convocó una asamblea ante la "avanzada" de Urien de despedir a una treintena de empleados por tratarse de deudores del ex Banco Municipal de La Plata. Por ese motivo, las autoridades de la factoría naval emitieron telegramas de despido en una actitud que movilizó a representantes de ATE Ensenada que finalmente hicieron rever la medida.

En esa línea, desde la seccional gremial se advirtió a esta agencia que la disposición de Urien responde "a una movida para depurar a trabajadores ubicados por la gestión anterior" encabezada por Hugo Bilbao.

El secretario de Prensa de ATE Ensenada, Alberto Vieiro, explicó que "la intentona" los "descolocó" ya que Urien y el vicepresidente de Astillero, Angel Cadeli (de extracción y larga militancia sindical), asumieron la gestión con promesas de cambio, fuerte gestión, diálogo y respeto a los trabajadores.

"Ahora, para nuestra sorpresa, nos encontramos que avanzan sobre trabajadores por tener deudas bancarias", afirmó Vieiro, agregando: "En realidad creemos que con esa excusa a Urien le hicieron pisar el palito para depurar cargos importantes en manos de trabajadores de la anterior gestión, pero trabajadores al fin".

Por ese motivo, desde ATE explicaron que si hay observaciones y dudas sobre deudas bancarias de trabajadores, van a esperar a que la Justicia se expida al caso, mientras tanto, van defender a los que se intenta desplazar.

Golpes y reproches