Argentina: La lucha contin�a
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Alejandro Olmos, ese desconocido
Roberto Bardini
Bambu Press
Despu�s de los fusilamientos del 9 de junio de 1956, el semanario "Palabra Argentina", dirigido por Alejandro Olmos, se atreve a organizar Marchas del Silencio para desagraviar a las v�ctimas. Uno de los fusilados, el coronel Ricardo Ibazeta, es primo y amigo de Olmos. Dos mil o tres mil personas parten de las avenidas C�rdoba y 9 de julio rumbo a la Plaza San Mart�n para depositar flores en el monumento del Libertador, desafiantes a pesar del miedo. Aguantan la represi�n policial y los gases lacrim�genos.
Por esos d�as, los "comandos civiles" son los due�os de las calles y disuelven a golpes las manifestaciones. En m�s de una ocasi�n, los "ni�os bien" de la Revoluci�n Libertadora aprietan el gatillo de sus pistolas. Los j�venes "libertadores" act�an como los camisas pardas de Adolfo Hitler. O como la Alianza Libertadora Nacionalista, a la que antes acusaban de "fascista".
El editor de "Palabra Argentina" tiene una peque�a oficina en Bol�var al 400. Cuando los temibles "comandos civiles" aparecen por el centro, muchos de los j�venes peronistas que se re�nen en Corrientes y Esmeralda buscan refugio en la sala de redacci�n.
El peri�dico, fundado 13 de noviembre de 1955, tiene apenas ocho p�ginas pero desaf�a la represi�n del Decreto 4161. Lleva por subt�tulo una frase: "La trinchera del pueblo al servicio del pa�s". Es uno de los principales �rganos de la Resistencia Peronista y llega a vender 250 mil ejemplares, por lo que se cree que cuenta con un mill�n de lectores.
En un editorial, "Palabra Argentina" se presenta como "tribuna de argentinos frente a la conspiraci�n de los delincuentes p�blicos". Afirma que "prostituido el funcionamiento de las instituciones y convertida en lonja de mercado esta democracia de contubernios y negocios, el pa�s ser� argentino y soberano cuando el pueblo vuelva al poder". Llega a publicar 160 n�meros, en medio de allanamientos a la redacci�n, secuestros de ediciones completas, censura y c�rcel.
Alguien defini� a Olmos como "rebelde con causa". Es un personaje brillante, patriota admirable y luchador hasta el �ltimo d�a de su vida, a quien el 90 por ciento de sus compatriotas desconoce porque en vida fue sistem�ticamente ignorado por los representantes del pensamiento "pol�ticamente correcto", a quienes Arturo Jauretche defini� como "los profetas del odio": acad�micos e historiadores oficialistas, portavoces de la cultura liberal, los que escriben en los suplementos culturales de La Naci�n y La Prensa, los que entregan premios literarios, los que admiran s�lo "lo universal" y desprecian lo nacional, sobre todo si, adem�s, es popular.
Nacido en San Miguel de Tucum�n el primero de mayo de 1924, Olmos realiza sus estudios secundarios en Buenos Aires, adonde llega acompa�ando al periodista Jos� Luis Torres, autor de "La d�cada infame". En la capital, milita en la Uni�n Nacionalista de Estudiantes Secundarios (UNES) y luego egresa de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Es bastante precoz: en 1937, a los 13 a�os de edad, tiene un programa period�stico en LRA Radio Nacional.
Olmos, vinculado con las juventudes nacionalistas de la �poca, desde muy joven comparte el pensamiento pol�tico de historiadores, pol�ticos y escritores como Jos� Luis Torres, Ernesto Palacio, Manuel G�lvez, Ra�l Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, Leonardo Castellani, Leopoldo Marechal, Arturo Sampay, Jos� Mar�a Casti�eira de Dios, Ferm�n Ch�vez y Jos� Mar�a Rosa. Apoya el movimiento militar de junio de 1943, que acaba con una d�cada de corrupci�n y fraudes, y se une al naciente peronismo en octubre de 1945.
Al a�o siguiente, sin embargo, Olmos se opone activamente a que Argentina suscriba el Tratado de Chapultepec por considerar que significa un alineamiento autom�tico con Estados Unidos. Impugna el acuerdo ante la justicia federal y solicita su nulidad.
En 1947, mientras es secretario del Concejo Deliberante de Vicente L�pez, tambi�n impugna el Plan Sider�rgico Argentino de junio de ese a�o porque se basa en "la asociaci�n del Estado con una empresa extranjera que pretende inaceptables beneficios".
Ambos cuestionamientos, que originan una serie de debates en la C�mara de Diputados, lo distancian del gobierno de Juan Domingo Per�n. Sin embargo, en 1953, a trav�s de John William Cooke, toma contacto con el presidente y le entrega una propuesta de creaci�n de una Secretar�a de Asuntos Latinoamericanos. Tambi�n por mediaci�n de Cooke se reconciliar� definitivamente con el general en 1955.
A contracorriente del pensamiento liberal de la �poca, Olmos es revisionista. En 1950, organiza la Comisi�n Popular Argentina para la Repatriaci�n de los Restos de Rosas �de la cual es secretario general� junto a G�lvez, Palacio, Rosa, Cooke y otros. Tambi�n crea y dirige el peri�dico "Juan Manuel", de corta duraci�n.
Luego del derrocamiento del gobierno peronista en septiembre de 1955, Olmos pudo �por su prestigio intelectual� unirse al sector nacionalista de la Revoluci�n Libertadora. Elige, sin embargo, erigirse en portavoz de los vencidos y en noviembre lanza "Palabra Argentina". Clausurado varias veces, el semanario reaparece en 1958 y se publica con intermitencias hasta 1965.
A lo largo de sus a�os, el pensador y luchador de origen tucumano escapa al pared�n de fusilamiento, vive pr�fugo o termina en la c�rcel. Estuvo preso durante los gobiernos de Aramburu y Rojas y de Frondizi. La persecuci�n llega a tal extremo que es privado de sus documentos de identidad y, durante mucho tiempo, no existe legalmente. Sin embargo, nunca claudica, ni baja los brazos.
Todav�a bajo el gobierno de Ra�l Alfons�n (1983-1989), el primer ministerio del Interior despu�s de la dictadura militar respalda a la Polic�a Federal en su intenci�n de convertir a Olmos en un ser an�nimo, sin documentaci�n personal. El periodista presenta un amparo ante los jueces pero lo rechazan en primera y segunda instancia. Lleva el caso entonces ante la Suprema Corte de Justicia y logra, luego de dos a�os, que el tribunal falle a su favor y ordene al Estado que le entregue los documentos de identidad a los que tiene derecho como ciudadano.
En 1970, Olmos crea el peri�dico "Tercer Frente", que subsiste con grandes dificultades econ�micas. En 1973, luego del retorno definitivo de Per�n al pa�s y durante la tercera presidencia del general, le proponen ocupar alg�n puesto p�blico. No acepta. Quienes lo conocieron aseguran que su respuesta fue: "Yo no sirvo para esto. En los momentos dif�ciles, s�; en los triunfos, no". En el libro "Vida de Scalabrini Ortiz", Norberto Galasso reivindica que Olmos �igual que el cura Hern�n Ben�tez, Antonio Framini, Arturo Jauretche, Alejandro Leloir y John William Cooke� "entra en todos los barullos, pero nunca en la lista de cobranzas".
En 1975, sin embargo, fue asesor de gabinete del ministro del Interior, Roberto Ares, quien hab�a sido titular de Econom�a en el primer gobierno de Per�n. El ex director de "Palabra Argentina" ten�a 50 a�os, era padre de seis hijos �resultado de dos matrimonios� y carec�a de ingresos fijos. Durante toda su existencia, cont� las monedas para viajar en colectivo
Olmos es protagonista de una epopeya del siglo veintiuno: logra que la Justicia declare que la deuda externa argentina contra�da desde 1976 era "ileg�tima y fraudulenta".
Luego de una exhaustiva investigaci�n, el 4 de abril de 1982 �mientras la dictadura militar fomenta la euforia popular por la invasi�n a las Islas Malvinas� Olmos se presenta como querellante al Juzgado Criminal Federal N� 2 e inicia el juicio a la deuda externa. Sigue aportando pruebas pr�cticamente hasta el �ltimo d�a de su vida.
En el transcurso de 18 a�os, Olmos trabaja solitariamente, arriesgando dinero y salud. La causa N� 14.467 Re�ne 30 cuerpos principales de expedientes y m�s de 500 anexos. M�s de 50 peritos trabajan en la investigaci�n. Se presentaron m�s de 40 testigos e igual cantidad de declaraciones informativas. El juez Jorge Ballesteros detect� m�s de 470 operaciones econ�micas y financieras ileg�timas.
Olmos integra la delegaci�n argentina a la Conferencia de la Organizaci�n Internacional de Trabajo en Ginebra en 1986. Durante los dos gobiernos de Carlos Sa�l Menem (1989-1999), vuelve a ser silenciado sistem�ticamente igual que en la �poca de la Revoluci�n Libertadora.
Como carece de recursos para realizar una campa�a informativa y los medios de comunicaci�n lo ignoran, Olmos publica en 1990 el libro "Todo lo que usted quiso saber sobre la deuda externa y siempre se lo ocultaron". Cinco a�os despu�s, organiza un juicio popular �lamentablemente sin peso legal� presidido por el Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo P�rez Esquivel, que impone "condenas morales" a los ex ministros de Econom�a Alfredo Mart�nez de Hoz, Domingo Cavallo y otros c�mplices del saqueo. A mediados de 1995, crea el Foro Argentino de la Deuda Externa.
Olmos fallece el 24 de abril del 2000, a los 76 a�os, sin siquiera enterarse que hab�a triunfado en su lucha de casi dos d�cadas.
El 13 de julio, 80 d�as despu�s de su muerte, el juez Ballesteros dictamina que la deuda externa de la Naci�n "ha resultado groseramente incrementada a partir del a�o 1976 mediante la instrumentaci�n de una pol�tica econ�mica vulgar y agraviante que puso de rodillas al pa�s a trav�s de diversos m�todos [�] que tend�an, entre otras cosas, a sostener empresas y negocios privados -nacionales y extranjeros- en desmedro de sociedades y empresas del Estado que, a trav�s de una pol�tica dirigida, se fueron empobreciendo d�a a d�a". El fallo del magistrado, de 195 p�ginas, declara la deuda como "ilegal, inmoral, ileg�tima y fraudulenta".
Al momento de redactar estas l�neas, Olmos no figura en ninguna enciclopedia, diccionario biogr�fico o libro de historia argentina.
En "La vida de un militante", que se lee a modo de dedicatoria en la cuarta edici�n de "Todo lo que usted quiso saber sobre la deuda externa...", Norberto Galasso escribe: "B�squelo en el Diccionario de los Argentinos, Hombres y Mujeres del Siglo XX, editado por el diario P�gina/12. Revise: Olmedo Alberto, Olmos Sabina, Omar Nelly� No aparece. Ahora, vaya a la Enciclopedia Visual de la Argentina, editada por Clar�n, tercer tomo: Olivos Rugby Club, Olla podrida, Ollantay, Olmedo Alberto, Olmos Sabina, Olta, Olympikus de Azul Club, Omahuaca, Omar Nelly, Omb�� Tampoco".
Al igual que tantos otros pensadores nacionales, Alejandro Olmos es un
"maldito" para la historia oficial y un ilustre desconocido para los medios de
comunicaci�n "pol�ticamente correctos". Como cuando en la d�cada del 60 le
negaron los documentos de identidad, muchos quieren que no exista.
Fuente: lafogata.org