Argentina: La lucha continúa
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Cromagon: Entre la memoria y la justicia
Prof. Juan Carlos Sánchez
30 de diciembre. Anochecía y de repente, un vendaval de sirenas apenas
alcanzaba para darnos cuenta que algo grave había ocurrido en la Ciudad de
Buenos Aires. Y de golpe, había comenzado a conocerse una de las mayores
tragedias vividas en la Argentina, cuyo luctuoso saldo de 194 vidas perdidas por
la irresponsabilidad y por la corrupción daba cuenta de su magnitud con el
correr de las horas a través de los ríos de tinta y de las imágenes radiales y
televisivas.
Sin dudas, la tragedia de Once marcó un hito fundamental en la conciencia
social, provocando una sucesión de hechos políticos de gran importancia y una
severa revisión del rol del Estado en la prevención de catástrofes que aún no ha
terminado. Bastó para que la solidaridad se expresara a través de Internet,
mediante cadena solidaria, con el fin de ayudar a los familiares de las víctimas
en tan trágicos momentos como también para iniciar el largo camino de la
determinación de las responsabilidades políticas, administrativas y judiciales
que, aún hoy, sigue sacudiendo la modorra de la ciudadanía porteña.
Sin embargo, hoy apenas podemos pensar en ese amigo o en esa amiga, en ese
compañero o compañera de trabajo o de emociones mientras los vaivenes políticos
y judiciales nos siguen demostrando que la impunidad sigue merodeando a cada
instante. Cada escrito presentado en sede judicial pretende intentar, por un
lado, la búsqueda de justicia y por otro, la evasión o disminución de la cuantía
de las responsabilidades que atañen a quienes tenían el deber de preservar la
vida de aquellos que hoy recordamos y la salud de aquellos que hoy nos acompañan
en este duelo mientras que la política sigue bailando el minué, provocando una
campaña electoral sin elecciones y sin terminar de definir la responsabilidad
que le cabe al Dr. Aníbal Ibarra.
No podemos engañarnos, cuando tenemos conciencia que el juzgamiento está en
manos de un kirchnerismo ávido de omnipresencia y de un macrismo ávido de poder
para hacer buenos negocios como en los `90 porque, no olvidemos, Macri fue y es
uno de los responsables de la actual tragedia socioeconómica argentina que se
inició con la Dictadura militar de 1976. Tal vez, esta sea la gran paradoja de
Cromagnon. La que hizo y hace dudar a muchos sobre el tenor del camino tendiente
a buscar las responsabilidades políticas pero tampoco podemos soslayar, sin
dudas, que existen otras responsabilidades políticas que deberán ser
determinadas en un futuro más o menos cercano con respecto a la actuación de la
Policía Federal.
Entre la memoria y la justicia, se va un año en el que se tomó conciencia de la
vital importancia de la seguridad en los eventos públicos de carácter masivo, ya
sea recitales o partidos de fútbol, al igual que en los lugares de concurrencia
masiva, como los shoppings y paseos de compras, pero todavía no se advierte una
acción estatal destinada al efectivo control de los establecimientos en los
cuales se realizan estas actividades como también tampoco se han arbitrado
alternativas para que la cultura alternativa, en el género musical, tenga su
lugar físico teniendo en cuenta sus escasos recursos económicos.
Memoria, Verdad y Justicia son las palabras que deben acompañar nuestro homenaje
para que, de una buena vez, comience una nueva etapa en la cual pueda
desterrarse el vale todo que caracteriza a la sociedad porteña y a una clase
política impermeable a los exigencias de la ciudadanía y demasiado permisiva con
el poder económico.
Memoria para nuestros pibes. Para Mariana Márquez. Para que nunca más la desidia
estatal y la irresponsabilidad empresaria vuelvan a tronchar los sueños e
ilusiones de una juventud que busca, tan sólo, un poco de diversión sana a
través de la música.
Verdad para saber quienes fueron los responsables, aunque nunca sepamos quien
fue el autor material de la tragedia y cómo sucedieron los hechos en rigor de
verdad. Para saber cuales fueron las negligencias estatales y privadas que, aún
hoy, siguen en la nebulosa judicial.
Justicia para que todos los responsabilidades sean adjudicadas en su verdadera
medida y su evasión sea sancionada debidamente. Para que nuestros pibes puedan
descansar en paz y para que los sobrevivientes puedan retomar el camino, el que
se detuvo en esa noche por esa inconsciencia y por ese descontrol propio de la
típica puta cultura argentina que supimos conseguir.
En este trípode, debemos recordarlos y también hacerles recordar a todos los
argentinos que solamente mediante él se podrá comenzar a construir una nueva
Argentina en la que se pueda vivir con dignidad y festejar con seguridad.
* Juan Carlos Sánchez es Profesor de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales en
I.S.P.'Dr. Joaquín V. González'.
/ La Fogata