Nuestro Planeta
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TLC : gigantesca biopiratería
¿Cuánto vale la biodiversidad andino-amazónica ?
Abraham Lama*
El acceso a los recursos genéticos seguirá trabando las negociaciones de
libre comercio con Estados Unidos, alertan especialistas peruanos en vísperas de
la séptima ronda.
LIMA.- La negativa de Washington a reconocer el derecho de los países andinos a
compensación económica por el uso comercial de la biodiversidad seguirá trabando
las negociaciones del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Colombia,
Ecuador y Perú, cuya séptima ronda tendrá lugar en febrero.
Estados Unidos insiste en que el tratado reconozca las patentes registradas por
empresas de ese país que desarrollan programas de investigación biotecnológica,
con base en el conocimiento ancestral de las poblaciones andinas sobre virtudes
farmacológicas, alimenticias e industriales de su flora.
La propuesta estadounidense está incluida en el capítulo sobre propiedad
intelectual del borrador del tratado, que establece acceso libre para patentar
plantas y animales, a los que designa como "inventos".
La divergencia es uno de los principales escollos en las negociaciones del
acuerdo, que del 7 al 11 de febrero tendrán su séptima ronda, en la norteña
ciudad colombiana de Cartagena.
La demanda de los tres países andinos de que se reconozca el valor económico de
la biodiversidad es la primera de su tipo que recibe Washington en debates sobre
tratados de libre comercio.
En la sexta ronda de negociaciones, realizada en la estadounidense ciudad de
Tucson, en el estado de Arizona, no se avanzó hacia un entendimiento en la
materia, y según varios analistas peruanos, no existen fundadas esperanzas de
que en febrero se resuelva el asunto a favor de los intereses andinos.
Sin embargo, el viceministro de Comercio Exterior peruano, Pablo de la Flor,
sostuvo el 17 de este mes que "tal vez se pueda avanzar en las negociaciones,
porque voceros estadounidenses han manifestado que entienden nuestro interés en
el tema de la biodiversidad".
Ese débil optimismo no es compartido por expertos civiles peruanos como Reynaldo
Trinidad, editor de la revista AgroNoticias, quien dijo a Tierramérica que
"probablemente los negociadores norteamericanos emitirán algunas frases de
reconocimiento formal a la importancia de la biodiversidad, pero no cederán en
lo fundamental: la compensación económica para los países que han aportado la
riqueza de su biodiversidad".
José Luis Silva, presidente del Instituto Peruano de Productos Naturales,
concordó con Trinidad. "En la séptima ronda de negociaciones, Estados Unidos
mantendrá su opción de patentar como propiedad de sus empresas los conocimientos
y las plantas y animales procedentes de los territorios andinos sobre los que
hicieron algunas variaciones genéticas, sin desembolsar un solo centavo",
pronosticó.
"Estados Unidos no suscribió el Convenio sobre Diversidad Biológica de Río de
Janeiro de 1992, promovido por la Organización de las Naciones Unidas.
Ahora, en las negociaciones sobre libre comercio, exige que se sancione la
piratería de la propiedad intelectual, pero al mismo tiempo defiende el presunto
derecho de las transnacionales a no pagar un centavo por el conocimiento
tradicional sobre las propiedades de la flora y fauna que recolectan en nuestros
países", arguyó.
El profesor universitario Antonio Brack Egg, ex asesor del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo y uno de los más prestigiosos investigadores
de la ecología peruana, sostuvo que "por los ingentes recursos genéticos
existentes en Perú, la biodiversidad debe ser su renta estratégica en el siglo
XXI".
Según el especialista, por su extraordinaria variedad de ecosistemas, plantas y
animales, Perú ocupa uno de los cinco primeros lugares entre los países
megadiversos del mundo, y su territorio comparte la existencia de los grandes
bosques amazónicos, reguladores del clima del planeta.
Además es uno de los primeros en plantas con propiedades conocidas y utilizadas
por su población (4 mil 500 especies), el primero en especies nativas
aclimatadas (182), y es considerado uno de los mayores centros mundiales de
recursos genéticos conocidos.
La diversidad cultural es también muy alta, con 14 familias lingüísticas y por
lo menos 44 etnias distintas, quienes durante un proceso de por lo menos 10 mil
años, han seleccionado, domesticado y adaptado una amplia gama de especies
animales y botánicas "Los conocimientos ancestrales de la población aborigen han
dado productos tan valiosos como la quinina, que salvó al mundo del paludismo, y
en materia de alimentos, la papa, que en el siglo XIX salvó a gran parte de
Europa del flagelo del hambre", alegó Brack.
"En los últimos años, otros productos de la farmacopea popular peruana están
siendo aprovechados por laboratorios del exterior: la uña de gato (Uncaria
tomentosa) que fortalece la inmunidad, el yacón (Smallantus Sanchifolius), que
posee un azúcar adecuado para el consumo de diabéticos, la sangre de grado (Croton
lechleri) y diversos productos nutritivos de alto valor suplementario como la
maca (Lepidium peruvianum) y el camu camu (Myrciaria dubia)", expuso.
"En consecuencia, Perú es un gran reservorio de genes y de conocimientos
tradicionales sobre el uso de la biodiversidad, y tiene derecho a exigir un
trato preferencial", concluyó el investigador.
"Corresponsal de IPS.