Medio Oriente - Asia - Africa
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La Unión Africana espera escéptica al G-8 y exige la
condonacion de toda la deuda a todo el continente
Gara
La V cumbre de la Unión Africana debate estos días una posición común en torno a
la campaña occidental G-8 y estrellas del rock de la mano de caridad para con el
continente africano. Sus portavoces recuerdan la larga lista de promesas
incumplidas, exigen la condonación total de toda la deuda, insisten en que es
Occidente quien está en deuda con Africa y, en el caso del libio Gadafi, apelan
al orgullo y a la unidad africana.
Africa «unida y de pie» ante la comunidad internacional. Con ese objetivo se
reunen estos días los líderes políticos africanos en Syrte, Libia.
Más de 40 presidentes estuvieron presentes en la apertura de esta cumbre
ordinaria de la Unión Africana en la pequeña villa-balneario sobre el
Mediterráneo, 400 kilómetros al este de la capital libia, Trípoli.
Casualidades del calendario, esta cumbre precede a la reunión del G-8, en la que
varios presidentes africanos escucharán «in situ» las últimas promesas de los
países más ricos.
Así las cosas, la cumbre de la UA busca conjugar la necesidad de que Africa
recupere su orgullo y su independencia con la exigencia a los países ricos de
que pasen de las promesas a los hechos y de que restituyan al continente
siquiera parte de lo que le roban.
«Africa participará en estas reuniones (del G-8) de pie, unida y solidaria»,
anunció el presidente de la UA, el malinense Alpha Omar Kanare.
«Nos han hecho multitud de promesas en todo tipo de cumbres, pero jamás han
cumplido ninguna», recordó Kanare.
En este sentido, valoró el anuncio de condonación de parte de la deuda a ciertos
países africanos, pero exigió que esta medida «debe ser extendida a todos los
países».
«Un viento a favor de Africa»
El portavoz de la Unión Africana, sostiene, no obstante, que más allá del G-8,
«un viento a favor de Africa sopla en todo el mundo, y no es moda pasajera sino
un movimiento sincero».
Uno de los invitados al G-8, el presidente ghanés, John Kufuor, resumió las
exigencias africanas en aquel foro: «Anulación total de la deuda a toda Africa,
incremento de la ayuda, un comercio equitativo y que las promesas se cumplan».
«Es verdad, las reuniones se multiplican, los compromisos se superponen pero sin
ningún efecto, sin ningún impacto», coincide René N´Guettia Kouassi, director de
asuntos económicos de la UA, quien advierte de que si los países occidentales
«continú0an incumpliendo sus promesas, Africa perderá la esperanza». «El G-8
debe entender que el desarrollo de Africa le conviene, contribuiría a la paz en
el mundo, ampliaría el mercado a sus industrias...», insiste Kouassi,
constatanto que, al contrario, las grandes potencias «siguen negándose a actuar
de forma honesta y continúan de manera camuflada con prácticas propias de otras
épocas, como en el caso del algodón».
Los africanos reprochan a los países enriquecidos, especialmente a EEUU, de
subvencionar a sus productores de algodón infringiendo los reglamentos de la
Organización Mundial del Comercio (OMC), y perjudicando a millones de
productores africanos.
No al «Africa mendicante»
«La imagen del Africa mendicante no nos satisface», señaló la comisaria de la UA
para el Comercio y la Industria, Elisabeth Tankeu, quien recordó que «la ayuda
al desarrollo es también un medio para que Occidente nos restituya lo que ha
cogido de Africa». «La joven generación africana está desesperada. La comunidad
internacional debe ayudarnos a gestionar y desarrollar nuestros recursos si no
quiere que se agudice esa desesperación», añadió, llegando incluso a evocar la
posibilidad de que esta última se vuelva algún día contra Occidente.
La Unión Africana nació en 2002 de las cenizas de la Organización para la Unidad
Africana. Su modelo se basa en la Unión Europea, por lo que hasta la fecha tiene
un sesgo marcadamente económico.
Solidaridad con el pueblo saharaui La UA mostró su preocupación por el
estancamiento del plan de la ONU para el Sahara y hace suyas las denuncias por
la represión marroquí en los territorios ocupados, denunciada por la República
Arabe Saharaui Democrática (RASD). Su presidente, Mohamed Abdelaziz, asiste a la
cumbre. No así Marruecos, que abandonó la organización. La UA reivindicó el
derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y exigió que se respeten los
derechos humanos de los saharauis.
Gadafi insiste en la necesidad de la unión política africana
El anfitrión y presidente libio, Muamar al Gadafi, exhortó a los africanos a que
«no vayan a suplicar ayudas» a Occidente y que rechacen las que les puedan ser
ofertadas «en condiciones inaceptables».
«Nosotros no necesitamos asistencia ni la caridad de los occidentales, y yo no
deseo ninguna ayuda condicional de quienes nos insultan constantemente», añadió
el presidente del país petrolífero.
Gadafi rechazó incluso que la cancelación de la deuda asegure el futuro de
Africa, afirmando que sólo la autosuficiencia y una cooperación sincera «entre
grandes y pequeños» puede ser efectiva.
Tras insistir en que la única solución «es la Unión de Africa», el anfitrión de
la cumbre anunció un acuerdo en torno a la exigencia de incrementar de modo
sensible la presencia del continente en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuya
reforma está a debate.
Los ministros de Exteriores de la UA pusieron a punto estos últimos días un
proyecto de resolución que exige para Africa dos puestos permanentes, con su
correspondiente derecho de veto, y con otros cinco rotatorios.
En la actualidad, Africa cuenta con tan solo tres de las diez plazas rotativas
del Consejo.
Gadafi abandera en los últimos años la lucha por la unidad política africana. Y
los lemas legibles en el exterior de la cumbre dan fe de ello: «Nuestras minas
no son parte de sus fábricas»; «Africa para los africanos»; «más allá de la
Comisión Econímica de la UE, por un Africa de Naciones Unidas», rezaban.