Medio Oriente - Asia - Africa

«Era como un espejismo; un hombre solo, en medio del desierto, de la nada, caminando tambaleante bajo un sol abrasador sin saber a donde se dirigía; sólo con una cantimplora colgando al hombro, sin una gota de agua, como único equipaje. Más tarde fueron apareciendo dos pequeños grupos de inmigrantes del centenar que habían sido expulsados de Marruecos el pasado día nueve».

El periodista asturiano Enrique Rodríguez Vega, director de la agencia independiente de noticias «Last News», con sede en Oviedo y Anmán, la capital de Jordania, localizó el pasado viernes en el Sahara a un pequeño grupo, veintiséis en total, del centenar de inmigrantes que fueron expulsados de Nador, en Marruecos, y abandonados a su suerte en el desierto.

Rodríguez Vega explicó ayer, ya en Oviedo, que los subsaharianos fueron obligados a saltar el muro, de más de mil kilómetros de largo, que Marruecos levantó en su línea fronteriza del Sur para preservarse de ataques de los saharauis. «O saltaban o les disparaban, no tenían otra opción, y, lógicamente, optaron por la primera aun sabiendo que les esperaba un desierto plagado de minas», comentó el director de «Last News». El hecho de que habían sido abandonados a su suerte en el desierto no sólo fue negado rotundamente por el Gobierno magrebí, sino que también fue puesto en duda por el presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero. «Las pruebas de que mentían las podemos aportar ahora nosotros», comentó satisfecho por su trabajo Rodríguez Vega.

El periodista asturiano había sido alertado la semana pasada de la presencia de este grupo de inmigrantes durante una visita al campo de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia), acompañando a una delegación de la Consejería de Justicia encabezada por su titular, Francisco Javier García Valledor, para comprobar el alcance de la ayuda humanitaria del Principado.

Ayuda

«El pasado jueves nos llegaron rumores de la existencia de estos inmigrantes, que inicialmente nadie confirmaba, hasta que el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz, no sólo nos lo aseguró, sino que nos facilitó incorporarnos a una caravana del Frente Polisario que iba a partir para darles ayuda humanitaria», indicó Rodríguez Vega.

Primero localizaron al que caminaba en solitario, después un grupo de diecisiete, y luego otro de ocho. «Media hora después de localizar al primer subsahariano encontramos a un grupo de diecisiete más, que estaban totalmente agotados, deshidratados y resignados a su suerte, que no era otra que esperar la llegada de la muerte», continuó narrando su aventura Rodríguez Vega. Los subsaharianos, cuando vieron llegar la pequeña caravana del Frente Polisario, no pudieron ni siquiera mostrar un signo de alegría, por pequeño que fuera. «Muchos de ellos estaban tan extenuados que no pudieron ni levantarse al vernos», y añadió con tristeza: «La imagen que mostraban hablaba por sí sola de las penurias que habían sufrido durante los cuatro días que estuvieron perdidos en el desierto».