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"Los tres monos sabios"
Mensaje de la 36
El comandante en jefe del Ejército, Angel Bertolotti, actuó como juez
sumariante en el regimiento 5to. de Artillería en 1972.
En esa época el regimiento en que se encontraba el entonces capitán Bertolotti,
accionó sobre la organización OPR 33, que más tarde pasaría a llamarse Partido
por la Victoria del Pueblo (PVP).
Según informa el diario El País la labor del juez sumariante consistía en leerle
al detenido el acta que se había arrancado al detenido durante los
interrogatorios realizados por los militares.
Bertolotti volvía a reinterrogar a los detenidos para luego elaborar otra acta
con su firma.
Esta misma semana el semanario Brecha publicó una nota en la que se documenta
que el comandante en jefe de la Armada Tabaré Daners, actuó también como juez
sumariante en los fusileros navales FUSNA.
Unos días antes en el semanario Búsqueda el propio comandante en jefe de la
Fuerza Aérea, Enrique Bonelli, declaraba que había sido copiloto del primer
vuelo clandestino que se realizó en julio de 1976.
En ese vuelo fueron trasladados desde Automotoras Orletti de Buenos Aires un
grupo de militantes del PVP y que luego fueron encarcelados en la sede del
Servicio de Información de Defensa, de Bulevar Artigas y Palmar.
El primero en salir a defender la credibilidad en las declaraciones e informes
de los altos mandos militares sobre militantes de izquierda detenidos y
desaparecidos, fue el ministro de Ganadería y Agricultura, José Mujica.
Posteriormente también lo haría la ministra de Azucena Berrutti durante la
celebración de las fechas patrias en Florida.
En última instancia fue el secretario de la Presidencia, el Doctor Gonzalo
Fernández, quien manifestó confianza en la palabra de los uniformados.
Fernández debió retratarse de sus afirmaciones últimas acerca de la aparición de
cal durante las excavaciones en predios donde trabajan los arqueólogos en busca
de restos óseos.
Ahora se reconoce definitivamente que los tres Comandantes en Jefe de las tres
Armas, tuvieron participación directa durante la dictadura cívico militar.
Conocimiento que se ha ido manifestando en etapas sucesivas a través de la
prensa y no precisamente oficialmente, en la palabra de los dos únicos
autorizados a hablar sobre el tema de "desaparecidos" que eran el presidente de
la República, Tabaré Vázquez, y el secretario de la Presidencia Gonzalo
Fernández.
Los tres Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas Uruguayas participaron de
las más altas responsabilidades durante el proceso fascista, de violaciones de
los derechos humanos y terrorismo de Estado.
Los tres hombres sobre los cuales pesa la responsabilidad mayor de las fuerzas
de tierra, aire y mar fueron figuras trascendentes en los traslados de "los
vuelos de la muerte" y los "interrogatorios" a detenidos en los cuarteles de la
dictadura.
El conocimiento público de una parte de la situación de los tres altos mandos
militares es más que suficiente para que el Gobierno progresista actúe sin
demora en la destitución de estas personas comprometidas en el proceso de
terrorismo de Estado.
La primer responsabilidad surge del Gobierno uruguayo, cualquiera sea su signo
político y la época en que le toque actuar.
Con más razón aún si se tiene en cuenta que se vive un proceso de búsqueda de
esclarecimiento de los terribles hechos de torturas, mutilaciones,
fusilamientos, tormentos, enterramientos, desenterramientos, cremaciones,
cadáveres puestos en cal, vuelos de la muerte clandestinos, desapariciones y
robos de niños.
¿Dónde está la justicia?
¿De qué justicia se puede hablar en nuestro país?
Más de doscientos uruguayos desaparecidos víctimas de la dictadura uruguaya y
del "Plan Cóndor" la coordinación entre las fuerzas armadas de Brasil,
Argentina, Chile, Uruguay y la supervisión de la agencia de seguridad
norteamericana (CIA).
Más de seiscientos muertos durante el proceso de Medidas Prontas de Seguridad y
suspensión de garantías individuales durante los gobiernos de Pacheco Areco y
Bordaberry y la dictadura cívico militar en adelante.
Más de diez mil detenidos mujeres, hombres jóvenes y ancianos en cuarteles,
comisarías y cárceles padecieron detenciones, torturas, presiones, vejámenes de
todo tipo.
Miles de familias perdieron valores, pertenencias, inmuebles, vehículos y dinero
por que les fueron sustraídos durante allanamientos y razzias de las fuerzas
conjuntas.
¿Dónde fueron a parar esos valores?
¿Quiénes se quedaron con las cosas de la gente?
Y después del Gobierno ¿quién más tendría que exigir la inmediata dimisión y el
arresto de los tres mandos militares?.
Los dirigentes de las fuerzas políticas del progresismo que fueron víctimas del
terrorismo de Estado, del fascismo, de los violadores de los derechos humanos.
Se puede reconocer aunque no aceptar que aquellas fuerzas políticas que "no
fueron tocadas por la dictadura ni con el pétalo de una rosa" hoy puedan
reclamar "dar vuelta la página de la historia" y compartir un desfile y brindar
junto a los tres mandos militares.
Pero los jefes de aquella izquierda revolucionaria sobre quienes también debe
pesar la responsabilidad de sus acciones en el pasado ¿con qué derecho hoy se
sienten en condiciones de negociar una paz sin que se encuentren presentes los
caídos en la lucha?
No están ellos en esta vida en condiciones de negociar una paz sobre los muertos
del pueblo.
No es tan fácil ni es lo mismo borrar el pasado de izquierda en la economía, la
política y la sociedad, como en la cuestión de los caídos, de los desaparecidos,
de tanto torturado, de tanto llanto de madre, hijo, de hermana y compañera.
¿Quién se cree tan magnánimo y poderoso para pensar por todos nosotros, para
decidir por todos nosotros, pero por sobre todo por los que cayeron luchando, y
hoy no pueden expresarse, decidir, ni siquiera dejaron un poder o una orden
sobre lo que está pasando?
No son categorías idénticas las económicas, sociales, financieras y políticas
como las morales y éticas.
El derecho que se reclama a cambiar de opinión sobre el Fondo Monetario
Internacional, la dependencia, el imperialismo, el modelo económico, la reforma
agraria, los trabajadores y patrones, los ricos y los pobres no pude trasladarse
idénticamente sobre aquellos hechos horrendos por el que entregaron sus vidas
cientos de compatriotas.
Cada hombre sabe lo que hace y está en su derecho a cambiar de opinión sobre su
propia conducta lo que no tiene derecho a torcer la historia que involucra a
cientos de compatriotas a quienes las buenas intenciones de "pacificación y
punto final" jamás les devolverá la vida.
A los compañeros no podremos devolverles la vida pero por lo menos no debemos
matarlos una vez más.
De los que hoy opinan con tanta benevolencia y amplitud en nombre de la justicia
social que se ha convertido en el tema de estos tiempos lanzados desde todas las
tribunas, páginas y pantallas estas dos palabras son arrojadas al público
uruguayo,
¿quiénes están a favor de la justicia social?
Manos de derecha, de izquierda y de centro se levantan como un bosque de Botnia.
Y en contra no hay nadie.
Pero no bien tratamos de entender a que justicia social se refiere el
progresismo comprenderemos que se trata del atributo de la fuerza.
Ministro de Economía fuerte.
Presidente de la República fuerte.
Empresas fuertes.
Inversores fuertes.
Mercado fuerte.
Padre fuerte.
Poder del Estado fuerte.
Ministerio de Trabajo con sus Consejos de Salario fuerte.
El problema de la justicia social es entonces, el problema del poder.
Ahora la justicia desborda la legislación y el Parlamento, y se forma y fusiona
con las exigencias de siglos que los débiles formulan a los fuertes.
El empleado al propietario.
El peón al patrón.
El evacuado al gobernante.
El súbito humillado al señor de traje y corbata.
Ahora necesitamos un nuevo tribunal de justicia y cada uno deberá tributar por
sus méritos.
Tal como la religión se basa en la creencia en un Dios.
La Justicia social es la creencia en el Poder.
La religión es la renuncia a las aspiraciones y ahora la justicia social es el
reclamo un grito de "por favor danos según las necesidades que tenemos" y así
que nadie le guarde rencor a nadie.
Una ilusión de justicia social por que busca establecer la pacificación entre
las relaciones conflictivas interviniéndolas mediante el poder como árbitro.
El poder como árbitro para fijar salarios.
El poder como árbitro para declarar aparecidos a los desaparecidos.
Y el poder declara en su justicia social sublime "todos fuimos culpables" de
manera que no hay culpables.
Estas ideas de justicia social en su base no tienen fuerza jurídica porque nacen
únicamente cuando el derecho legal no satisface las aspiraciones de la gente. Y
entonces surge la necesidad de rebasar el marco de la ley, imponerse por encima.
Esto es precisamente el contenido de la apelación al poder.
La idea de justicia que en cada momento nace de la mente no deja de imponerse
sobre el derecho.
Esta es la razón por la cual el poder de Astori, se impone desde el concepto de
justicia social según la cual se estudiará caso a caso los endeudamientos y no
deja imponerse el derecho de la Ley igual para todos.
El antagonismo de derecho y justicia radica en el problema del Poder.
Estos conceptos tienen la misma naturaleza porque los dos provienen de las
nociones de gobernar, dirigir, pero se gobierna y se dirige en dependencia de
quien o que gobierna la ley o la fuerza.
Es por eso que cuando la ley se supedita al poder hay que depositar todas las
esperanzas en la Justicia Social.
Pero también el poder entonces buscando argumentar su primacía ante la Ley se ve
obligado a acudir al concepto de Justicia social que en tal caso puede ser
defendido como la arbitrariedad bendecida por la opinión pública a influencia de
los grandes medios de prensa.
Y por tanto es una arbitrariedad o sea el uso de la violencia interviene como
elemento de Justicia o justicia suprema.
La sociedad necesita una capa de personas, un sector o grupo de gente que
personifique la justicia social, que de prestigio en su proceder se materialice
la voluntad global del pueblo.
La existencia de esta clase de grupo de dirigentes que todas las noches se ven
por la televisión con su anuncios de buenas noticias están también en otros
niveles de la administración.
Dirigentes y funcionarios de eslabones inferiores nos convencen que la "justicia
social" en nuestros días demanda imperiosamente centralizar él poder concentrar
el derecho a aprobar decisiones en manos de un reducido número de dirigentes y
técnicos que son los que saben de todo.
LA JUSTICIA SOCIAL SUSTITUYE POR EL PODER EL TRABAJO, LA SALUD PARA TODOS POR
IGUAL, LOS ENDEUDAMIENTOS Y LAS EJECUCIONES, LA VIVIENDA, EL DERECHO A LA
EDUCACIÓN, Y LOS GASTOS DEL PRESUPUESTO.
LA JUSTICIA SOCIAL POR LA FUERZA DECRETÓ ACREEDOR PRINCIPAL AL FMI Y DESPUÉS DE
PAGARLE, RECIÉN VIENE EL PUEBLO.
AHORA QUIEREN QUE LA JUSTICIA SOCIAL ARBITRARIAMENTE, SUSTIUYA LA LEY POR EL
PODER Y QUE, QUIENES VIOLARON LOS DERECHOS HUMANOS Y EJERCIERON EL TERRORISMO DE
ESTADO, SEAN CONSIDERADOS TAN RESPONSABLES O INOCENTES COMO USTED Y YO.