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Una "primicia" mediática ecuatoriana para el Plan Colombia de EU
A propósito de los esfuerzos desinformativos de la «inteligentsia» militar
Guillermo Navarro Jiménez*
Altercom
En el canal 10 (TC) de la televisión ecuatoriana, como primicia
periodística presentan tomas en las cuales uno de sus reporteros supuestamente
«informa» que el ejército ecuatoriano ha desmantelado una base de las FARC.
El reportaje constituye un claro intento fallido de desinformación, si se
consideran los siguientes elementos:
1. El reportero porta un uniforme del ejército ecuatoriano, lo que
permite presumir que fue informado anticipadamente de que iba a acompañar a
militares ecuatorianos que iban a ocupar un «campamento», el cual, por obvias
razones, debía estar antes identificado.
2. Contribuye a nuestro aserto anterior el hecho de que el reportero
señala que tienen una noticia en exclusiva, puesto que el término exclusiva en
comunicación social connota que a un medio se concede la oportunidad de cubrir
un evento como único invitado, o como conocedor de primera instancia. Obvio es
que para conceder una exclusiva debe conocerse con antelación el hecho
noticioso.
3. Adicionalmente a lo antes expresado, debe agregarse que el
descubrimiento de un material noticioso debe ser producto del trabajo
investigativo del reportero. Lo contrario, esto es actuar en respuesta a
propuestas para manejar material informativo lo convierte en relacionador
público de la entidad proponente, como en el presente caso, lo que resta
absolutamente veracidad a su informe.
4. En su alocución el reportero supuestamente informa que han descubierto
un campamento, pronunciamiento que adorna con una interrogante, la posibilidad
de que este pertenezca a las FARC. Afirmación y pregunta absurdas, ya que el
campamento debería haber sido antes descubierto, puesto que le propusieron
reportar al respecto, y, en consecuencia, la «inteligentsia» militar debía
conocer a quien correspondía. Sino ¿como es que lo invitaron a la cobertura con
el carácter de exclusiva?. Pregunta inevitable ya que en momento alguno el
reportero menciona que en un recorrido de rutina, se produce un inesperado
hallazgo.
5. Si las reflexiones anteriores desbaratan la desinformación, el
aditamento de un rótulo que reza FARC-EP, no sólo que termina por confirmar que
es una tarea de desinformación preparada por la «inteligentsia» militar, sino y
lo que es más importante, descubre el nivel, la capacidad de esa «inteligentsia»,
la que considerado que todos los conciudadanos tienen su mismo cuociente
intelectual, creen que alguien pueda otorgar veracidad a semejante absurdo: una
fuerza irregular, beligerante en suelo colombiano, que no puede ni debe tener
presencia legal en territorio ecuatoriano deja un letrero que les identifica
plenamente. Sería casi como pedir que la firma de comisiones que reciben en los
más altos funcionarios de los distintos gobiernos de turno protocolicen tales
comisiones. O que los funcionarios del Presidente Palacio que falsificaron su
firma lo hubiesen hecho ante las cámaras y luego asentado ante notorio público
ese hecho.
6. En el campamento, para avanzar en su propósito, se agrega una
fotografía del Che Guevara, elemento que subyace en la conciencia de todos los
ecuatorianos, como el paradigma del hombre revolucionario y del guerrillero
heroico. Con ello se recrea en el subconsciente una relación entre el rótulo y
la foto, elemento importante para que se otorgue veracidad al montaje. Lo que
olvidó la «inteligentsia» militar es que el símbolo de las FARC-EP no es la
fotografía del Che, como lo conoce cualquier iniciado en este tipo de análisis.
Detalle en que debía haber tomado en cuenta el reportero del Canal 10, a menos
que no tenga el conocimiento suficiente para tratar este tipo de problemas, en
cuyo caso es una irresponsabilidad elaborar un material informativo, o, si tiene
el suficiente conocimiento, participó con pleno conocimiento de las
interioridades de esta actividad de desinformación, lo cual convertiría en
dolosa su participación.
7. Si todo lo antes dicho no fuera suficiente, basta mirar las palizadas
sobre las cuales recorren, son completamente nuevas y no tienen asomo de barro,
común y permanente en al amazonía, cuanto más que, supuestamente, sobre ellas
habrían transitado un número mayor a 200 hombres, como afirma el reportero del
Canal 10.
8. Finalmente y en forma marginal a la materia de nuestro análisis, vale
puntualizar que el uso de uniforme militar por parte del reportero del Canal 10,
no es lo normal, ya que ese sólo hecho lo convertía automáticamente en objetivo
militar. Es por esta razón que los comunicadores sociales tienen especial
cuidado en identificarse como civiles durante el cumplimiento de sus tareas, no
así quienes fungen de comunicadores sociales de las fuerzas armadas a las cuales
acompañan. Por ello cabe preguntarse si el reportero del Canal 10 tenía
conciencia o no de ese hecho. Si no tenía conciencia, vale la advertencia, y si
lo hizo a propósito, confirmaría que actúo como comunicador social de las
fuerzas armadas. La opinión pública seguramente juzgara convenientemente esa
actitud..
A todo lo expresado es posible agregar otros elementos que igualmente
descubrirían que el reportaje trata sobre un montaje para desinformar a la
ciudadanía, pero a nuestro criterio, más allá de la estupidez con la que fue
elaborado, lo que interesa sustantivamente, es la razón para tales tipos de
acciones.
Estamos convencidos de que al interior de las Fuerzas Armadas, existen sectores
que se allanan a las directivas de los estrategas de los Estados Unidos y que en
consecuencia, tratan, por medios como el analizado, de involucrar aún más, en
forma directa al Ecuador en el conflicto colombiano. Las razones para nuestro
aserto son las siguientes:
1. El Ministro de Defensa Nacional, General Oswaldo Jarrín, realizó una
declaración en las que reiteraba la posición ecuatoriana de no calificar a las
fuerzas insurgentes colombianas como «terroristas», con lo que contrariaba el
criterio del imperio y del gobierno de Uribe, los cuales habían propuesto se
adopte esa posición en distintos foros internacionales, sin lograr que el
Ecuador acepte ese pedido. Por ello la declaración del general Jarrín fue, o es
de conocimiento público, cuestionada airadamente por el gobierno y el propio
presidente Uribe;
2. Inmediatamente luego de la declaración del Ministro, se producen una
serie de capturas de droga en cantidades ingentes y con una celeridad inédita en
el historia del Ecuador reciente;
3. En el reportaje, se menciona que se encontraron en el campamento droga
y plántulas de coca, lo que genera las siguientes dudas. ¿El campamento era de
descanso, como lo menciona el reportero o un laboratorio para producir droga?.
El objetivo evidente es relacionar a la guerrilla con la droga, para fortalecer
el falso criterio de que las FARC son narcoguerrillas. Con ello, como el Ecuador
es signatario de una serie de convenios internacionales para la lucha contra las
drogas, en el marco de este combate, cabría la lucha contra las FARC-EP. Ello
estaría justificado, por las capturas de grandes cantidades de droga.
4. Como todo ello no sería suficiente ante las declaraciones del Ministro
de Defensa antes mencionadas, en el campamento, como no podía ser de otra
manera, se incluye la entrevista que realizara la Revista Vistazo al General
Jarrín, en la cual, precisamente, señaló la política de estado del Ecuador, el
no considerar como terroristas a las fuerzas beligerantes colombianas. Al
Ministro Jarrín se trata de convertirlo en casi aliado de las FARC-EP. Es
elevado a la altura del Che Guevara, cuya foto aparece cercana a la del General.
En consecuencia de lo que se trata con la acción de desinformación comentada,
es lograr:
1. Desautorizar ante la opinión pública la política de Estado expuesta
por el Ministro de Defensa Oswaldo Jarrín;
2. Avanzar en los esfuerzos para que la opinión pública ecuatoriana
considere a las fuerzas insurgentes colombianas como narcotraficantes,
participes en los envíos de droga que se han capturado;
3. Forzar a que el Ecuador califique como terroristas a las fuerzas
insurgente colombianas, lo que abriría las puertas para la intervención directa
del Ecuador en el conflicto colombiano;
4. Se acepte la participación directa del Ecuador en la guerra de
Colombia, como lo demandó sin tapujo alguno el ex Presidente Andrés Pastrana en
el programa Televisivo del Canal 1, dirigido por Andrés Carrión. En este sentido
igualmente apuntan las declaraciones del General Ospina, Jefe de la Policía de
Colombia, el cual inmediatamente del reportaje del Canal 10, afirmó que ese
hallazgo confirma que las fuerzas insurgentes colombianas invaden el territorio
ecuatoriano.
Ante las pretensiones y los objetivos que se están planteando al interior de
las Fuerzas Armadas ecuatorianas, es importante advertir sobre la posición
antipatriótica, contraria a los intereses nacionales que se está fraguando,
cuyos primeros atisbos son los antes comentados.
Estamos aún a tiempo de impedirlos. De descubrirlos, para luego rechazarlos y
combatirlos por todos los medios, como corresponde a todos los ecuatorianos
patriotas.
Altercom
Guillermo Navarro Jiménez
Investigador y economista ecuatoriano, autor de varios libros sobre el Plan
Colombia y Economía.