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Latinoamérica

La propuesta gringa

 Carlos A. Lozano Guillén,

 Semanario VOZ

  Desde hace varios meses, funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá y del Departamento de Estado en Washington, están enviando mensajes verbales a las FARC-EP. La respuesta de las FARC no pudo ser más contundente. Están dispuestas a conversar con el gobierno de los Estados Unidos, pero públicamente, de cara al país y al mundo. No quieren prestarse a la maniobra gringa de asegurar en público que no habla con "terroristas", mientras por distintas vías les envía mensajes de acercamiento para conversar sobre todos los temas, pero en secreto, como lo hacen los pusilánimes.

Desde hace varios meses, funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá y del Departamento de Estado en Washington, están enviando mensajes verbales a las FARC-EP.
 El portavoz de la Casa Blanca y Sergio Muñoz Bata, miembro del Consejo Editorial de Los Angeles Times, columnista de El Tiempo, dijeron en días recientes, sin inmutarse siquiera, que el gobierno norteamericano "rechazó la propuesta de las FARC de establecer un diálogo transparente con Estados Unidos". Muñoz Bata, en el colmo de la indecencia, aseguró en su columna de opinión lo siguiente: "Después de ver y oír con cuidado la entrevista que Raúl Reyes le concedió a la televisión colombiana este domingo (26 de junio), si algo me queda claro es que Reyes, dicho sea en buen colombiano, está mamando gallo".
 Conozco muy bien el asunto, como lo conocen también los funcionarios gubernamentales norteamericanos, aunque éstos, con la acostumbrada doble moral, quieran desconocerlo de forma olímpica: la declaración de Raúl Reyes a través de Noticias Uno, el domingo 26 de junio pasado, fue la respuesta a la propuesta de voceros autorizados del Departamento de Estado del interés de su Gobierno "de conversar sobre todos los temas con las FARC, aunque de manera discreta y secreta".
 La respuesta de las FARC no pudo ser más contundente. Están dispuestas a conversar con el gobierno de los Estados Unidos, pero públicamente, de cara al país y al mundo. No quieren prestarse a la maniobra gringa de asegurar en público que no habla con "terroristas", mientras por distintas vías les envía mensajes de acercamiento para conversar sobre todos los temas, pero en secreto, como lo hacen los pusilánimes. En estos temas trascendentales hay que ser muy serios.
 No es una simple mamadera de gallo, como lo cree Sergio Muñoz Bata. Desde hace varios meses, funcionarios de la Embajada de Bogotá y del Departamento de Estado en Washington, están enviando mensajes verbales a las FARC en este sentido. Esta situación es conocida por personalidades políticas del país, aunque no estoy seguro que por la Casa de Nariño.
 En VOZ se había comentado de esto en dos o tres ocasiones. Inclusive, dos agentes norteamericanos visitaron a Rodrigo Granda en Cómbita, para decirle que la posición de su Gobierno era muy seria y que querían establecer ese contacto.
 No cabe la menor duda, que la declaración de Raúl Reyes obedece a que su organización está de acuerdo con ese diálogo, pero público, hasta el punto que exige como condición la publicación de un aviso en El Tiempo. Revelada la intención ahora los gringos salen a negarla como lo hacen los tramposos.