Se agudiza la crisis en el Partido
de los Trabajadores
Página/12
Un nuevo fusible saltó por las revelaciones de corrupción –tras la reciente
dimisión del ministro José Dirceu–. El secretario general del PT, Silvio
Pereira, renunció y se espera un efecto contagio de otros acusados. Además, las
denuncias salpican al aliado PMDB.
Buenos Aires, 5-7-05.- Empezó a desmoronarse la cúpula del Partido de los
Trabajadores (PT). El secretario general del partido, Silvio Pereira, dio el
paso que sus correligionarios le pedían: se alejó de sus funciones hasta que el
Congreso terminara de investigarlo. Ahora queda ver si el resto de la cúpula
partidaria acompañará el gesto o si continuará aferrándose a pesar de los
cuestionamientos en el interior del partido. Pensando en la reunión del PT de
hoy, el ministro de Trabajo, el petista Ricardo Berzoini, pidió ayer la salida
del presidente del PT, José Genoino. También estaría en juego el tesorero del
partido, Delubio Soares. Mientras tanto, la alianza del presidente Inácio Lula
da Silva con el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) perdería
fuerza luego de que uno de sus líderes fuera involucrado el domingo en el
esquema de sobornos del PT y legisladores.
Luego de que se comprobara que el principal acusado de transportar los sobornos,
el publicista Marcos Valerio, fue garante de un millonario crédito del PT,
firmado por la cúpula del partido, Genoino, Soares y Pereira quedaron tan
expuestos que ni siquiera pudieron negar la acusación. El ministro Berzoini
declaró: "Hasta que fue divulgada esa operación de aval del partido con el señor
Marcos Valerio, defendí la permanencia del presidente del partido", José Genoino,
quien ayer también admitió que su renuncia "puede evitar un agravamiento de la
crisis partidaria". Asimismo, Lula sigue con su filosofía de "cortar de la
propia carne" y estaría negociando para que el resto de las autoridades
implicadas también renuncien.
En la reunión extraordinaria de hoy se decidirá si la cúpula y Dirceu –que tuvo
que dejar el gabinete por las acusaciones– serán suspendidos hasta que se
termine de investigar y si aceptan la renuncia de Pereira. Esta reunión está
planeada solamente para el Ejecutivo partidario, conformado por 21 miembros. Sin
embargo, ya ha habido sectores internos disidentes que demandaron que las
decisiones sobre la reorganización de la cúpula de la organización se tomen en
una reunión de la dirección nacional del partido, conformada por 83 miembros, el
próximo sábado.
El diputado José Eduardo Cardozo, una representativa voz del PT en la Cámara
baja, pidió ayer que los cuatro involucrados se aparten de sus cargos y dijo que
"es necesario investigar y aclarar si alguien del partido está envuelto, y si es
así hay que ser implacables". El senador Cristovam Buarque, también partidario
de esta opción, consideró que las evidencias contra ellos "empiezan a ser
alarmantes".
Otra voz con fuerza fue la del vicepresidente nacional del PT Romenio Pereira.
Para el alto funcionario, "un partido que ha hecho de la lucha contra la
corrupción su bandera no puede defender sospechosos". También aseguró: "De cada
diez personas (responsables del partido en el país) con las que hablé entre el
domingo y el lunes, 8 o 9 están pidiendo la renuncia del presidente" del PT.
Algunos fueron incluso más radicales, como el diputado Francisco Alenzar, que
pidió la renuncia de toda la dirección nacional del partido y que se adelanten
las elecciones internas previstas para septiembre, en las que Genoino aspira a
ser reelegido presidente del PT.
Mientras se espera algún efecto contagio entre las otras autoridades acusadas
del PT, el "hombre bomba" de esta crisis, el diputado Roberto Jefferson,
adelantó ayer que tiene nuevas denuncias contra el ex jefe de gabinete José
Dirceu y que el pueblo debe conocerlas. El presidente nacional del aliado
Partido Liberal (PL), el diputado Valdemar Costa Neto, puso a disposición de su
cámara el levantamiento de su secreto bancario, fiscal y telefónico para que
pueda ser investigado y exonerado de sospecha. El PL también está involucrado en
las denuncias y Costa Neto había sido el legislador que acusó a Jefferson por
falta de pruebas ante el Comité de Etica de Diputados.
La secretaria Fernanda Karina Somaggio reveló el sábado en el diario Correo
Brazilense que su ex patrón, el publicista Marcos Valerio, sospechoso de ser "el
hombre de las maletas" que llevaba los sobornos a Brasilia, tenía contactos
frecuentes con José Borba, el líder del PMDB en la Cámara de Diputados. Según
Somaggio, Valerio y Borba se telefoneaban "al menos una vez por semana" y se
encontraron "tres o cuatro veces" en Brasilia. También declaró que el
publicitario fue a una de esas reuniones con una maleta de dinero en un avión
del Banco Rural, que de acuerdo con las acusaciones tenía las cuentas de los
sobornos.
Borba –que apoya la alianza con Lula– negó las acusaciones y dijo que nunca
habló con Valerio por teléfono y que jamás se había reunido con el publicitario
en Brasilia. Sin embargo, en otro programa televisivo se reveló que el propio
Valerio, al ser interrogado la semana pasada por la Policía Federal, mencionó al
dirigente del PMDB entre los políticos con quienes mantenía contactos. Fuentes
del ala "independiente" del partido dijeron que consideraban "preocupantes" las
denuncias y que ya había "un grupo del PMDB que plantea apartarlo del liderazgo
de la bancada hasta que el caso se resuelva".
Esta nueva denuncia complica un nuevo intento de Lula para fortalecer su
gobierno y así lograr sobrevivir la peor crisis que le ha tocado vivir. La
reforma ministerial se hará igual, pero este nuevo descubrimiento podría
favorecer una mayor participación de personalidades apartidarias o en
representación de sectores privados, en detrimento del ahora deslegitimado PMDB.
Sea como fuere, las nuevas denuncias una vez más demuestran que el gobierno no
controla la situación, sino que es un rehén de ella.