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Latinoamérica

 

241 aniversario del nacimiento de José Artigas
Salud, tata. Nos hace falta

Gervasio Espino
Argenpres

Carmen Gallizzi, presidenta de la Confederación de Funcionarios del Estado (COFE) (1) de la República Oriental del Uruguay, muy dignamente manifestó al diario La República del pasado sábado 18 de junio, que 'consideró 'impactantes' las imágenes de varios ministros del gobierno brindando con champagne con autoridades del Banco Mundial. La dirigente [sindical] dijo que 'es lamentable que las autoridades que hoy tenemos hayan cambiado tan rápidamente de posición.

José G. Artigas

Esto demuestra que no es lo mismo ser oposición que ser gobierno''. Gallizzi se refería al brindis en lasoficinas del Banco Mundial en Montevideo, tras la firma el jueves 16 de préstamos de ese organismo al país por 175 millones de dólares, y del que participaron los ministros Mariano Arana, Danilo Astori, Jorge Lepra, María Julia Muñoz, José Mujica y Víctor Rossi. En la oportunidad habrían alzado primero las copas Pamela Fox y Axel Von Trotsenburg, ambos del Banco Mundial, respectivamente vicepresidenta para América Latina y el Caribe y Director para el Cono Sur.
Según informó el diario, tal cual, al finalizar el encuentro, el ministro José Mujica dijo a los periodistas que 'hay que agradecerle a los organismos internacionales, que si algo malo tienen no es culpa de ellos, sino culpa nuestra por tener que salir a pedir'. Para Gallizzi 'fue impactante porque aparentemente ahora ellos son buenos y el culpable ha sido el Uruguay, que no ha sabido administrarse y hemos tenido que pedir créditos'. 'Los trabajadores -expresó- seguimos manteniendo lo mismo. Estados Unidos, por intermedio de sus organismos internacionales de crédito, quiere mantener su hegemonía para sumergir a Latinoamérica. Y seguimos diciendo que Estados Unidos es el enemigo número uno de los países latinoamericanos, que mediante sus préstamos y sus cartas de intención pretenden administrar y gobernar indirectamente nuestro país.'

Efectivamente Pepe Mujica dijo así, refiere La República ampliando el contexto de esas declaraciones en torno al ágape y las nuevas deudas asumidas: 'es también expresión de nuestra débil capacidad de ahorro y de inversión. Mientras, tendremos que asistir a varias reuniones de éstas, porque somos un país pedigüeño, que vivimos endeudados, y no somos capaces de generar ahorro propio. En esas condiciones, hay que agradecer a los organismos internacionales, que si algo malo tienen no es culpa de ellos, es culpa nuestra por tener que salir a pedir'.

Mucho antes del relatado brindis con un champaña con sabor a cicuta, en septiembre de 2004, José Pablo Feinmann publicó en Página/12 un relato de encuentros y dichos en la Feria del Libro montevideana que por entonces se realizaba. Contó Feinmann que el sábado 11 de ese mes había dado allí una conferencia presentado por el embajador Patiño Meyer -dijo que gran lector de su producción literaria-, quien se había referido a 'los tres 'onces' que septiembre trae a nuestra castigada memoria. El del golpe contra Salvador Allende. El de las Torres Gemelas. Y el del querido y 'contradictorio' Sarmiento, educador y matarife de gauchos levantiscos'. 'Esa noche -escribió- me organizan una reunión con los mejores compañeros del Frente Amplio.'

Luego de exponer merecidos panegíricos ajenos sobre el prócer oriental del que ahora se cumple el 241 aniversario de su nacimiento, citando a Gunnard Olsson e inclusive a Eduardo Galeano, Feinmann describió entonces: 'Nos sentamos a una mesa grande. Todo es grande en esta hora uruguaya. Tabaré no está pero está el mítico (se va, con perdón, a cagar de la risa cuando lea este adjetivo) José 'Pepe' Mujica. Va a ser senador por el Frente Amplio. Se viste desprolijamente. Habla entre la cautela y la reflexiva lentitud. Le gusta el vino. Tiene cerca de setenta y cuatro años. Y acaso no se pueda decir que 'los lleva bien' porque muchos los llevó en las cárceles de la dictadura: doce, nada menos. A su lado, Danilo Astori: será ministro de Economía. Nada que ver con Mujica. Prolijo, pelo cano, elegante, lenguaje pulcro, lenguaje-bisturí. Se complementan formidablemente estos dos cuadros políticos brillantes: Astori y Mujica se respetan y se quieren y van juntos empujando a Tabaré a la victoria. Del peronismo, entienden poco. Pero que alguien se atreva a decir si le pasa lo contrario. Que alguien diga si entiende mucho. Sin embargo, Mujica, hombre de la izquierda, con esa lenta sabiduría de zorro fogueado en todas las batallas, dice: 'La izquierda tiene que ser lúcida y honda con el peronismo. Porque todo empezó mal. Porque, compañeros, eso de la Unión Democrática fue una cagada increíble y dio origen a muchas más. Y no me digan que digo esto porque estoy en pedo. Digo esto porque es verdá'. Y alguien pregunta por qué Tabaré no citó a Kirchner (y sí a Lagos y a Lula) en su último discurso. Y otro dice que las negociaciones con el Fondo están crispadas y citarlo a Kirchner es irritar al Fondo. Y otro dice que Kirchner habla mal, muy mal del Fondo pero paga bien, muy bien. Y María Esther Gilio dice que ella con Kirchner ningún problema, que le gusta, lo quiere. Y otro dice guarda que es peronista. Y otro (creo, si no recuerdo mal, yo) dice que la terminen con el peronismo. Que en la Argentina el peronismo es la puerta para hacer política. Que Kirchner, a la larga, no va a ser peronista. Y si lo es, vaya a saber qué tipo de peronista será. 'Por de pronto -dice otro-, es de los que hablan más de lo que hacen.' 'Como Chávez', dice uno que se está por ir. 'Kirchner tiene mucha pirotecnia con el Fondo, pero paga', insiste el que ya antes dijo lo mismo. Y agrega: 'Y eso, decir una cosa y hacer otra, es ser peronista'. 'Termínenla -dice otro (creo, otra vez, yo)-, basta de peronistas y no peronistas, de uruguayos y argentinos. Seamos hermanos artiguistas.' Alguien eleva su copa de vino: '¡Los más infelices serán los más privilegiados!', exclama. 'Eso me recuerda una frase peronista: los únicos privilegiados son los niños', digo. Y agrego -dice Feinmann-: '¿Vieron? También Artigas era peronista'. 'No, querido', me corrige José Pepe Mujica. 'Artigas no era peronista. Artigas, al peronismo, lo inventó.'

Epílogo

Los buches con agua histórica no quitan el aliento de la mala ingestión y sus consecuentes peores digestiones. Dicho lo dicho, que cada cual ponga su mano en cuenco frente a boca y huela. Siendo que estamos urgidos habrá que alimentarse y beber en mejores fuentes y digerir pausadamente. A la memoria tratémosla con respeto. Los que se hayan emborrachado que se hagan a un costado y no alcen la voz, por favor. A Carmen Gallizzi agradezcamos su consecuencia y cordura.

Nota:
1) Recuérdese que en la ROU se dice funcionarios a los trabajadores rasos, y jerarcas a los dirigentes gubernamentales.