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Latinoamérica

Rodríguez, la nueva ficha de las petroleras en Bolivia

Econoticiasbolivia.com

El nuevo presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, es la nueva ficha de las clases dominantes para defender los millonarios intereses de las transnacionales petroleras, advirtió la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, la vanguardia revolucionaria del pueblo que convoca a seguir luchando.
 
"Después de un verdadero show que costó la vida de un minero y de varios heridos, el Parlamento opta por elegir al Presidente de la Corte Suprema (Eduardo Rodríguez) como nuevo Presidente del país. La minoría dominante en el país cambia de ficha en el gobierno y demuestra una vez más que prefiere derramar sangre a nacionalizar los hidrocarburos", dice un comunicado de la Federación Minera.
 
Rodríguez, un abogado de 49 años, accedió a la Presidencia el pasado jueves tras que el Congreso aceptara la renuncia del ex presidente Carlos Mesa, otro ferviente defensor de las petroleras y que tuvo que renunciar por la presión popular que exigía la recuperación de más de cien mil millones de dólares en reservas de gas y petróleo, actualmente en manos de Repsol, British Petroleum, Total, Enron, Shell, Petrobras y otras.
 
Rodríguez, que hasta ahora era jefe del Poder Judicial, un poder carcomido por la corrupción y caracterizado tanto por legalizar el saqueo que hacen las transnacionales de las riquezas de Bolivia como por conceder impunidad a la alta burocracia estatal que roba las arcas públicas, había asumido el cargo en la Suprema, gracias al apoyo que le brindó el entorno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, derrocado en octubre del 2003 por una insurrección popular.
 
Según la Federación de Maestros Urbanos de La Paz, Rodríguez fue asesor jurídico de la Embajada de Estados Unidos y socio en el buffete del abogado Carlos Sánchez Berzaín, ex ministro de Gobierno de Sánchez de Lozada y responsable directo de las masacres de febrero y octubre del 2003 en contra del pueblo. Credenciales suficientes para que hubiera accedido a la Presidencia, con el entusiasta apoyo de la Iglesia, los empresarios, los grandes medios de comunicación y el Movimiento al Socialismo (MAS) del diputado cocalero Evo Morales.
 
LA EMBAJADA Y EVO
 
La Embajada de Estados Unidos fue una de las primeras en felicitar al nuevo Presidente de Bolivia y ofreció su compromiso de "seguir colaborando con la democracia y con el desarrollo económico del país".
 
Un comunicado oficial de la Embajada señala su compromiso con Rodríguez. "Esperamos que esta transferencia de mandos en el marco constitucional restaure la paz y la tranquilidad y abra el camino hacia futuro para el bienestar de todos los bolivianos", dice el comunicado.
 
Evo Morales tampoco se quedó atrás y trabajó intensamente para desmantelar la ofensiva popular y sabotear la lucha de los trabajadores, lo que le valió, otra vez, ser calificado de "traidor" por la Central Obrera y las organizaciones populares.
 
LA LUCHA CONTINÚA
 
"Carlos Mesa ya no es Presidente y se fue del Gobierno con la misión cumplida a las petroleras. Hoy le corresponde a Rodríguez hacerlo. Y si se dan las Elecciones Nacionales el nuevo gobierno será igual o peor sirviente que los actuales. Esto ya conoce el pueblo y por eso decide continuar con su lucha", señala el comunicado de los mineros, que creen que la lucha por la nacionalización no se detendrá con este "cambio de fichas".
 
"Los grandes esfuerzos que hacen los sirvientes de las petroleras llegó a su fin. A las masas no les importa quién esté en el gobierno porque existe un vacío de poder que difícilmente se llenará al existir una crisis nacional galopante y creciente. Es el momento de ejercer el poder popular a través de nuestra recién creada Asamblea Popular Nacional Originaria y sepultar a los eternos traficantes de nuestra pobreza. Es hora de decirles a los capitalistas que sus privilegios terminaron y que las riquezas naturales son propiedad de todos los bolivianos y no de unos cuantos oligarcas extranjeros afincados en el país", agrega el pronunciamiento de la Federación Minera.
 
En la óptica de la vanguardia proletaria, los bolivianos deben continuar con los bloqueos y movilizaciones hasta lograr la nacionalización de los hidrocarburos. "Debe fortificarse y crecer nuestra gloriosa Asamblea Popular Nacional Originaria para la toma del poder en nuestra patria", agrega.