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Latinoamérica

El Congreso apuesta al desgaste de la movilización y posterga sesiones hasta el martes excluyendo del debate la nacionalización


Bolpress

Los vecinos de El Alto preparan una movilización sólo con varones y con el objetivo de tomar físicamente algunas instituciones El gobierno y el Congreso juegan al desgaste. Igual que el Presidente Mesa, los diputados y senadores confían en que los manifestantes se agotarán y volverán a casa este fin de semana. Por eso dilatan la sesión congresal para discutir autonomías y constituyente, y excluyen del debate la nacionalización. Pareciera que no se dan cuenta de que van directo al despeñadero; ese juego inútil empujará a los movilizados a incendiar el país, pronostica Evo Morales, líder del MAS.
Este jueves, los partidos políticos se reunieron casi todo el día intentando llegar a un consenso, pero se mantuvieron intactas las posiciones de los dos bandos enfrentados: la "brigada autonomista" que representa a las elites empresariales de Santa Cruz no está dispuesta a aceptar la postergación del referéndum autonómico, en tanto que los partidos de izquierda con representación parlamentaria, a la cabeza del MAS, insisten en que la Constituyente es prioritaria. Debido a la confrontación, la directiva del Legislativo decidió no instalar el Congreso porque no hay las condiciones y decretó un cuarto intermedio hasta el próximo martes a las cuatro de la tarde.
La dos propuestas en pugna consisten en ligar el referéndum a la constituyente, como propone el MAS, o ligar el referéndum con la eleccíón de prefectos, como sugiere la bancada que representa a la oligarquía. A las 15:30 el MAS planteó no instalar la sesión mientras no haya un consenso.
Todas las demás bancadas y brigadas se pronunciaron por no introducir ningún tema no consensuado, es decir marginar del debate la Constituyente.
El presidente del Congreso Hormando Vaca Díez propuso dar una señal al país con dos acciones: incluir la Asamblea Constituyente en la actual agenda congresal, que solo contempla autonomía y juicio de responsabilidades contra Gonzalo Sánchez de Lozada, y luego votar la convocatoria a Congreso Extraoridinario para definir los tres temas.
Según Vaca Díez y Mario Cossío, presidente de la Cámara de Diputados, está en marcha un plan político que tiene el objetivo de mostrar que el Congreso no funciona. "Quiero liberar de responsabilidades al Parlamento, nuestra decisión era incorporar en el temario la Constituyente, lamentablemente quienes reclaman por la Constituyente impidieron que se trate, una contradicción abierta", dijo Cossío refiriéndose al MAS.
¿La gente se desmovilizará? Los partidos de derecha, los gremios empresariales y el gobierno confían en que el cansancio desmovilizará a los miles de campesinos, indígenas y trabajadores que bloquean carreteras y se movilizan a diario. Pero El Alto, la ciudad más conflictiva cumplió hoy el onceavo día de paro cívico, que fue mucho más contundente que en días anteriores. En esa ciudad hasta los ciclistas tienen problemas para circular.
En los barrios más combativos de El Alto, Alto Lima y Ballivián (al norte), y 1ro de Mayo y Senkata (al sur) los vecinos comenzaron a chicotear a la gente que se atreve a romper el paro. Los vecinos aseguran estar dispuestos a aguantar el tiempo que sea necesario, según las resoluciones de las asambleas vecinales que se realizan de noche. Los vecinos no piensan retroceder en su demanda principal, la nacionalización de los hidrocarburos..
Para ellos, la Constituyente es algo "secundario".
Los vecinos se organizan en comités de calle. El presidente de la zona convoca a los representantes de los comités de calle, que representan a vecinos de infinidad de cuadras, haciendo estallar petardos, con silbatos y tocando puertas. Las organizaciones barriales comienzan a organizar una movilización sólo de varones, y esta vez con el objetivo tomar físicamente alguna institución o empresa.
En tanto, la ciudad de La Paz permanece paralizada por quinto día consecutivo, sin transporte público, con establecimientos educativos cerrados, centros de salud que no atienden y mercados desiertos. El Ministro de Educación decidió suspender indefinidamente las labores escolares. Desde el lunes, aproximadamente cien vehículos del transporte público sufrieron distintos tipos de daños en parabrisas, vidrios laterales y en las cubiertas, y los campesinos continúan rodeando la Plaza Murillo.
Los campesinos del Bloque Oriente están en emergencia y anunciaron que realizarán bloqueos, marchas y tomas de pozos petroleros a partir de la próxima semana. En Los Yungas, al norte de La Paz, los cocaleros anunciaron la toma del cuartel de La Rinconada, Los ganaderos de Tarija amenazaron con cerrar las válvulas de gas que están en la región y bloquear el puente internacional de Yacuiba si el Ministerio de Agricultura y Ganadería y las autoridades del INRA no se presentan para atender sus demandas. Las federaciones de ganaderos de Tarija y del Chaco están decididos también a no permitir el paso de los motorizados cisternas con diesel que abastecen a Santa Cruz.
Una lucha política En dos planos distintos, en las calles y en el Congreso, el pueblo boliviano libra una batalla política con la clase dominante por la recuperación de los recursos naturales privatizados y por la construcción de un nuevo país vía una asamblea constituyente. La burguesía nativa, liderada por el empresariado agroindustrial y pro petrolero de Santa Cruz, opera como el más efectivo bloque de contención de la movilización callejera en ascenso, pues el Poder Ejecutivo languidece arrinconado.
La oligarquía enarbola la bandera del autonomismo como única defensa ante la incontenible avalancha contestataria de tinte nacionalista y socialista. Ha desplegado un operativo de grandes proporciones para contener al bando contrario y emplea todas sus armas posibles. Tiene mucha plata y también la protección de las petroleras, controla medios de comunicación, una "brigada parlamentaria" propia, los comités cívicos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, y hasta un grupo de choque denominado Unión Juvenil Cruceñista.
Los analistas políticos, la gente de la calle y los empresarios coinciden en que a Mesa le queda grande el cargo de Presidente. Él es en gran parte responsable de la creciente polarización social, pero permanece impávido, como si nada pasara. Se limita a lamentar una "crisis de Estado profunda" cuando el país se está rompiendo en pedazos.
La tendencia muestra que la movilización social está en ascenso. En enero de 2005 los vecinos de El Alto, la ciudad indígena del país que expulsó a Gonzalo Sánchez de Lozada, consiguieron con un paro cívico de 10 días que el gobierno rescinda el contrato con la transnacional del agua Suez. En los primeros seis meses del año la presión callejera ha sido tan intensa que Mesa se ha visto al borde de la renuncia en dos oportunidades. Y ahora en junio, Mesa tambalea al medio de una confrontación abierta entre la burguesía y las clases explotadas.
La polarización social llegó a un clímax este miércoles, luego de que la Unión Juvenil Cruceñista apaleara a un grupo de campesinos que marchaban en Santa Cruz desafiando la autonomía por empresarial. La agresión ha servido para avivar la pugna. La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Paz expresó públicamente su indignación y condenó los actos xenofobicos, racistas y delincuenciales y explicó que el hecho expresa de manera nítida el trasfondo oculto de la "Autonomía" planteada y exigida por la oligarquía cruceña. "Dicha oligarquía ha visto con preocupación la emergencia de los movimientos sociales indígenas y campesinos del país, que empiezan a exigir que las riquezas naturales sean para todos los bolivianos. De pronto, sienten amenazados sus eternos privilegios aquellos que durante muchos años detentaron las mas grandes, importantes y principales tierras productivas de Santa Cruz, y que hoy se creen dueños de los recursos como el gas y el hierro, no aceptan que las grandes mayorías pidan la democratización de esas riquezas", declaró la organización.