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Latinoamérica

Mesa aprueba la constituyente para desarmar la protesta

Redacción de Econoticiasbolivia

El arrinconado presidente de Bolivia, Carlos Mesa, convocó por decreto a una Asamblea Constituyente y a un referéndum autonómico para el próximo 16 de octubre en un nuevo intento por sofocar la imponente rebelión social que se ha desatado durante las últimas tres semanas por la nacionalización del gas y el petróleo.
En un mensaje televisado al filo de la medianoche de este jueves, Mesa convocó a la pacificación y a la suspensión de las protestas, pocas horas después de que el Congreso de Bolivia se diera un nuevo plazo hasta el próximo martes para frenar la ola de protestas sociales. Ese mismo día, los parlamentarios deben evaluar el decreto de Mesa y, en su caso, legalizarlos y operativizarlos. La falta de un acuerdo pleno entre las brigadas parlamentarias de neoliberales y de sectores reformistas e indigenistas impidió hasta ahora que el Parlamento aprobara la convocatoria a la Asamblea Constituyente y a un referéndum autonómico, medidas con las que se intenta desactivar la ofensiva popular.
En el Congreso aún no hay la certeza de que estas medidas sean suficientes para apagar las multitudinarias protestas de trabajadores, campesinos y vecinos de los barrios más pobres de las principales ciudades de Bolivia, tal como prometen los congresistas del Movimiento al Socialismo (MAS), del diputado cocalero Evo Morales, desesperados por encontrar acuerdos que pongan fin a la rebelión social que pone en riesgo la democracia neoliberal y sus posibilidades para llegar a ser gobierno, a través de las elecciones del 2007.
El tema de la nacionalización de los hidrocarburos, consigna enarbolada ya por cientos de miles de bolivianos no sólo en el Altiplano sino también en los valles y el oriente del país, no se toca en las acaloradas reuniones de parlamentarios. Allí, sólo se debate sobre la intención de sectores oligárquicos del oriente y del sur del país que quieren, a través de un referéndum autonómico, preservar el gas, el petróleo, los bosques y la tierra para beneficio exclusivo de las transnacionales y de las burguesías regionales. Otro tema en cuestión es la convocatoria a una futura Asamblea Constituyente, que sería constituida bajo los moldes de la democracia formal, y que intentará conciliar los intereses contrapuestos de empresarios y trabajadores, de latifundistas y campesinos sin tierra, de minorías blancoides enriquecidas sin trabajar y millones de indígenas excluidos y hambrientos, de explotadores y explotados. Y es en esta Asamblea, según dijo en su mensaje el presidente Mesa, que se debería definir si se nacionalizan o no los hidrocarburos.
A ESPALDAS DEL PUEBLO Pero en el Congreso nadie quiere oír y mucho menos hablar de la nacionalización de las reservas de gas y petróleo. Y es que nadie quiere recuperar los más de cien mil millones de dólares en reservas que los gobiernos neoliberales entregaron a cambio de nada a las transnacionales como Repsol, Petrobras, Total, British Petroleum, Enron y Shell.
Las pugnas entre los representantes de la oligarquía, que intentan priorizar el tema de las autonomías por encima de la Constituyente, y los parlamentarios del MAS, que buscan realizar simultáneamente ambos procesos, son hasta ahora muy duras, por lo menos verbalmente, a pesar de los iniciales avances que se dieron desde la noche de este miércoles, cuando la directiva del Poder Legislativo, jefes de bancada y presidentes de brigada firmaron una Declaración en la que se comprometen a realizar los mayores esfuerzos para garantizar la realización del referéndum sobre autonomías regionales y la elección de representantes para la Asamblea Constituyente.
Este documento fue patrocinado y presentado por el MAS.
Aparentemente, en el Congreso ya se ha disipado el temor ante su posible cierre y clausura, amenaza lanzada por la Central Obrera Boliviana (COB) y otros sectores radicalizados que realizan gigantescas manifestaciones en La Paz y El Alto desde hace tres semanas consecutivas. El aval del MAS para defender ante todo al Parlamento y al presidente Carlos Mesa parece tener su peso.
LA REALIDAD DE LA CALLE Fuera del Parlamento, sin embargo, la dinámica es otra. Este jueves, los informes del Comando General de la Policía daban cuenta que la rebelión popular por nacionalizar los hidrocarburos se extendía por toda la geografía nacional. Dos de cada tres caminos y carreteras del país están bloqueadas por campesinos, indígenas, maestros rurales y colonizadores; ocho de los nueves departamentos de Bolivia presentaban conflictos con manifestaciones y cortes de ruta; y tres de las 10 principales ciudades (La Paz, El Alto y Potosí) están virtualmente paralizadas, aisladas e incomunicadas con el resto del país.
Las protestas se expanden y aunque hay una creciente coordinación entre los sectores, son evidentes por lo menos dos líneas: una la activada por la COB, los mineros, maestros, universitarios y organizaciones de El Alto que priorizan la lucha revolucionaria por la nacionalización, y la otra orientada por el MAS, que lanza nuevos contingentes de campesinos y colonizadores al bloqueo de caminos para presionar por la Constituyente. La táctica del MAS es potenciar ahora las protestas, para desinflarlas apenas se apruebe la convocatoria en el Congreso y así tratar de arrastrar al resto de los sectores al apaciguamiento y a la conciliación. Los activistas de ambas líneas trabajan en el seno de las masas movilizadas, unos para radicalizar aún más a las bases, para que rebasen a sus direcciones medias y no se dejen engañar con la Constituyente, otros para consolidar el control dirigencial.
En la ciudad de La Paz y El Alto, donde está el eje de la rebelión popular, la balanza parece inclinarse hasta ahora del lado de los activistas revolucionarios, excepto entre los contingentes de campesinos y cocaleros leales al MAS. En las carreteras y caminos, especialmente en Cochabamba, Potosí y parcialmente en Oruro, ocurre a la inversa, aunque esto puede cambiar en la medida que el Congreso no avale la salida planteada por Evo Morales y los suyos, y más contingentes de trabajadores se sumen a la lucha popular, que crece aceleradamente.
60% DE CARRETERAS BLOQUEADAS Hasta ahora, según informó el Servicio de Caminos, el 60 por ciento de las carreteras está bloqueada y que sólo existe transitabilidad parcial en vías de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Varios grupos de campesinos y maestros rurales están en las carreteras entre Potosí-Sucre, Potosí- Oruro, Oruro-Cochabamba y Oruro-La Paz. En la zona del altiplano paceño continúa el bloqueo en las vías La Paz-Copacabana, Viacha- Charaña, La Paz- Desaguadero y Patacamaya-Tambo Quemado. En la autopista entre La Paz-El Alto se presenta bloqueos esporádicos.
Los cortes de ruta también se dan en Santa Cruz. Esta mañana, los campesinos, colonizadores y maestros rurales tomaron la principal carretera de Santa Cruz en tres puntos clave para demandar la nacionalización de los hidrocarburos y en protesta por la violenta agresión que sufrieron medio millar de marchistas del agro a manos de grupos fascistas del Comité Cívico de Santa Cruz.
LA PAZ PARALIZADA Y SIN GASOLINA La asediada ciudad de La Paz quedó semiparalizada desde las primeras horas de este jueves, tras que la poderosa federación de choferes decretara en una huelga de 48 horas exigiendo la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Sin transporte público y con un reducido flujo de vehículos particulares, la ciudad se asemeja a una gran zona peatonal, con miles y miles de ciudadanos transitando a pie hacia sus fuentes de trabajo o actividades cotidianas.
El paro es tan contundente que incluso los sectores laborales, afiliados a la COB y la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, tienen que recorrer enormes distancias para concentrarse en asambleas y acciones de protesta.
Pese a ello, las protestas menudean y muchos marchan por las calles repudiando al gobierno neoliberal y al Congreso.
En la ciudad ya escasea el combustible y casi ya no hay gasolina en los surtidores. Los carros cisternas no han podido bajar de la planta de Senkata, por el bloqueo de El Alto que hora que pasa es más contundente.
TODOS PARAN EN EL ALTO Desde la primeras horas de este jueves era evidente que se consolidaba y extendía la huelga cívico laboral en la ciudad de casi 800 mil habitantes, con sus principales calles y avenidas bloqueadas por los vecinos y con comercios e industrias cerradas. Desde la mañana no circulaban ni siquiera vehículos privados, menos del transporte público. Los accesos al aeropuerto están totalmente cortados, así como también todos los caminos y carreteras que unen La Paz con los departamentos de Oruro, Cochabamba y Santa Cruz y todas las poblaciones del Altiplano. "El paro es total", aseguró el presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, Abel Mamani.
Las dos principales organizaciones de El Alto decidieron radicalizar las medidas de presión, después de haberse realizado ampliados de emergencia. El dirigente de la Central Obrera Regional, Edgar Patana, señaló que realizarán vigilias nocturnas para impedir que se rompa el paro por las noches. El dirigente de la Fejuve dijo que decidieron intensificar sus medidas con controles estrictos a los distritos, por determinación de un ampliado de las 514 Juntas vecinales que ratificó la demanda de la nacionalización.
MARCHAS EN COCHABAMBA En la ciudad de Cochabamba, la tercera en importancia del país, las protestas también cobraron cuerpo. Los campesinos iniciaron desde la mañana el bloqueo de la carretera Cochabamba - Oruro en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos. En tanto, las movilizaciones en el centro de la ciudad cochabambina bajaron de intensidad.
La carretera Cochabamba-Oruro se encuentra bloqueada por los regantes los cuales sembraron piedras, llantas y troncos en plena vía exigiendo la nacionalización de los hidrocarburos.
Ayer fueron los maestros, hoy fue el turno de la comunidad universitaria que paralizó con sus marchas el centro de al ciudad, bloquearon calles, rodearon a la Policía. Aseguran que están dispuestos a movilizarse todos los días con el objetivo de recuperar los hidrocarburos para el Estado boliviano.
BLOQUEOS EN ORURO Por cuarto día consecutivo maestros rurales y pobladores de varios distritos continúan sus medidas de presión. Se estima que cerca de 5.000 personas entre maestros rurales, comunarios de Caracollo y Pisiga bloquean la carretera Oruro - La Paz. El bloqueo de caminos es contundente, por la presencia masiva de personas que impiden el tránsito de vehículos motorizados y por los objetos que existen sobre la carretera, como una alfombra de piedras, palos, chatarra y hasta paja brava que fue arrancada de sus raíces. Los manifestantes piden la nacionalización de los hidrocarburos, la conclusión de la construcción de la carretera Oruro-Pisiga.
PROTESTAS EN POTOSÍ Y TARIJA Varias carreteras se encuentran bloqueadas en Potosí por las medidas que lleva adelante la Central Obrera Regional con su paro indefinido. En tanto que en Villazón, el magisterio rural realiza bloqueos esporádicos en caminos de la región, y se ha suspendido el tráfico interdepartamental.
MARCHAS EN SANTA CRUZ En San Julián, cerca de 750 maestros bloquean la carretera, con el apoyo de la federación de colonizadores de San Julián Norte y Sur, además del Comité Cívico de San Julián y otros sectores exigiendo la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a la Asamblea Constituyente.
En Montero, alrededor de 2.500 campesinos comenzaron a movilizarse para la toma de pozos petroleros en el norte de Santa Cruz en repudio a la actitud del Congreso y a la agresión de la Juventud Cruceñista en contra de los trabajadores del agro que ayer salieron a marchar en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a la Asamblea Constituyente.