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Cumbre Países Árabes-América Latina
Lección latina para los dirigentes árabes
Abdel Bari Atwan
Al-Quds al-Arabi / CSCAweb
Una vez emitido el comunicado final de la Cumbre de Brasilia, y después de
fijarnos en las sólidas y honestas posiciones políticas de su contenido,
comprendimos el por qué del boicot de la mayoría de los dirigentes árabes a ésta
cumbre, limitando su participación a tan solo cinco de ellos. El lenguaje
político con que fue redactado el comunicado resultó extraño para los oídos
árabes por ser un lenguaje extinguido desde hace tiempo; para ser más precisos,
desde que comenzó la era de la normalización árabe y la firma de acuerdos de paz
con el Estado hebreo.
El comunicado final condenó la ocupación extranjera de Iraq y de Palestina,
considerando la resistencia a la ocupación como un derecho legitimo garantizado
por los principios legítimos e internacionales, apeló a la consecución de los
legítimos derechos del pueblo palestino, a establecer un Estado Palestino que
conviva en paz junto al de Israel sobre la base de las fronteras de 1967, la
total retirada de los territorios ocupados y el desmantelamiento de todos los
asentamientos (incluidos los de Jerusalén ocupado). Así mismo, el comunicado
mostró su preocupación por las sanciones impuestas a Siria por parte de EEUU.
Nos preguntamos con toda la ingenuidad sobre la última vez que se mencionaron
expresiones y posturas como éstas en alguna de las conferencias de las cumbres
árabes, o incluso, de los encuentros de los ministros de Asuntos Exteriores
árabes. Nos preguntamos, si algún líder árabe condenó con franqueza y claridad
la ocupación americana de Iraq y los crímenes que cometen contra un pueblo árabe
y desarmado, y que se haya dirigido al nuevo presidente iraquí Jalal Al-Talabani,
como lo hizo el presidente venezolano Hugo Chávez, diciéndole: yo condeno la
ocupación americana de Iraq.
Los líderes árabes alaban la ocupación americana de Iraq, es más, el presidente
egipcio, Hosni Mubarak, pidió su continuidad y se opuso a la retirada de las
fuerzas norteamericanas de Iraq. Todos hemos presenciado, cómo se recibe a los
responsables de Iraq en las capitales árabes, como si fueran los conquistadores,
mientras que a la resistencia y a sus representantes se les estigmatiza, se les
reprueba y se les acusa de terroristas.
La mayoría de las cumbres árabes que se celebraron en los últimos diez años, no
contenían en sus comunicados finales ningún apoyo a la resistencia, bien sea en
Palestina o en Iraq. Es más, el vocablo apoyo a la Intifada Palestina que solía
ocupar un lugar destacado en estos comunicados ha sido sustraído a propósito en
la última cumbre celebrada en Argel. Los líderes de América Latina que
participaron en ésta cumbre no temen a EEUU ni a sus amenazas, porque son
líderes elegidos en unas elecciones libres y por sus pueblos; no llegaron al
poder heredándolo, tampoco lo hicieron montados sobre los lomos de los tanques
en unos sospechosos golpes de estado militares.
La administración norteamericana trató varias veces de organizar golpes de
estado militares para derrocar al presidente venezolano Hugo Chávez. Sin
embargo, su pueblo le apoyó y frustró dichos golpes porque rechaza la
intromisión extranjera en sus asuntos, en primer lugar, y porque su presidente,
es una personalidad nacionalista que antepone los intereses de su país a los
intereses del nuevo colonialismo norteamericano.
Los líderes árabes, se arrodillan ante el señor de la Casa Blanca y ejecutan
todos sus dictados en cuanto éste lanza una declaración sobre las reformas
democráticas o sobre el establecimiento del Gran Oriente Medio. Todos hemos
presenciado cómo el presidente Hosni Mubarak, el presidente del país árabe más
grande, acataba las exigencias de Washington y reformaba la Constitución
permitiendo el multipartidismo en las elecciones presidenciales, porque.
Condelezza Rice lo ordenó y aplazó una visita que tenía decidida a El Cairo en
protesta por la detención de Ayman Nour, el líder del partido "El-Ghad" (El
Mañana).
Nosotros tememos por los líderes de América Latina al juntarse con los líderes
árabestememos que les transmitan los virus de la corrupción y del acatamiento a
EEUU e Israel. Queremos que se mantengan limpios, puros, sin contaminación y por
encima de las sospechas. Puesto que ellos miran a los árabes con respeto y
quieren formar un bloque político y económico con ellos partiendo de unos
principios netamente nacionalistas, y para enfrentarse a la hegemonía
norteamericana que avanza sobre el mundo. Sin embargo, y según nuestra humilde
opinión, han apostado por unos caballos paticojos, viejos y carentes
completamente de entereza y voluntad.
Hubiésemos querido que ocurra lo contrario, es decir, que los líderes
latinoamericanos contagiasen a sus homólogos árabes con su bravura y
nacionalismo, pero somos conscientes de que esto no ocurriría en absoluto,
porque los líderes árabes han quedado inmunes contra éste tipo de virus gracias
a las vacunas norteamericano-israelíes, en forma de subvenciones financieras o
protección militar.
Hemos de agradecer a los líderes latinoamericanos el habernos recordado nuestras
causas cruciales, el haber puesto los puntos sobre las íes, el haber llamado a
la ocupación por su nombre, a la resistencia también y el haber demostrado ser
los auténticos representantes de los pueblos árabes, y no aquellos que se
ausentaron a la cumbre por miedo a la irritación americano-israelí. Les damos
las gracias porque se acordaron del Jerusalén ocupado en un tiempo en que los
árabes lo tenían olvidado, y cuando está siendo sometido en la actualidad a unos
planes de judaización y destrucción de sus sacros lugares. Les damos las
gracias, porque se acordaron de los pueblos iraquí y palestino, borrando la
infamia de todas las cumbres árabes que malgastaron decenas de horas para
esculpir frases favorables a la normalización con Israel, para criminalizar a la
resistencia iraquí y para incitar a los palestinos para rendirse bajo el nombre
del realismo y la moderación.
Traducido para CSCAweb por Jamal Halawa