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La revolución asoma en el altiplano boliviano
Econoticiasbolivia.com
Una imponente multitud de campesinos, trabajadores, mineros y vecinos de los
barrios más pobres tomó por varias horas el centro de la ciudad de La Paz y
sumergió al país del Altiplano en la disyuntiva de saber si se puede o no
destruir ahora al neoliberalismo, acabar con la democracia burguesa y consumar
la revolución social.
Reunida en la abarrotada Plaza de San Francisco, en pleno centro de la ciudad,
la enfervorizada multitud clamó por la inmediata nacionalización del gas y el
petróleo y la expulsión de las transnacionales como Repsol, Petrobras, Total,
British Gas, Enron, Shell y otras que acumulan grandes fortunas en el país más
pobre del sur de América y que ahora debate si se puede o no hacer la
revolución.
Apoyado en la radicalidad de la vanguardia proletaria minera y de una
contundente huelga indefinida decretada desde este lunes en la ciudad de El Alto
y que ha cortado los principales accesos de La Paz, el máximo dirigente de la
Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, proclamó ante la multitudinaria
concentración sobre la necesidad de cerrar el Parlamento burgués, derribar al
gobierno neoliberal y vendepatria de Carlos Mesa e instaurar el gobierno de
obreros, campesinos y sectores empobrecidos del campo y las ciudades.
Una cerrada ovación saludó las palabras del dirigente minero de la COB, quién
convocó además a los "militares patriotas" a unirse al pueblo para derrotar a la
oligarquía y a los afanes golpistas de los grupos reaccionarios, denunciados
horas atrás por el diputado cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS),
Evo Morales, que salió en defensa del sistema democrático.
Cosechando también aplausos de sus seguidores –la mayor parte de ellos cocaleros
y campesinos que recorrieron a pie casi 200 kilómetros desde el pasado lunes--,
Morales convocó a preservar la democracia burguesa y evitar el cierre del
Parlamento, presionando para la inmediata convocatoria a una Asamblea
Constituyente, que defina la suerte del país y de los bolivianos.
Compartiendo una improvisada testera en San Francisco, Solares y Morales
intercambiaron críticas y veladas acusaciones, reflejo de la abierta lucha
ideología que se desarrolla en la vanguardia del movimiento obrero, indígena y
popular de Bolivia, que aún no sabe si puede o no, si debe o no, iniciar el
asalto del cielo.
Ambos líderes proclamaron la necesidad de mantener la unidad de los sectores
populares, ratificada en la multitudinaria concentración que reunió tanto a los
sectores dominados por los "reformistas" como a los dirigidos por los
"revolucionarios".
Hasta ahora, todos los sectores parecen confluir sólo hacia la exigencia de la
nacionalización de los hidrocarburos y, en menor medida, a la convocatoria de la
Asamblea Constituyente, demandas que sin embargo no son aceptadas por los
sectores oligárquicos y empresariales de extrema derecha, que también conspiran
para derribar al gobierno de Mesa (en el que ya no confían y creen excesivamente
blando para preservar el orden público y sus intereses) y que han puesto en
marcha un proceso contrarrevolucionario a partir de un referéndum autonómico.
Ambos procesos, tanto el popular como el oligárquico, avanzan a pasos
agigantados, tratando de concentrar el apoyo de las clases medias y de ganar
espacio al interior del Ejército y la Policía, acuarteladas y en apronte, listas
para meter bala.
EL PUEBLO AL PODER
"Ni Hormando (Vaca Diez, el presidente del Congreso) el golpista, ni (el
presidente Carlos) Mesa el entreguista: el pueblo al poder", ratificó Solares al
asegurar que ya "nadie para la nacionalización de los hidrocarburos", consigna
que ha puesto de pie a los sectores más combativos de las principales ciudades
bolivianas.
Todos los sectores movilizados acordaron realizar marchas y manifestaciones
durante todos los días, mañana, tarde y noche, en la ciudad de La Paz hasta
doblegar al gobierno neoliberal y al Congreso, controlado por los partidarios
del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, derrocado por una insurrección
popular en octubre del 2003.
BLOQUEO Y PARO EN EL ALTO
Desde las primeras horas de la mañana, los vecinos de El Alto bloquearon la
autopista a la ciudad de La Paz en demanda de la nacionalización de los
hidrocarburos. Los vecinos, a la cabeza de Abel Mamani, presidente de la
Federación de Juntas Vecinales, comenzaron a bloquear las principales rutas,
paralizando el comercio y todas las actividades públicas y privadas. El
dirigente manifestó que el paro general indefinido que se realiza en la ciudad
alteña se consolida.
El ejecutivo de la Federación de Choferes de El Alto, René Vargas, confirmó
estas apreciaciones y dijo que poco a poco el paro cívico de El Alto está
paralizando el transporte, producto de las manifestaciones de maestros,
estudiantes, universitarios, trabajadores y desocupados, todos ellos afiliados a
la Central Obrera Regional.
GASES Y DINAMITA
Otro sector que paralizó actividades y volcó más de 50 mil afiliados a las
calles de La Paz fue el de los comerciantes minoristas y vendedores callejeros.
"50 mil gremialistas marchan por la nacionalización", dijo su dirigente
Francisco Figueroa.
Al promediar el mediodía, grupos de gremiales, al mando del ex mayor de Policía,
David Vargas, chocaron con las tropas policiales, en el ingreso a la Plaza
Murillo, lugar donde están ubicados los Palacios de Gobierno y del Parlamento.
En este mismo sitio, mineros sindicalizados intercambiaron dinamitazos y gases
lacrimógenos con las fuerzas policiales.
MAESTROS Y VECINOS
En otros puntos de la ciudad no se registraron incidentes de magnitud, pese a
los persistentes bloqueos callejeros y toma de calles protagonizadas por varias
decenas de miles de maestros urbanos y rurales de La Paz y El Alto.
"El magisterio se suma a las marchas por la nacionalización de los
hidrocarburos. Queremos recuperar todos nuestros recursos naturales", dijo la
dirigente Wilma Plata, quien confirmó que la mayoría de los establecimientos
educativos ya ha suspendido las clases escolares.
Desde las laderas, donde están los barrios más pobres de La Paz, los vecinos de
los Comités de Vigilancia de los macro distritos 7, 8, 9 y 10 se sumaron a las
movilizaciones en contra de la Ley de Hidrocarburos. El dirigente del Comité de
Vigilancia, Max Cuevas, dijo que "si las transnacionales quieren venir al país
deben hacerlo bajo nuestras condiciones".
MARCHA COCALERA
Todos estos sectores se concentraron en San Francisco, a donde también arribaron
casi cinco mil cocaleros y campesinos de Cochabamba y de otros distritos como
los colonizadores y productores de coca de Caranavi, La Paz.
La marcha encabezada por Evo Morales, procedente de Caracollo, llegó a la ciudad
de El Alto, fue recibida con aplausos por los vecinos que exigían la
nacionalización.
Roberto de la Cruz, dirigente de la Central Obrera de El Alto, dijo que estaban
en campaña para cambiar la consigna de los cocaleros del 50% de regalías para
Bolivia por la nacionalización de los hidrocarburos.
ACCESOS CORTADOS
Hasta ahora, las medidas de protesta que se registran en la ciudad de La Paz
interrumpieron el servicio de transporte interdepartamental. La terminal de
buses de la sede de gobierno está paralizada.
Las salidas departamentales de la Terminal de Buses de La Paz fueros suspendidas
desde las cero horas de este lunes por los bloqueos en diferentes carreteras del
país
El Ministro de Gobierno, Saúl Lara, evaluó la jornada de movilizaciones de este
lunes, confirmando que se cortó el acceso al aeropuerto y que la autopista La
Paz - El Alto está cerrada.