Latinoamérica
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El país de las maravillas
Alex Contreras Baspineiro
Alai
Cochabamba.- Después de 18 meses de desgobierno, el presidente Carlos Mesa,
en las últimas horas, anunció el plan de reactivación "Bolivia Productiva y
Solidaria" que se pondría en vigencia a través de 50 normas entre decretos,
resoluciones y leyes; los movimientos sociales que se encuentran movilizados en
las calles y las carreteras ya no creen en promesas y radicalizaron su posición
buscando soluciones estructurales para el país.
Al mejor estilo de las campañas proselitistas, el presidente Mesa en una cadena
de radios y canales de televisión, pronunció un discurso de más de una hora
haciendo conocer que aprobada la Ley de Hidrocarburos, se cierra la página "y
nos ponemos a gobernar".
El nuevo rol del Estado dijo que será impulsar el desarrollo y la actividad
económica a través del fomento a la producción, con seguridad jurídica,
desburocratización en trámites y con el apoyo al desarrollo económico
productivo, competitivo y financiero. "Ese Estado no sería viable sin la idea de
solidaridad e inclusión, que invierte en programas sociales, que se ocupe de
tarifas solidarias, de la salud y la educación", mencionó el Presidente de la
República.
Mesa dijo que el gobierno logrará ese objetivo en base a dos proyectos: Bolivia
productiva y competitiva y Bolivia solidaria, ambos con cinco objetivos.
El primer proyecto tiene los siguientes objetivos: 1. Plataforma exportadora
eficiente, 2. Creación de empleo digno, 3. aumento de productividad y
competitividad, 4. Estabilidad económica y 5. Acceso al financiamiento para
sectores productivos.
El segundo plan también tiene cinco objetivos: 1. Extender la protección social
en salud, seguridad alimentaria y nutricional a los sectores más vulnerables, 2.
Transformar la reforma educativa con la participación de maestros y padres, 3.
Ejercicio pleno de los derechos de pueblos indígenas, equidad de género y
atención de ancianos, 4. Consolidar la descentralización con autonomías y 5.
Democratizar el acceso a la tierra y los recursos naturales. En su discurso de
una hora y ocho minutos, el presidente Mesa ni se inmutó por mencionar que
Bolivia atraviesa la etapa más crítica desde la recuperación del sistema
democrático -producto del desgobierno existente- con movilizaciones diarias en
la sede de gobierno, con enfrentamientos con los efectivos policiales, con
bloqueo de caminos en cuatro departamentos y con una marcha de miles de
bolivianos y bolivianas que se encuentran en las carreteras del altiplano con
rumbo a La Paz.
Tampoco dijo nada sobre los problemas estructurales que tienen su base en la
conocida agenda de octubre: la convocatoria a la Asamblea Constituyente, la
elección de prefectos y las autonomías departamentales y el juicio de
responsabilidades contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y sus
ministros.
Duras críticas
"El presidente Mesa ha demostrado al mejor estilo de Sánchez de Lozada, que se
ha convertido en un vil maniobrero y demagogo. Nos quiere hacer creer que
vivimos en un país en desarrollo cuando a consecuencia del neoliberalismo nos
debatimos entre la pobreza, el hambre y la miseria. Además no mencionó para nada
los problemas estructurales como la Asamblea Constituyente", afirmó el diputado
nacional, Evo Morales Aima.
"El presidente Mesa ya no es parte de las soluciones, es parte del problema, por
lo que debe irse del gobierno y convocar a las elecciones. De lo contrario, el
mandatario está poniendo en riesgo la unidad nacional y la paz social. Considero
que debe anteponer los intereses del país ante los intereses de su imagen y
privilegiar la popularidad por la gobernabilidad nos puede llevar a una guerra
civil. Él es la causa principal de que se postergue el desarrollo del país",
comentó el presidente de la Confederación de Agropecuarios (CONFEAGRO), Roberto
Yáñez.
"El presidente siempre fue un chantajista, siempre se lavó las manos y por eso
le estamos diciendo hoy a don Carlos Mesa, que se ha convertido en Pinocho y
Pilatos, por mentir y por lavarse las manos. Este señor se debe ir del gobierno
por su incapacidad, pero además debemos cerrar el parlamento", dijo el dirigente
de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares.
"Creemos que se está ignorando la situación que vive actualmente el país, no se
está tomando en cuenta que estamos sobre un aspecto fundamental que es la Ley de
Hidrocarburos que ya fue aprobada y que no sabemos como avanzará la cosa en este
país. Hay un plan que él está planteando a nivel nacional, pero si no tenemos
los recursos adecuados, si no hay una ley que se implemente, todo este proyecto
que puede ser muy bonito, podría tranquilamente no ser realizable", señaló el
presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Germán Antelo.
"Carlos Mesa pretende, una vez más, engañar a los bolivianos y bolivianos; sin
embargo, el pueblo sencillo y trabajador, tanto del campo y la ciudad, tiene la
idea clara de que en esta coyuntura se debe nacionalizar los hidrocarburos y
convocar a la constituyente para evitar una convulsión social con imprevisibles
consecuencias", aseveró el dirigente fabril y portavoz de la Coordinadora del
Gas, Oscar Olivera.
Difícil realidad
En una sesión atípica, fue promulgada la nueva Ley de Hidrocarburos y no lo hizo
Carlos Mesa sino el presidente del Congreso Nacional, Hormando Vaca Diez.
"Hoy el país ha dado un paso importante después de un largo, difícil y complejo
camino. Varias razones que no voy a repetir y que fueron largamente expresadas a
lo largo de estos meses así lo justifica, pero también soy consiente que la
estabilidad del país, la unidad, la garantía de la paz de mediano y largo plazo
dependía de cerrar la página de esta ley y es por esa razón que apelando a la
Constitución Política del Estado tomé la decisión de no promulgarla, pero
tampoco vetarla", manifestó el Presidente de la República.
Ayer, la mayoría de parlamentarios que pertenecen a los partidos tradicionales y
neoliberales como el MNR de Sánchez de Lozada y sus aliados el MIR de Jaime Paz
Zamora y NFR de Manfred Reyes Villa, aprobaron en grande la aprobación a la
convocatoria del referéndum autonómico; sólo la acción de dirigentes de la COB y
los diputados del MAS y del MIP que incluso se enfrentaron físicamente a sus
oponentes paralizaron en forma momentánea esa acción antipatriótica.
A través del referéndum autonómico planteado por los grupos de poder del país se
pretende que cada departamento "disponga libremente de sus recursos" financieros
y naturales.
La pregunta que impulsa la oligarquía para el referéndum es clara: "¿Está usted
de acuerdo con que se defina y establezca en el país la constitución de
autonomías departamentales con transferencia efectiva de competencias y
atribuciones, las mismas que tendrán por objeto, en su jurisdicción territorial,
disponer libremente de sus recursos, elegir a sus autoridades y darse su propia
administración?".
Este intento no sólo que es anticonstitucional sino que tiene intenciones
divisionistas y separatistas para que los grupos de poder de Santa Cruz e
continúen beneficiando en desmedro de las mayorías nacionales.
Los movimientos sociales que fueron los primeros en plantear la demanda
autonómica, pretenden analizar esa necesidad en el marco de la Asamblea
Constituyente Soberana, Popular, Incluyente y Fundacional. Mientras el Jefe de
Estado que, además fue periodista, recurre para gobernar a su mejor instrumento:
los medios de comunicación, para prometer y prometer un futuro mejor a los
bolivianos, la mayoría de los ciudadanos en diferentes espacios manifestaron que
ya no creen en su palabra.
Se cumplió el tercer día de bloqueo de caminos protagonizado por los mineros
cooperativistas en 12 puntos del territorio nacional, dejando aislada a la sede
de gobierno y otras ciudades; los pobladores de El Alto protagonizaron masivas
movilizaciones y desde el lunes 23 declararon huelga general e indefinida; el
magisterio urbano y rural a nivel nacional, lo mismo que los trabajadores en
salud se encuentran en paro; un grupo de campesinos optó por la huelga de
hambre; los trabajadores mineros dejaron sus fuentes de empleo para movilizarse
dinamita en mano en las ciudades; mientras que una multitudinaria marcha de
campesinos, indígenas, colonizadores, sin tierra, mujeres del agro y originarios
del país caminan por las carreteras del altiplano rumbo a La Paz. Esa es la
Bolivia real, la que en esta coyuntura está atravesando por un momento histórico
muy crítico como lo reconocen la mayoría de sus pobladores.
Bolivia no es el país de las mil maravillas sino la de los mil problemas; pero
sobretodo, Bolivia es un país que aunque una vez más tenga al frente obstáculos
le sobra coraje, dignidad y esperanza no sólo para salir de esta crisis sino
también para derrotar dictaduras y derrocar tiranos como Sánchez de Lozada y su
megacoalición…Eso nos basta…