Latinoamérica
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Una radio al
servicio de la protesta popular
Miles de oyentes conectan su protesta a radio La Luna
Los cables iban y venían sobre la mesa redonda, en el estudio de transmisión
de radio La Luna. Paco Velasco y Ataúlfo Tobar, de la emisora, y ciudadanos,
activistas de Derechos Humanos, ecologistas y ex militares se turnaban ayer los
tres micrófonos y hablaban sin censura detrás de una ventana de vidrio, pese al
Estado de Emergencia.
En La Luna, que en Quito se transmite por el 99,3 de FM, los micrófonos se
abrieron hace semanas, y desde el miércoles 14 se ha generado un movimiento
ciudadano opuesto a la crisis jurídico-política.
³El pueblo descubrió un poder oculto y gigante en los medios², decía ayer Paco
Velasco, director de la radioemisora que pertenece al Centro de Educación
Popular (Cedep). ³Descubrió unas potencialidades que estaban desperdiciadas, no
solo en este medio de comunicación².
Funcionarios del Gobierno como Iván Oña, secretario de Comunicación, y
familiares del Jefe de Estado, como su hermano Gilmar Gutiérrez, apuntan a
Velasco como el responsable de las masivas protestas nocturnas en Quito.
El radiodifusor sonreía ayer. Estaba emocionado porque dos técnicos de Andinatel
terminaban de arreglar las líneas telefónicas, que ³extrañamente² se dañaron el
viernes.
Presuroso, regresó a la cabina, tomó un micrófono y atendió una llamada.
Tras saludar con un ciudadano que se identificó con su nombre y número de
cédula, Velasco preguntó: ³¿Esto (la movilización en Quito) es obra de?². Y del
otro lado de la línea el oyente terminó la frase: ³De la ciudadanía².
Detrás del vidrio de la cabina, Diego Villamar, uno de los tres operadores de la
radio, cumplía una tarea inagotable. Recibía las llamadas convencionales,
atendía los mensajes de texto del teléfono móvil, anotaba denuncias en hojas de
cartulina y controlaba las cortinas musicales.
³Hay entre 80 y 90 personas fijas trabajando aquí y un millar de reporteros
voluntarios que nos llaman a informar las cosas. Y ahí, debo admitir, la radio
confía en esa reportería ciudadana², decía Velasco.
Él dirige el noticiero La Clave y desde esa tribuna fue protagonista en las
caídas de los gobiernos de Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad. También canalizó la
protesta para la amnistía de los coroneles que se sublevaron el 21 de enero del
2000.
Uno de esos militares es Jorge Brito. ³Yo resalto la independencia de La Luna
que es un medio comprometido con su pueblo², señalaba ayer el coronel en retiro.
Su voz también se ha vuelto familiar en los micrófonos de la emisora.
³Aquí no hay protagonistas², puntualizaba Yumac Ortiz, del programa ³Manos
hábiles², que se transmite los jueves en la tarde. Así explica el masivo
respaldo del viernes por la noche, cuando garroteros intentaron cerrar la
emisora.
³La radio es para abrir los micrófonos y escuchar lo que dice la gente. La Luna
es una emisora alternativa y hay la identificación de la gente².
Entre el miércoles y el sábado, los más de 30 conductores de programas en La
Luna iniciaron una vigilia. Entre ellos hay jóvenes como Gabriela Verdesoto y
Patricio Carrión, que han generado una red de radioescuchas en los colegios,
donde se habla de política, a través del espacio ³Vox Pópuli².
Velasco añade que la fortaleza de la radio es la ciudadanía, que durante la
última semana protestó por centenares.