Más de 30 intelectuales de Europa, América Latina y Estados Unidos aseguraron ayer en una carta abierta que el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, «consolida la impunidad»con la que se cometen en su país crímenes de lesa humanidad contra la población civil y se amenaza de muerte a los activistas de Derechos Humanos.
BOGOTA La carta abierta, firmada por personalidades del mundo de las letras, juristas, artistas y académicos entre los que se cuenta el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, se dio a conocer ayer, un día después de que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, respaldara en Colombia la llamada «Política de Seguridad Democrática» de Alvaro Uribe, que abunda en la política de guerra del mandatario colombiano, con graves consecuencias para los Derechos Humanos.
En este documento se responsabiliza al mandatario colombiano «de lo que le está ocurriendo y pueda pasar de ahora en adelante» a los defensores de Derechos Humanos que «han sido amenazados o acusados por organismos estatales represivos, de ser apoyos o miembros de la insurgencia».
Según los intelectuales, en Colombia fueron «asesinados» Luis Eduardo Guerra, cofundador de una Comunidad de Paz; Irma Areiza, de la Comunidad de Dabeiba, y el líder de la Comunidad de Jiguamiandó, Pedro Murillo. «Las tres personas, además de ser promotoras de resistencias civiles en estas meritorias Comunidades, eran testigos directos de crímenes de la estrategia paramilitar en la misma región», recordaron.
Matanzas de civiles Asimismo, en la carta se responsabiliza a Uribe de las recientes matanza «contra campesinos, niños y mujeres en estado de indefensión» perpetrada por militares y paramilitares el 21 de febrero, en San José de Apartadó (Urabá).
«Estas personas humildes fueron asesinadas con la mayor sevicia. Sus cuerpos estaban descuartizados. Es uno de esos crímenes de lesa humanidad imborrables, de los cientos que militares y paramilitares han cometido impunemente durante muchos años», denuncia el texto difundido. El Gobierno de Uribe, «en lugar de pedir perdón públicamente y rectificar, ha amenazado de manera reiterada y ordenado acabar con estas comunidades, al anunciar que las tropas que han sido sistemáticamente agresoras y homicidas, van a ocupar militarmente las tierras de estas poblaciones (...) asegurando el despojo de estos territorios y títulos colectivos, que ya vienen siendo usurpados violentamente por salvajes proyectos económicos», añaden.
«La tragedia colombiana nos conmueve e interpela éticamente. El silencio y la omisión nos parecen terriblemente cómplices. No compartimos el objetivo de tergiversar la realidad, como se pretende al punto de mantener la absurda tesis de negar la existencia del conflicto, pisoteando la memoria de las víctimas y atacando a quienes buscan sembrar esperanza en medio de una guerra cruenta», afirma el texto.
Para los intelectuales, «este mecanismo, y otros de falseamiento, operan a favor de la impunidad que su Gobierno (el de Uribe) está consolidando».
«Deseamos ver a Colombia en Paz y Justicia. Que no haya ni un muerto ni un desaparecido más. Que ninguna persona sea detenida o amenazada por su lucha por la verdad, la justicia y la reparación dignas», añade.