Brasil-Estados Unidos: amores difíciles en
tiempos de cambios
Abel Sardina
PL
Como en muchos matrimonios en que, sin llegar al divorcio, las discrepancias son
mayores que el amor, la llegada hoy de Condolezza Rice a Brasil sacó a relucir
cuán contrapuestas son las posiciones en los temas en debate.
La valoración se desprende de los análisis que publican hoy los principales
diarios en torno a la visita de la Secretaria de Estado norteamericana, que esta
tarde se reúne con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y el canciller Celso
Amorim.
En la lista de temas se apuntan Venezuela, Ecuador, Haití, Cuba, el Area de
Libre Comercio de las Américas (ALCA), la reforma de la ONU, la próxima cumbre
Sudamérica-Arabes y la elección del Secretario general de la OEA y la Triple
Frontera.
Y en todos ellos, salvo en el caso de Ecuador quizás, existen diferencias más o
menos marcadas, y hasta divergencias totales, en las posiciones de los dos
países.
Respecto a Venezuela, que los diarios apuntan como objetivo primordial del viaje
de Condolezza, que también incluye a Chile, Colombia y El Salvador, Brasil y
Estados Unidos tienen posturas diametralmente opuestas.
Hace un mes, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, formuló aquí
pronunciamientos abiertamente intervencionistas. Lula respondió con un apoyo
total al presidente Hugo Chávez y el rechazo a cualquier injerencia externa en
ese país.
Inclusive se vincula a la visita de la emisaria del presidente George W. Bush el
viaje que hizo ayer a Caracas el ministro-jefe de la Casa Civil de la
Presidencia, José Dirceu, quien debe regresar hoy mismo para estar presente en
el encuentro Lula-Condolezza.
Respecto al ALCA, Lula dijo la semana pasada que bajo su gobierno ese tema fue
sacado de la agenda de debates.
En cuanto a Cuba, se apunta que la funcionaria trae en su comitiva al
subsecretario de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental, Roger Noriega,
un furibundo enemigo de la Revolución Cubana, y también de la Bolivariana.
'Pero, así como en el caso de Venezuela, el gobierno brasileño mantendrá sus
posiciones de profundización de las relaciones con La Habana y contra la
política de embargo (bloqueo) mantenida por los Estados Unidos a aquel país',
escribe el diario O Estado de Sao Paulo.
Sobre las elecciones en la OEA, Estados Unidos apoya como Secretario General al
canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, y Brasil la del ministro del interior
chileno, José Miguel Insulza.
En el tema de la reforma de la ONU, en que Brasil aspira a un puesto como
miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, no se espera lograr de
Condolezza más que lo dicho en octubre por su antecesor Colin Powell, cuando
visitó el país, de que este es un buen candidato.
Acerca de la cumbre entre mandatarios árabes y sudamericanos, que Brasil está
organizando para mayo próximo, y en la cual se rechazó la solicitud de Estados
Unidos de participar como observador, se le garantizará a la visitante que no se
criticará la política de ese país y de Israel en el Medio Oriente.
En cuanto a Haití, donde Brasil encabeza -por petición de Washington y París-
las fuerzas de paz de la ONU, se da por descontado que se le reclamará a la
emisaria norteamericana el abandono de los compromisos de ayuda económica del
mundo industrializado a esa nación.
La Secretaria de Estado estadounidense también debe exigir una mayor vigilancia
en la Triple Frontera (Brasil, Argentina y Paraguay), región que el gobierno
brasileño no acepta sea un foco terrorista como sostiene Washington.
Un asunto sobre el cual no hay mucha claridad es Ecuador, pero no se esperan
aquí demasiadas divergencias.
En resumen, 'el paso de Rice por Brasil le suministrará los elementos necesarios
para la confirmación o no de la primera visita del presidente George W. Bush al
país, programada para noviembre de este año', según la apreciación de O Estado
de Sao Paulo.
La invitación fue transmitida el mes pasado por el ministro Dirceu durante una
entrevista que sostuvo con Condolezza en Washington y aún no se ha confirmado si
se hará efectiva.