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Complicidad de la administración pública con la devastación ambiental
Megarepresa próxima a ser culminada sin permiso ambiental
Púlsar
La Represa de Barra Grande, emplazada sobre el río Pelotas al sur de Brasil, no
tiene el permiso del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Para funcionar, necesita inundar un área natural protegida.
En septiembre de 2004 el Movimiento de Afectados por Barragens (represas en
portugués) logró mediante una Acción Civil Pública la nulidad de las licencias
ambientales de la empresa Baesa Energética Barra Grande S.A para construir la
represa.
Tanto los afectados como los ambientalistas denunciaron los intereses ocultos
tras la construcción de la represa y la "complicidad de la administración
pública con la devastación ambiental", por la falta de independencia del Poder
Judicial respecto a los intereses económicos y políticos y el modelo energético
en general en Brasil.
Engevix, la empresa encargada de realizar el estudio de impacto ambiental,
ocultó en su informe, que para la construcción de la represa serán inundadas
6.000 hectáreas de un área natural protegida.
Las obras en la Represa de Barra Grande están detenidas desde los primeros días
de abril porque no cuenta con la licencia ambiental que debe aprobar el
Instituto Brasilero de Medio Ambiente para culminar las obras.
Engevix, debió afrontar el pago de una multa de 10 millones de reales
dictaminada por el Instituto Brasilero de Medio Ambiente el pasado 22 de marzo,
por el "error" cometido en la distinción de la extensa área que será inundada
luego que la represa esté culminada.