Latinoamérica
|
De defensor de los
derechos humanos a "narcoterrorista"
"Pacho" Cortés: dos años preso político en Bolivia
Alex Contreras Baspineiro
ALAI
Cochabamba (Bolivia).- El colombiano Francisco Cortés Aguilar, conocido como "Pacho",
se encuentra detenido, sin sentencia, dos años en Bolivia.
El 10 de abril de 2003 –durante el gobierno del ex presidente Gonzalo Sánchez de
Lozada y su ministro Carlos Sánchez Berzaín- "Pacho" junto a los dirigentes
cocaleros Claudio Ramírez de Los Yungas (La Paz) y Carmelo Peñaranda del Chapare
(Cochabamba) y dos menores de edad fueron detenidos acusados de terrorismo,
alzamiento armado, espionaje y narcotráfico.
A pesar del tiempo, ningún boliviano o boliviana que tuvo la oportunidad de ver
ese fatídico día algún medio de comunicación comercial, debe olvidar el
espectacular show mediático manejado por la misma DEA norteamericana para
detener a los denominados "narcoterroristas".
La participación de la DEA en ese operativo fue reconocida por el propio
Viceministro de Gobierno, José Luis Harb: "Existen tratados, convenios y
acciones conjuntas de lucha contra el terrorismo…La actividad terrorista tiene
una acción de carácter extracontinental; por lo tanto, tenemos acuerdos para
entendernos con cualquier país, no sólo con Estados Unidos".
"Pacho" y los bolivianos detenidos, primero fueron acusados de ser miembros de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), luego de pertenecer
orgánicamente al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y, al no encontrar
ninguna prueba, les acusaron de formar grupos irregulares ligados al
narcotráfico. En dos años, no se encontró prueba alguna.
En todo este período, el colombiano primero estuvo detenido en la cárcel de
máxima seguridad de Chonchocoro, ubicada a más de 4.100 metros sobre el nivel
del mar en El Alto, por su salud deteriorada fue trasladado a la penitenciaría
de San Pedro en La Paz y desde enero, previo el pago de una fianza económica,
goza de libertad provisional en una vivienda particular -"la cárcel privada"
como la denomina "Pacho- y que fue rentada por la Fiscalía de Distrito.
En su manifiesto "El arte de jugar con la libertad de los pobres", el colombiano
señala que al estar próximo a cumplir dos años como prisionero político-social
continúa soportando la presión de los intereses capitalistas y politiqueros, que
obedientes al imperio norteamericano hacen que Bolivia sea un país conducido por
la herencia de gobiernos dictatoriales donde reina la injusticia y se afianza la
corrupción y el narcoterrorismo de Estado.
"Hemos sido encarcelados de manera arbitraria e injusta, una investigación
ajustada y acomodada a los intereses dictatoriales del gobierno de Gonzalo
Sánchez de Lozada para luego hacer una acusación sin bases confiables e incluso
comprando testigos en Colombia y Bolivia y ahora nos están obstaculizando la
libertad y el derecho a un juicio justo en el marco de los derechos humanos.
"Nuestro caso, tiene para el imperialismo, una importancia enorme política y
económica; por que es la única manera de mostrar al mundo la supuesta lucha
contra el narcoterrorismo en Bolivia y así justificar las inversiones económicas
y la militarización inmunizada y deshumanizada. Pues así se va legalizando la
invasión, la penalización y criminalización de la vida social, en la estrategia
de exterminar a los pueblos y adueñarse de la riqueza y patrimonio de la
humanidad", destaca en partes salientes del manifiesto.
Mientras que "Pacho" está detenido, el ex presidente Sánchez de Lozada y su
ministro Sánchez Berzaín, se encuentran refugiados en Miami (Estados Unidos)
acusados formalmente por la "justicia" boliviana por homicidio de 67 bolivianos
y bolivianas, asesinados en octubre de 2003, durante la "Guerra del Gas".
Cárcel privada
En una carta enviada al presidente Carlos Mesa, el colombiano le recuerda que en
junio del año pasado, ante al arribo de una Misión Internacional de Vía
Campesina y Derechos Humanos se conformó una comisión interinstitucional para
revisar y vigilar su caso; sin embargo, no existe voluntad política ni acciones
concretas de parte del gobierno.
"Le dirijo la presente con el objeto de solicitarle se constituya en visita
oficial a la menor brevedad posible a fin de que pueda verificar nuestra
situación de encarcelamiento, recibir en forma directa y verbal nuestra denuncia
contra las autoridades judiciales y del Ministerio Público y elevar los
correspondientes informes tanto a nivel nacional como internacional sobre la
violación a mis derechos y las acciones contra quienes están permitiendo estas
irregularidades y atropellos en contra de los derechos fundamentales reconocidos
en la Constitución Política del Estado, tratados y convenios internacionales
como a la vida, salud y seguridad, a emitir libremente mis ideas y opiniones,
reunirme y asociarme para fines lícitos, al trabajo, a la educación, a la libre
locomoción, a la propiedad privada y relación social, al ambiente natural,
oportunidad a un juicio justo y a la defensa legítima en el marco de los
derechos humanos y, en fin, a la libertad como derecho primario de todo ser
humano", señala.
Agrega que al ser trasladado de la cárcel pública de San Pedro, "a una cárcel
privada, es decir a un domicilio que no me corresponde y mucho menos guarda las
garantías necesarias para poder afrontar con dignidad el proceso, porque
sencillamente fue contratada por el Ministerio Público, inmueble precario
ubicado en la calle final Nicolás Acosta de la zona de Alto San Pedro de esta
ciudad, en donde me encuentro encarcelado en peores condiciones de las que ya
vengo sufriendo por todo este tiempo".
En esa "cárcel privada" el colombiano vive custodiado las 24 horas con dos
efectivos policiales que, según sus propios testimonios, deben conseguir el pan
de cada día para sobrevivir.
La sentencia está dictada
Según los abogados del colombiano y del propio "Pacho", aunque no se ha
concluido el proceso, por la presión norteamericana y algunas instancias del
gobierno, ya existe una sentencia dictada en su contra.
La imputación a "Pacho" incluía además a varios dirigentes cocaleros quienes
hace pocos días fueron sobreseídos del caso. EL 21 de marzo, el fiscal René
Arzabe solicitó el sobreseimiento para 22 dirigentes cocaleros imputados por los
delitos de terrorismo y alzamiento armado, junto con el colombiano sean
excluidos del caso porque "no se cuenta con suficientes elementos de prueba para
sustentar en su contra una acusación".
El sobreseimiento favorece a los dirigentes Delfín Olivera, Leonilda Zurita,
Vicente Vigabriel, Modesto Condori, Julio César Salazar, Wilde Moscoso, Eusebio
Rubios, Asterio Romero, William Condori Quiroz, Isidro Daza, Samuel Chacón,
Justino Villca, Tomás Inturias, Martha Gonzales, José Vallejos, Genaro Moscoso,
Albino Paniagua, Rimer Ágreda, Leonardo Marca, Domingo Flores, Lino Flores y
Máximo Romero.
El único proceso que falta es contra el colombiano Cortés y los campesinos
bolivianos Carmelo Peñaranda, Claudio Ramírez, Daniel Escóbar y otros 12
cocaleros.
El lunes 4 de abril se postergó el juicio oral indefinidamente en virtud de una
recusación presentada por Daniel Escóbar contra los jueces Carlos Blanco y Nancy
Altuzarra por considerar que ambos ya están predispuestos a fallar en su contra.
Apoyo internacional
En los dos largos años, varias organizaciones que realizan trabajo social como
la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, Vía Campesina, el
Parlamento Europeo y muchas otras participaron activamente en una campaña por la
libertad de Francisco Cortés porque conocen de su trayectoria como ejemplar
defensor de los derechos humanos.
"Denunciamos ante la comunidad nacional e internacional la injusta detención de
Francisco Cortés, líder campesino y defensor de los derechos humanos en
Colombia, preso político en Bolivia, porque es un hecho violatorio en el que
incurrieron las autoridades bolivianas al tratar de criminalizar los movimientos
sociales de América Latina", aseguraron en un comunicado.
Según estas organizaciones en el período de la detención de Cortés se produjeron
una serie de irregularidades y de errores procedimentales como violaciones a los
derechos humanos, ya que los presos políticos fueron sometidos a tratos crueles
y degradantes por parte de funcionarios encapuchados, quienes vulneraron el
derecho a la intimidad al ser sacados violentamente de sus dormitorios,
semidesnudos, amarrados y vendados.
El abogado defensor, Andrés Zúñiga, señala que en todo este tiempo de reclusión,
no se pudo comprobar ninguna de las acusaciones contra "Pacho" por lo que le
corresponde la libertad, pero una libertad pura y simple, no condicionada.
Penalizar las protestas
Según Cortés, el gobierno estadounidense en su falsa lucha contra el terrorismo
y contra el narcotráfico trató de involucrarlo con actos irregulares en su
objetivo de criminalizar a los movimientos sociales del continente y del mundo.
Pese a los dos años de privación de su libertad, "Pacho" asegura sentirse con la
conciencia tranquila porque no se considera "narcoterrorista" sino defensor de
los derechos humanos.
De acuerdo a diversas versiones, en este tiempo de detención, el colombiano se
destacó por defender los derechos de sus compañeros. Fue representante de todos
los reclusos -tanto de la cárcel de Chonchocoro como de San Pedro- y ahora
conformó una Red Mundial de Presos Políticos para que desde esa instancia se
pueda defender los derechos de quienes son acusados injustamente por el sistema.
"No he podido comprender en Bolivia ni la administración de esta injusticia, ni
la defensa y aplicación de los derechos inhumanos; tampoco entiendo qué
diferencia hay entre oposición política popular con la fuerza política
neoliberal, cuando todo el manejo se mueve a base de componendas políticas,
económicas e incluso hasta negocian los derechos humanos y el patrimonio social
del pueblo, en donde las cúpulas y caudillos cada vez más se reacomodan, sin
importarles tengan que violar las leyes o pasar por desapercibido el clamor de
los pueblos más pobres.
"Me preocupa cómo las cárceles en el mundo se siguen llenando de pobres y sobre
todo ahora hay una tendencia de prisioneros político-sociales que por el hecho
de levantar la voz, denunciar las injusticias o de luchar por dignidad y
libertad o por exigir trabajo, educación, salud, tierra, garantías de vida, etc.
somos encarcelados por quienes manejan los poderes o aplican la justicia a favor
del neoliberalismo, mientras tanto los potentados que masacran a los pueblos,
saquean las riquezas, roban el presupuesto estatal, explotan a campesinos,
trabajadores, soldados, policías y en general a los pueblos proletarios son
excarcelados o exonerados de cualquier delito y por el contrario se le premia
con altos cargos o se les larga a disfrutar de su buen motín a otros países.
¡que justicia! quienes somos los castigados y quienes son los premiados... por
eso, no dejamos de ser seguidores de Cristo, por ello nuestro sacrificio de
persecución, humillación , amenazas, torturas y prisión debe servir para
fortalecer la lucha y así nos crucifiquen, es mejor morir de pie antes que
esclavos vivir o dejar un mundo desgraciado a nuestras futuras generaciones",
destaca en partes salientes de su comunicado.
Francisco Cortés Aguilar, más conocido como "Pacho" con total convicción y pese
a los dos años de detención afirma: "Este es un juicio político impuesto desde
Estados Unidos por los intereses que tiene en Bolivia y Latinoamérica; por eso
mi lucha continuará hasta que conseguir mi libertad absoluta, no soy terrorista
ni narcoterrorista, soy inocente, he sido y siempre seré defensor de los
derechos humanos".