Latinoamérica
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El presidente, el candidato y otros personajes
Raúl Wiener
El señor Congresista Xavier Barrón Cebreros.- Quiero hacer una pregunta muy
directa y concreta: ¿va usted a firmar el acta señor Presidente?.
El señor Presidente Constitucional de la República, doctor Alejandro Toledo
Manrique.- ¿Qué acta?
El señor Congresista Xavier Barrón Cebreros.- El acta que va a ser producto de
la trascripción taquigráfica que están haciendo las taquígrafas.
El señor Presidente Constitucional de la República, doctor Alejandro Toledo
Manrique.- ¿Qué taquígrafas? Tú me dijiste Carlos Ferrero que serían sólo
apuntadoras.
El señor Congresista Edgar Villanueva Núñez.- Las apuntadoras señor Presidente
están detrás de Carlos Ferrero, a la única que conozco es a la señora Mercedes.
Las taquígrafas están detrás de nosotros.
El señor Presidente Constitucional de la República, doctor Alejandro Toledo
Manrique.- No voy a firmar.
Lo que los peruanos no terminamos de entender todavía es que Alejandro Toledo
'El Presidente', que el miércoles respondía a la Comisión Villanueva, no sé, no
me acuerdo, no conozco, no firmo; no es la misma persona que Alejandro Toledo
'el candidato que necesitaba inscribirse', hacia finales de los años 90.
Nos parece normal creer que uno debe responder por el otro, pero 'El
Presidente', dice la verdad cuando afirma que jamás trató con Nieves, con Burga,
con Alvarez, y que es una infamia siquiera suponer que alguna vez buscó un
contacto con Montesinos. 'El candidato que necesitaba inscribirse', en cambio,
buscaba gente pendeja que le dijera como se hacía y le diera los medios para
pasar la barrera inconcebible de firmas que había levantado Fujimori.
También durante la primera vuelta de las elecciones del 2000, había un Alejandro
Toledo 'no opositor, sino alternativo', que era el que iba a hacerle el segundo
piso a Fujimori, y hubo un Alejandro Toledo 'me han robado las elecciones', que
marchó al Palacio en hombros del pueblo después que le dieron vuelta a los
resultados de boca de urna.
Y entre primera y segunda vuelta, hubo Alejandro Toledo, 'de todas maneras
participaré en las elecciones' y que era precursoramente traducido por Carlos
Ferrero; y Alejandro Toledo, 'no voy a participar del tinglado fraudulento'; y
uno y otro ocasionaron las más tremenda confusión entre sus seguidores y los que
querían derrotar el fraude que se dispersaron con algunos yendo a votar por
Toledo, otros en blanco, otros viciado y una buena parte no votando, a pesar de
las multas.
Para los Cuatro Suyos, hubo Alejandro Toledo 'vamos a marchar al Congreso para
impedir que Fujimori jure como presidente'; y Alejandro Toledo, esta vez
traducido por Bruce, 'los Cuatro Suyos serán una fiesta'. Otro enredo que
concluyó con un nuevo Alejandro Toledo con máscara de gas marchando en dirección
opuesta por el jirón Belén hacia Paseo de la República y huyendo raudamente
hasta no parar en el extranjero, dejando abandonados a los que convocó a la
lucha.
Antes hubo un Alejandro Toledo que 'enamoraba a Lucrecia Orozco en Piura'; y
otro Alejandro Toledo 'es mi esposa y yo la amo'. El segundo no responde por los
actos del primero. Por eso se pasó 14 años negando a la hija de Alejandro Toledo
que 'enamoraba a Lucrecia Orozco en Piura', que desapareció un día y no volvió
jamás. El segundo Alejandro Toledo era tan temerario que ofrecía hacerse las
pruebas para demostrar que nunca estuvo con Orozco. Pero igual que 'El
Presidente' ante la Comisión de las Firmas, al final alteró sus compromisos. No
fuera a ser que el ADN y la firma de los varios Toledos fuesen equivalentes
Hay un Alejandro Toledo del 'día del secuestro del Melody', que perdió 10 mil
dólares en un solo día entre las piernas de cuatro mujeres. Y otro Alejandro
Toledo de 'Punta Sal'.
Yo mismo conocí en 1981, un Alejandro Toledo 'asesor de Alfonso Grados Bertorini',
al comienzo del segundo gobierno de Belaúnde, que casi no hablaba español (pedía
que le tradujeran las palabras) y aparentemente inspiraba una corriente opuesta
a los Chicago Boys de Ulloa: Kuczinsky, Abusada, Boloña, Dañino, etc. Dentro del
régimen belaúndista.
Ahora hay otro Alejandro Toledo, 'el economista', que trabaja con casi todos
esos personajes de la apertura económica, las trasnacionales y la privatización'
Hay un Alejandro Toledo, 'el socio de CLAE', del que puede contar Carlos
Manrique. Hay un Alejandro Toledo que 'daba consejos a Alan García' cuando era
presidente.
En fin.
Lo importante es saber que son personalidades independientes. Una no responde
por las otras. 'El Presidente' no puede haber falsificado las firmas, ni
desconocido a su hija, ni mentido sobre el secuestro, ni sobre la hermana y los
sobrinos. No puede, porque es 'El Presidente' y un presidente no está para esas
cosas.
Tal vez otro Alejandro Toledo, pero no el que estaba ante la Comisión Villanueva.