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Latinoamérica


 

Colombia, Venezuela y Bolivia: La insubordinación del patio trasero.

Alejandro Martínez.

El problema cardinal, hoy más que nunca yace en el imperialismo, su crisis y sus respuestas, en particular del yanqui y sus proyecciones hacia América Latina. Una breve categorización y recuento de las últimas décadas nos sirve para ubicarnos en el presente. Después del regreso de la "democracia" y el fin de las dictaduras militares, junto con las luchas insurgentes caribeñas, centro y suramericanas, con casos excepcionales o atípicos como la dictadura de Fujimori en Perú en la década de los años 90, la de Uribe ahora y otros gobiernos no muy presentables en Centroamérica, sirvieron y sirven de escenario para la implantación y profundización del neoliberalismo o su generalización, dado que a Pinochet le cabe el gran mérito de haber iniciado el proceso.

Pero la implantación del neoliberalismo con su liberalización de mercados y flexibilización laboral principalmente, generó dos fases claramente definidas:

- Los primeros años de euforia en los que las trasnacionales se robaron las principales empresas públicas de América Latina, se quedaron con casi la mitad del mercado interno de la región, relanzaron la exportación de capitales hacia el subcontinente y lograron reforzar el pago de la deuda externa, que ayudó a crear fabulosas ganancias en EU, expresado en el índice bursátil Dow Jones de Wall Street, que pasó de 3.000 puntos a 12.000, que significa que se multiplicó artificialmente por cuatro el capital financiero de sus trasnacionales
- Desde la crisis de 1997 es un proceso totalmente agudizado; con el bacatazo del derrumbe de Argentina, la crisis bursátil de EU en el 2000 y la fragilización de la deuda externa de la región, -que llega casi al billón de dólares- a niveles críticos, que amenazan derrumbes generalizados, entre ellos Colombia, aplazados por el auge postizo de los faltantes fiscales internos y comerciales externos, del Coloso Yanqui, la denominada burbuja especulativa Bush.

De ahí que para los intereses hegemónicos del Gran Imperio del Norte, lo más grave en la región sea el proceso de derrumbe de su sustento económico, político, ideológico y militar, los partidos políticos latinoamericanos tradicionalmente incondicionales, cuyos procesos más agudos y con mayor peso ideológico y de movilización de masas, son los que se desarrollan en Venezuela y Bolivia, pero generalizados en mayor o menor grado en todo el subcontinente. Este proceso de insubordinación del "Patio Trasero" al amo yanqui, es un proceso que al ser alimentado por la crisis social y política, crea una tendencia hacia la politización latinoamericanista de las luchas internas, con perfiles no sólo antineoliberales sino antiimperialistas, que abre la perspectiva de un sólido bloque regional; en la perspectiva de la Liberación Nacional.

Bush ha respondido con una contraofensiva multilateral, financiera, política y militar, para tratar de revertir la tendencia progresista, mediante la implantación de otra aún mas regresiva y demencial: El ALCA, el TLC, el PLAN PUEBLA PANAMÁ, propuestas de creación de ejército continental antiterrorista, mayor bloqueo a Cuba, intervensionismo militar en Colombia y la región andina, apoyo al golpismo en Venezuela, presiones a Brasil y Argentina, aunque en su conjunto no las puede englobar todas en la Cruzada Antiterrorista Mundial. Uribe y Fox parecen ser los únicos pilares fuertes para la reconquista yaqui, pero sus posibilidades son limitadas dadas sus propias fragilidades, toda vez que son proyectos muy caudillistas, que no cuentan con partidos sólidos y espacio político suficiente que les permitan lograr la proyección estratégica que requiere el amo yanqui.

Lo llamativo es que la contraofensiva gringa en lugar de amedrentar y dispersar el movimiento político regional, como había sucedido hasta ahora, lo ha fortalecido y le ha acuñado una nueva y rica dimensión internacionalista con la solidaridad y entronque con el proceso más gaseoso y oenegizado (ONGs) del Foro Social Mundial de Porto Alegre, que le aporta valiosos elementos como la lucha contra la guerra imperialista, la deuda, el FMI, por la salud, educación, etc, y al la vez profundizado sus raíces económicas, sociales y políticas subcontinentales.

Obvio que este proceso de luchas conjuntas latinoamericanas está sólo en gestación, por lo que es incipiente, complejo y contradictorio:
- No está decantado, aunque el tema del ALCA-PLAN PATRIOTA, el TLC, el PUEBLA PANAMÁ, -en menos medida también el Plan Colombia y el Ira, Iniciativa Regional Andina, su proyección militarista hacia la región- tienden a continentalizar o unificar y politizar las incipientes resistencias locales y nacionales, en un único bloque político latinoamericano e independiente, -aunque con algunos nexos con el proyecto de las burguesías locales- con reivindicaciones y luchas conjuntas, apuntalados en múltiples eventos a los cuales se suman cada vez mayor número de organizaciones y segmentos de la población.
- Hay sesgos socialdemócratas y liberales, que ocultan y a la vez abren espacio por un lado a intentos de reencauche de los partidos burgueses, así como abrir espacio para el ALCA y el TLC a mediano plazo y por tanto hacia el reencuentro con EU.

De ahí que en el marco internacional, lo nuevo y positivo en el movimiento obrero y popular colombiano-particularmente-es que se están creando y se desarrolla una buena comunicación y apoyo al proceso venezolano, se refuerza y consolidan grupos de solidaridad con este pueblo hermano y su revolución bolivariana en diferentes partes del país, con actividades permanentes, visitas y proyectos de construcción conjunta, además de cierto contacto cada vez más fluido con personalidades de la academia y los movimientos sociales de Argentina, Brasil y toda Suramérica.-desde luego demonizados y paramilitarizados por la oligarquía Colombiana y el Imperialismo gringo .

Sin duda que los de Chávez, Bolivia, las Farc-ep y el ELN son los proyectos más claros de la región, por sus características populares y antiimperialistas, junto con sus suproyecciones importantes hacia el resto del continente, con bastante arraigo en el movimiento sindical y popular en general en Colombia y países vecinos, que además ha servido en nuestros países para reforzar la organización de la solidaridad política con Cuba, proyectos que van de la mano con cierta alza de conciencia, que sirve un poco de oxígeno ante el apabullamiento generalizado que ejerce la derechización del régimen en nuestro país, así como de otros procesos de gobiernos alternativos que han surgido y están surgiendo en Latinoamérica. Esto se nota cada vez más en las movilizaciones que vienen en ascenso, en el que proliferan las consignas y flamean las banderas y pancartas portadas por grupos de solidaridad con las luchas del pueblo Colombiano, Boliviano, chavistas y asociaciones pro-Cuba, sin embargo la movilización en general no tiene continuidad puesto que falta construir donde sabemos. También mejora la comunicación con los procesos populares de Ecuador y Bolivia, mientras que las relaciones con el resto de Sudamérica es más distante y esporádica, más lejana aún el resto de Latinoamérica.

En cuanto a la vida política de Colombia propiamente dicha, cerraron y reconvirtieron en empresas diferentes a punto de privatizar a TELECOM, INRAVISION Y ECOPETROL, pensamos que como ofertas a los gringos para endulzar la firma del TLC, ya que bajo la acusación de ineficientes y sobre endeudadas, debido a "alto" costo de las pensiones, -en realidad por los contratos leoninos con el gran capital privado- en las dos primeras se destruyó el sindicato y despidieron gran parte de la gente, mientras en la tercera dejaron a la USO en los rines, luego de una valerosa huelga, en donde despidieron a la mayor parte de la dirección. El día en que cerraron a INRAVISION, en Colsánitas le dieron una droga "equivocada" a Enrique Urrea y a pocas horas murió de hemorragia cerebral. La dirección de la CUT desde hace dos años cayó en manos de los liberales y cuenta con fuerte presencia de los paramilitares que también penetran cada día más el resto del movimiento social.

No obstante las movilizaciones contra Uribe, el ALCA y el TLC vienen en alzas impresionantes, en las que se destacan los indígenas que han dado un salto ejemplar en politización y organización en un proyecto de educación y formación nacional, asistiendo a todos eventos y marchas, también gran participación de la juventud pero sin mucha organicidad, algunos esfuerzos importantes pero aún incipientes en el movimiento femenino, los comunales y de derechos humanos, al tiempo que decae sensiblemente el sindicalismo, el movimiento campesino y barrial, lo cual ha abierto espacio para una desenfrenada "oenegización- (ONGs) de los segmentos populares, con dos funestas tendencias resultantes:
- Se atomiza y despolitiza el movimiento social y político en miniproyectos económicos para supervivencia, en cuyos tentáculos caen hasta la aguerrida izquierda tradicional, lo que abre espacio a la socialdemocracia, con su carga de despolitización y desideologización, el economicismo, el divisionismo y el sectarismo .
- Se mercantiliza la actividad política de oposición, hasta la creación del llamado "mercenarismo" político en lucha ya no sólo por cargos públicos y contratos del Estado, sino la rebatiña por los fondos de "cooperación" de las agencias internacionales de "desarrollo".

Esta situación se expresa en la profundización del economicismo a nivel ramplón y el bajo nivel de debate en muchas de las asambleas de masas, así como en muchos de los sectores que participan en las movilizaciones en donde se observa que no existen verdaderos activistas y dirigentes que conduzcan que le den alegría, contenido y fuerza a las marchas. Esto se debe en gran medida a que prácticamente han desaparecido las escuelas de formación política, porque los sindicatos carecen de fondos para financiarlas aparte de las socialdemócratas financiadas donde sabemos y por tanto no se da importancia a la forja de organizadores, educadores, agitadores y propagandistas en las bases, especialmente entre las nuevas camadas de jóvenes que llegan rebosantes de ganas de aprender y luchar, muchos de los cuales ya se destacan como dirigentes naturales que piden calificación, algo necesario para realizar el trabajo paciente y delicado de hormiguitas de la reconstrucción de movimiento en medio de la lucha y en torno a tejer las agendas sociales y públicas que permitan fortalecer la Unidad y las direcciones políticas y revolucionarias para enlazarlas con las bases.

Tal vez uno de los aspectos más relevantes y positivos de cara al futuro y en la perspectiva de entroncar el proceso colombiano con la tendencia antiimperialista lationamericana, radica en el surgimiento de una alianza amplia contra la reelección de Uribe y los principales puntos de su agenda social, denominada Gran Coalición Democrática, GCD, un mecanismo hoy remozado que surgió el año pasado y logró derrotar este año el Referendo en el cual Uribe trató de imponer el pacto de "estabilización" del FMI. En él participa un sector liberal disidente que dirige la senadora Piedad Córdoba, más el Frente, el Polo, el Moir y toda la izquierda, en el que también están los sindicatos, los comunales y casi todos los sectores políticos y populares de oposición al urbismo.

El Polo Democrático Independiente, PDI, está compuesto por el M-19 de Navarro, Petro y Samuel Moreno Rojas; el PSOC, del Senador Jaime Dussán, los indígenas de Rojas Birri y otros parlamentarios en total unos 12, algunos con alguna representación en el magisterio y sectores populares. El Frente Social y Político, FSP, está compuesto por el PC, Dignidad Obrera, el Guillermo Marín, Presentes por el Socialismo, los maoístas del MODEP y personalidades independientes encabezados por Carlos Gaviria ExPresidente de la Corte Constitucional, Orlando Fals Borda sociólogo de la nacho, Gloria Cuartas, exalcaldeza de Urabá. En general la izquierda está reducida a mínimos, buena parte en los señalados miniproyectos de superviviencia y con unas visiones minimalistas, fraccionadas y aisladas de la realidad, lo cual hace que el trabajo por la base y sistemático sea escaso y recaiga en unos pocos "independientes", además una floja elaboración programática, lo cual no ayuda mucho. El Frente participa en Alternativa Democrática, AD, una acuerdo de bancada parlamentario que dice intentar trascender al movimiento social, con unos 12 congresistas entre el Moir, Indígenas, el cura Hoyos e independientes.

La AD, presentó a Carlos Gaviria como precandidato a la Presidencia, en un reciente 2 de Diciembre, evento en el que estuvo Piedad y algunos del Polo y tiene programado realizar un seminario ideológico para definir plataforma y organizar la construcción en las comunidades. Gaviria en las encuestas de los diarios oficiales es segundo en favorabilidad para la presidencia, aunque doblado por Uribe, muy lejos atrás está Serpa y casi insignificante aparecen Mockus y Peñalosa. Sectores del Polo con Dussán y Navarro e la cabeza estuvieron proponiéndole al Frente y otros a Mockus y Serpa como candidatos "unitarios", mientras el sector independiente del Partido Liberal está indeciso y también moviendo fichas. Petro que se ha ganado un gran prestigio por los debates políticos sesudos y contundentes contra el gobierno y sus fechorías en el Congreso, figura de segundo en las encuestas de izquierda tras Gaviria. El resto de grupitos alborotan el festín electorero, patalean y gimen que hay que incluir de antemano en la repartija las listas para el Congreso y hasta ministerios! Mientras tanto es poco lo que se avanza en lo de programa y el trabajo por abajo, cuyos logros es más el esfuerzo de las bases. Habrá que ver.

La GCD, es un ente muy gaseoso por que allí aparecen las cúpulas y la carencia de programas concretos y sustentados, aunque ha logrado bastante poder de convocatoria a movilizaciones y se siente en los barrios populares, en las universidades y en el movimiento popular. En dos "cumbres sociales" encabezadas por la plana mayor, se definieron 5 puntos centrales: 1, Contra la Reelección; 2, contra el ALCA-TLC; 3, contra las contrarreformas socioeconómicas del acuerdo con el FMI; 4, por la defensa del "Estado Social de Derecho", porque Uribe está desmontando algunas garantías constitucionales como la tutela, el control de la Corte Constitucional; y 5, la solución política negociada, que implica la lucha contra la injerencia norteamericana, el Plan Colombia, el Plan Patriota y la Iniciativa Regional Andina.

Además se decidió desdoblar la GCD, en todas las regiones y departamentos, hasta ahora 27, en donde se crearon subdirectivas y ha comenzado a bajarse aún más a las localidades con eventos con las comunidades de base, lo que puede cambiar favorablemente el perfil y la dinámica parlamentarista y electorera, si de veras logra construirse desde abajo. Esto también depende de la capacidad y empeño de quienes estamos interesados en este tipo de actividad, puesto que las condiciones dan para avanzar allí y están apareciendo personas y equipos de trabajo locales de gentes con bajo nivel de politización pero con muchas ganas y disposición, en especial en la juventud, las mujeres, los comunales y menos los desplazados que ya son 3 millones en todo el país, -en donde hay de todo, desde paras para abajo- lo que permite abrigar cierto optimismo.

Ayuda y clarifica mucho el panorama y las perspectivas, la situación precaria para no decir de desbandada total en que se encuentran las toldas de los partidos tradicionales, cuyos tentáculos burocráticos y electoreros tradicionalmente bloqueaban toda posibilidad en las acciones comunales prácticamente han desaparecido de los barrios y universidades, paradójicamente incluso se da un languidecimiento de los "independientes" pro liberales y godos, mientras que se da un aumento de la presencia de liberales y godos en las direcciones sindicales, lo que queda, lo cual además es un indicador de la debilidad de la presencia de la izquierda, en lo que fue su bastión. De importancia cardinal es el agotamiento crítico de las bases del Partido Liberal que es lo único de algún contenido de masas y representación que permanece en el panorama político burgués, porque el Partido Conservador desde los años 50 no gana sólo una elección presidencial y está dividido entre el uribismo y el pastranismo. También al "glorioso" partido liberal, cuyo trapo rojo tratan de colocar la imagen histórica de Uribe Uribe y Gaitán, de restársele la bancada uribista que se desgajó del oficialismo, queda como partido minoritario en el parlamento por primera vez también en 50 años. A tal punto es la crisis, que hasta los ex-presidentes están divididos.

El inefable Turbay asumió abiertamente la causa y la dirección de "Patria Nueva", grupo de empresarios y políticos que encabeza el apoyo a la reelección de Uribe, cuyo objetivo es crear un partido único uribista. Aunque afirman que el centro motor debe ser el partido liberal, López, Samper y Gaviria han hecho críticas a la reelección, se distancian y al mismo tiempo buscan desesperadamente acercarlo, sin atinar definir una posición sólida y coherente. Esto implica cierto debilitamiento, pujas y recomposición al interior del núcleo duro de poder, ya no sólo de los grupos económicos tradicionales, sino recompuesto con la presencia cada vez más sentida de terratenientes, narcos y paras claves, más los tentáculos con Washington, a través de la Embajada, la CIA, la DEA y otras cartas de EU, situación evidente en las "negociaciones" para la "desmovilización" de los paras, en realidad institucionalización y reconfiguración de su proyecto fascista, una de cuyas cartas más importantes se lleva a cabo en Santafe de Ralito, Córdoba.

De ahí la importancia del juego que representa Piedad Córdoba, porque puede socavar más y hasta acabar de destruir ese halo de democracia y raíces populares que encarna la maquinaria liberal, que ha seducido y timado a tantos incautos y frenado tantos proceso progresistas, lo cual además ha permitido que el decadente parlamentarismo criollo funcionase lo suficiente para mantener la mascarada, algo vital para alimentar la cruzada guerrerista en coalición con los paras y Bush, junto con los megaproyectos, las privatizaciones, etc, vale decir se crearían condiciones para un cambio sensible en la correlación de fuerzas y su claridad, entre el pueblo y la burguesía.

Piedad pese a ser codirectora de la dirección nacional liberal, hoy en minoría por el retiro del uribismo y que la unen de forma discreta pero innegable a Serpa y Samper, ha asumido una posición vertical y frentera en el Congreso contra el proyecto uribista, de cara al proceso de legalización de los paras, chocando de forma abierta y beligerante ante las posiciones derechistas del gobierno, el TLC, los militares y la derecha. Ha sido y es una firme impulsora del rechazo al referendo, la reelección, el paquetazo de contrarreformas socioeconómicas del FMI.

Piedad es la parte sólida del liberalismo oficialista en la GCD, porque el resto trata de usarla como moneda de cambio y sólo en el discurso. En cambio la presencia de Piedad es cada vez más frecuente y solicitada, además de combativa en las asambleas barriales, de los sindicatos, en las organizaciones sociales de oposición, de derechos humanos, de mujeres, negritudes, indígenas, etc. además de su participación con su grupo y pancartas en las movilizaciones contra Uribe y el TLC se ha tornado en la estrella de las tarimas populares tras las marchas por su contundentes arengas. Es una mujer compleja, inteligente y valiente, pero sus flaquezas y las presiones que sufre se han manifestado en declaraciones públicas en las que afirma que se siente sola y golpeada, tanto que ha pensado en retirarse de la política.. Carlos Castaño la secuestró en pleno centro de Medellín y la siguen amenazando, hasta le balearon el auto a principios del año.

Parte de la complejidad del problema político que trasciende el actual gobierno, es que como se explicó anteriormente se está agrietando y reestructurado el eje estratégico del poder, nacional y latinoamericano junto con sus nexos imperiales, por el desgaste y fracaso de los programas neoliberales del neoliberalismo, impuestos por Washington y el FMI, que han fracturado los entramados jurídico político de los Estados locales, sobre los que se erige el poder nacional, regional y continental. Uribe, como excepción latinoamericana, tiene cierto matiz diferenciado al proyecto principal de la cúpula del poder hegemónico tradicional nacional e imperialista: El personalista y mesiánico con proyecciones estratégicas, que incorpora y asigna más peso a algunas "nuevas" élites empresariales y terratenientes, esta vez con nexos orgánicos con los paramilitares, la DEA y la CIA, núcleos nuevos exigen y trabajan para pasar del puesto de subordinados y lugartenientes a dirigentes principales en un nuevo proyecto más derechista que amerita la situación, bajo guiños amorosos de los gringos, quienes a veces marcan distancias por si acaso el nudo gordiano colombiano se enreda más, en lugar de aclararse.

De ahí que lo de Uribe no sea un proyecto acabado, ni único de descomposición y recomposición del proyecto oligárquico-imperial, dado que hay muchas piezas sueltas por resolver en la evolución de la crisis nacional, latinoamericana y norteamericana. Por un lado Uribe ha rehusado contar con un partido organizado y propio -mientras se resuelven o configuran los cambios que espera lograr- pues su discurso central es la mano fuerte contra la insurgencia, complementado con la anti-corrupción, endilgada a la actual dirigencia política parlamentaria a la cual amenazó revocar el mandato mediante referendo popular, puesto que el Congreso goza de mala reputación entre el pueblo. Lo paradójico y contradictorio es que su ex-ministro estrella, Fernando Londoño, el agente de las trasnacionales, lo calificó de "Congreso Admirable", cuando aceptó bajo lisonjas aprobar todo lo que Uribe le presentó, además el presidente no se aleja de la corrupción y el clientelismo, por el contrario, se ha convertido hoy el principal promotor. Sin embargo dada su alta popularidad aún mantiene en la manga el as de la revocatoria del Congreso que puede utilizar como chantaje en caso de rebelión de sus hasta ahora fieles seguidores.

Por el otro lado su política de seguridad democrática y el Plan Patriota para "sacar de las cuevas" a las FARC-EP, cuya alta aceptación ha sido promovida e inflada por los medios monopolizados, sin embargo no muestra resultado alguno pese a los secuestros de Ricardo Gonzalez en Caracas, Sonia y Simón Trinidad ,la amenaza y chantaje para la extradición en que se ha montado, con la generosa ayuda del imperio. Uribe cae en contradicciones repetidas, entre ellas la de negar la existencia del delito político en Colombia, con la idea de no conceder a la guerrilla estatus político ni negociar en una mesa conjunta salidas políticas, puesto que en últimas exige sometimiento y rendición. Sin embargo a los paras, a quienes hasta el presente la concepción del Estado colombiano para el tratamiento legal hacia su desmovilización y entrega había sido un simple sometimiento a la ley, con posibilidad de rebaja de penas. No obstante Uribe si les concede estatus político a las AUC, entra en negociaciones políticas con ellas y crea una zona de despeje, aunque la denomina zona de desmovilización.

Otro problema grave de la administración Uribe, es que si no logra liberar antes de las elecciones del 2006 a los retenidos por la guerrilla, especialmente las personalidades políticas y agentes norteamericanos, se le pueden crecer las presiones criollas y mundiales tan caras para su imagen mediática, lo que le complicaría su reelección, dado que es un tema con peso nacional e internacional, que prolongarlo indefinidamente no sólo evidencia su incapacidad militar para recuperarlos, sino la mezquindad de su proyecto caudillista que coloca sus intereses personales por encima del sufrimiento de sus familias y retenidos, hasta su posible muerte. De ahí que el tema del Acuerdo Humanitario sigue omnipresente en el escenario político, tanto para la derecha como para la izquierda, en el Parlamento y los medios y fuera de ellos, carta que hábilmente juegan las FARC que no se arrodillan como pretende Uribe, quien ahora las presiona con la extradición del comandante Simón Trinidad capturado en Ecuador; además de los secuestros de Sonia, y Granda maniobras a dos bandas ya que Uribe, usando su poder discrecional de definir a quien extradita, coloca en la misma balanza a Mancuso también solicitado por las cortes yanquis.

Por su parte el ELN ha aceptado dialogar, ante lo cual Uribe le exige desmovilización y rendición, obvio sin decirlo expresamente. Es interesante que los elenos siguen creciendo militar y políticamente y logran mover diálogos regionales -que Uribe no cede- y a su vocero Galán, -quien quedó sólo ya que Torres logró su libertad- que la Iglesia aprovecha para abrir espacios políticos de vez en cuando, hasta permitir a Galán hablar en el Congreso, lo que no está claro cuales son las cartas regionales claves que se pueden jugar, incluso antes de que se inicie algún tipo de actividad institucional conjunta con la insurgencia. De ahí que esta carta, sin mucho peso en lo propositivo y recién jugada por los elenos, fue archivada rápidamente por los medios y pasó casi inadvertida; pero se puede revivir por la debilidad creciente del paramiltar Uribe Velez.

Sin embargo tal hecho, permitió hábilmente a la derecha en el parlamento y al gobierno otorgar el mismo escenario a los jefes paras, quienes se presentaron de gala en sociedad y en directo por TV, al autoproclamarse como los nuevos padres de la patria, que habían salvado a Colombia del comunismo como ha ocurrido en Cuba y en Nicaragua, exponiendo su vida, la de sus familias y propiedades, por lo que no estaban dispuestos a pagar cárcel alguna, por el contrario consideraban que era la sociedad la que estaba en deuda con ellos, discurso refrendado con febriles aplausos de su cohorte en el parlamento y hasta representaciones diplomáticas, ambos sectores que también hábilimente no se dejaron ni determinar ni contar.

Semejante arrogante discurso de los paras en el Congreso con prensa internacional incluida, levantó polvareda y rasgadura de vestiduras durante varios días y su resonancia aún perdura, aunque la contraofensiva derechista calificó la respuesta de hipócrita e izquierdista, ya que supuestamente calló ante el "infierno" y las "masacres" del Caguán. El show ha seguido hasta comienzos de Diciembre con la desmovilización de los 1500 hombres de bloque Catatumbo de Tibú y Cúcuta, comandado por Mancuso, quien en su discurso casi llorando pidió perdón a su madre, mujer e hijos por los posibles "errores involuntarios" causados en medio del fragor del combate. Siguen afirmando que no pagarán cárcel ni entregarán "sus tierras", aunque el Alto Comisionado de Paz, logra matizar sus comentarios y se ha informado que ya hay unas tierras que están retornado.

El proyecto paramilitar no es sólo eso, sino que su nuevo plan maestro parece cada vez urbano y menos militar, basado en controlar las pandillas de delincuencia juvenil, la prostitución y el narcotráfico para reclutar sicarios, aplicar presiones y cobrar extorsiones, para copar zonas barriales, en las cuales impiden el acceso y actividades de la izquierda, incluso de simple oposición al gobierno, en línea de tener posiblemente mayor peso electoral en caso de que se revoque el mandato del Cogreso, surja un partido uribista, o que decidan reforzar los actuales sectores. La toma de las grandes ciudades muy avanzada en casi todas las capitales, es menor en Bogotá y posiblemente es un proyecto aún en construcción en todo el país, cuyas líneas estratégicas están por definirse en redefinición de lo que desde hace tiempo lograron penetrar. Por tanto es muy difuso y diferente en cada localidad, que depende de los capos locales, su capacidad, conocimiento y experiencia en diferentes campos, que no sólo está en los extramuros sino en el centro, mediante cierto control de los prostíbulos, el expendio de droga, las discotecas, las ventas ambulantes, las universidades y parqueaderos. A tal punto que toda la prensa burguesa, Tiempo, Espectador, Semana, Cambio, etc. habla de proceso de paramilitarización del país y de las ciudades.

En lo económico y lo social, Uribe ha sido favorecido por la "burbuja Bush" iniciada desde el 11 de septiembre con los monumentales déficits para aliviar la "pobreza" de los magnates y la cruzada contra el terrorismo mundial, que ha inflado artificial y descomunalmente su economía y la de todo el mundo. La economía colombiana que había estado al borde de otro argentinazo, debido a que la deuda pública se acercó 60% del PIB, con el sector cafetero en picada y a punto de tener que importar petróleo, sumado al derrumbe del comercio con Venezuela, el segundo cliente colombiano, dado el Paro Petrolero y luego de que un cuasi colapso financiero colombiano en el que tras la ruptura de la banda cambiaria del dólar/peso y el disparo de los tipos de interés internos al 80%, quebraron o fueron absorbidas unas 20 instituciones bancarias, lo que generó un hueco financiero con un potencial de impagos generalizado, que el generoso gobierno de Pastrana cubrió con fondos públicos de una magnitud de 14.3 billones de pesos, como lo ordena la cartilla del FMI, para que no sufran los poderosos y puedan seguir tranquilamente especulando.

El desplome del dólar frente al euro, el yen y el oro, ha reducido sustancialmente el monto de la deuda pública y los pagos de amortización e intereses en esta republica bananera, aunque el desempleo anda por el 17% y la tasa de pobreza por el 67%, unos 40 hospitales públicos cerrados, entre ellos 20 en tiempos uribistas, las universidades públicas al borde del colapso, la mayor parte de los departamentos en bancarrota y sometidos a régimen especial, la educación secundaria en ruinas, cierre de guarderías y recorte de orientación, idiomas, artes y otros costos "extra escolares", la construcción de vivienda pública congelada, los servicios públicos con miles de desconectados por "exceso de pago", sólo 70.000 en Medellín, lo que no alcanza a revelar la magnitud de la crisis social y política. La bonanza enviada por el Tío Sam, sin duda le ha dado un balón de oxígeno a Uribe que puede utilizar para su demagogia populista, en realidad sólo suavizar la represión salarial y el recorte del gasto público, a la vez aumentar el gasto bélico. Sin embargo si le estalla la burbuja en las manos le puede costar hasta medio brazo.

No obstante su "magia", las cifras de credibilidad de Uribe han comenzado a descender, más del 20% desde su pico del 80% y ya los medios otrora tan adictos al "príncipe", comienzan a formular críticas fuertes. Pese a sus prolongados Consejos Comunitarios semanales, transmitidos en directo por la TV estatal, en los que reemplaza a los gobernantes en cada región y que visita con todos sus ministros, en donde reparte presupuesto y concluye siempre que el problema central es la inseguridad, por lo que se requiere una reunión de seguridad para tomar más medidas represivas, no obstante su imagen de Mesías comienza a erosionarse. La pelea grande es cual va a ser la fuerza política que construya el partido para una derecha fascista, con o sin Uribe, puesto que por ahora hay 5 grandes capos políticos con sus respectivas bancadas parlamentarias convertidas en partidos uribistas, que le respiran en la nuca al führer.

Hay quienes sostienen que los que más pisan fuerte son los narcos, apéndices de los paras, para quienes ya están cansados de su papel durante más de dos décadas, en las que sólo respaldanron y financiaron campañas electorales presidenciales de partidos que no muestran resultados convincentes para solucionar los problemas centrales, que por el contrario se han tornado críticos. Le han perdido el respeto a sus anteriores amos y ahora quieren la parte principal del poder, para arreglar de una vez por todas el asunto, así como garantizar y aumentar sus privilegios: Exigen a la élite industrial y política tradicional que se baje de su pedestal y pase a ser la fuerza subordinada. El argumento no es tan liviano como parece. La oligarquía colombiana está en ruinas, no sólo la esfera política y el Estado ya descrita. Su propuesta y máxima esperanza es plantear la alianza estratégica con EU en Colombia y Suramérica, que los gringos vienen buscando.

Quieren ser no sólo los garantes sino los firmantes de los acuerdos necesarios para vengan los yanquis con el TLC, el ALCA, el IRA, Iniciativa Regional Andina, el Puebla Panamá, para que se lleven lo que quieran: las empresas privadas y públicas, el agua, la biodiversidad, los puertos, la frontera con Venezuela y Brasil, para atacar a Chávez, al Pueblo Boliviano y hasta Lula si se requiere. Necesitan figuras más limpias para presentar como dirigentes y por tanto tendrá que existir transacciones con sectores claves del uribismo que los representan y en los cuales puedan confiar. Datos y argumentos económicos y políticos hay suficientes y sobran, como lo demuestra la situación de los tres principales grupos económicos del país:

El Grupo Santodomingo el mayor del país en la gran crisis 1998-2001 perdió entre un cuarto y una tercera parte de su valor accionario en dólares, por lo que además de despedir a su presidente estelar Augusto López, quien lo dirigió durante su década de gloria, en la cual se super expandió con las privatizaciones en telecomunicaciones y TV del Estado y hasta logró expandir sus tentáculos por América Latina. Cuando llegó la destorcida, tuvo que vender su banco, el Comercial Antioqueño al Banco de Santander de España, salió de la quebrada Avianca por la limosna de la franquicia que le dio el grupo Sinergy de Brasil, vendió a Caracol Radio al Grupo Prisa de España, las telecomunicaciones de celulares inalámbricos a México y España, pero aún sigue sobre endeudado en dólares. Le queda Caracol TV y la chichita de Bavaria, herencia de los chibchas germanizados.

El Grupo Ardila Lulle, cuyo dirigente fue declarado el industrial del siglo de Colombia, es quien destruyó el único proyecto integral industrial que ha tenido el país: Coltejer, que fue un complejo conglomerado económico que comprendía desde el campo agroindustrial hasta siderurgia y metalmecánica. Fue el grupo que inició en el país la exportación de maquinaria agrícola y telares, además de la construcción de autopartes y el ensamblaje de motocicletas proyectado hacia lo automotriz, el que tuvo el primer computador colombino antes que planeación nacional y el primero en aplicar planeación estratégica en un horizonte de 20 años. Ardila lo compró con un 8% de las acciones en una trama especulativa secreta en la bolsa de valores, dado la gran dispersión de su capital accionario, convirtiéndose en el paquete mayoritario, desplazando a sus fundadores los Echavarrías.

Para este magistral golpe de mano, utilizó los fondos y el crédito de Postobón, empresa de la cual se apoderó a través de otra más pequeña Gaseosas Lux, cuyo control birló a la familia Gaviria-Santamaría, mediante su matrimonio con una de las herederas de la empresa familiar. Con la "elevada" mentalidad y tecnología que le imprime su calidad de buen mezclador de anilinas en Postobón, Ardila desmontó la avanzada racionalidad del Grupo Coltejer que llegó a tener 14.000 trabajadores del sector industrial, con unas 15 empresas de los sectores mencionados, muchas de las cuales competían en EU y Europa con buenos resultados, dada buena sistematización organizativas, su elevada tecnología, equipo de ingenieros y mano de obra calificada. Hoy no tiene más de 3.000 empleados, perdió no sólo la mayor parte de los mercados internacionales, sino un gran segmento del nacional, por tecnología obsoleta e ineptitud de su nueva dirección. Ardila con visión mezquina y autárquica se empeñó en construir otra cervecera, Leona, que fracasó y tuvo que venderla a su competidor Bavaria, por menos de lo que invirtió por lo que quedó también sobreendeudado en dólares.

El fuerte del grupo Ardila es RCN radio y TV, en particular esta última que junto con su rival Caracol TV, son fruto de la feria de privatizaciones de la esfera pública. Ambos canales televisivos han degrado a niveles rastreros tanto los noticieros, como los espacios culturales, con la más banal y simplista imitación de la producción yanqui-europea de los grotescos "realitis", la información y los análisis políticos desde el enfoque de la farándula y las presentadoras sexys, que mercantilizan la cultura y la política a niveles insoportables, dirigidas a embrutecer más el pueblo. Son actividades que rompen todo uso racional y democrático de las comunicaciones públicas, puesto que desconocen y atacan no sólo los derechos sociales a estar bien informado y educado, sino el patrimonio artístico y audiovisual colombiano, que si bien no ha sido del otro mundo, si contaba con aportes valiosos a la recuperación de la memoria y la formación de valores y elementos éticos y estéticos propios de la identidad nacional, realizada por buenos creadores y artistas colombianos con sentido de pertenencia criolla, latina y mundial.

Se sabe que en el seno de este grupo, especialmente en la gerencia de Apolo, se gestó un grupo paramilitar interno, que con apoyo de la dirección del grupo realizaba reuniones internas con buena parte de los altos ejecutivos, para prepararse para enfrentar la "guerrilla y el comunismo", operación que incluía hasta el espionaje y chantaje sobre miembros de los sindicatos y de funcionarios progresistas.

El Sindicato Antioqueño, es el grupo económico nacional más fuerte y el que menos sufrió en la pasada crisis 1998-2000. Aunque centrado en dos pilares del sector financiero, Bancolombia y la Aseguradora Suramericana líderes en su segmento, puesto que el resto de los capitales que lo integran, son de la industria liviana y baja tecnología como el textil, los alimentos y los materiales de construcción, que aunque la mayoría encabezan sus propias franjas en el mercado interno, su peso económico es cada vez insignificante en el mundo y tienden a desaparecer con el ingreso de la competencia de las trasnacionales del ramo. Es un grupo que estuvo mezclado en oscuras alianzas con el paramilitarismo y la policía en la conformación de la tenebrosa organización MAJACA en Medellín, "Muerte a Jaladores de Carros", mediante la cual se persiguió a los ladrones y desguasadores de autos, que arrasó de forma masiva y sin fórmula de juicio alguno, talleres y mecánicos sospechosos de tales delitos, que elevaban el costo de las primas de riesgo afectando el negocio de Suramericana. Esto indica que en Colombia como en gran parte de América Latina el proyecto de desarrollo nacional vanguardizado por un empresariado industrial y sus ideas liberales son cosas del pasado, que ha cedido espacio a la cada vez más reaccionaria aristocracia financiera y terrateniente-paramilitar, proyanqui y profascista.

Así que el sindicato antioqueño está dedicado a realizar alianzas estratégicas por anticipado con grandes grupos internacionales, ya que si las empresas industriales criollas van a contar poco, los gigantes financieros del mundo hacen que el sector financiero nativo sea algo menos significativo que un pigmeo. Es una salida temeraria de la oligarquía criolla del todo por el todo, talvez tratando de lograr de antemano un cargo menor en las trasnacionales, ante lo que presiente la irreversible avalancha del TLC y ALCA, en la que sabe no va a tener mucho espacio para dirigir, así como aterrorizada ante la impredecible y radical reacción popular. Vale decir tratan de ser los primeros en rendirse para obtener un mejor trato, por lo que no tienen pudor alguno a renunciar a defender siquiera su autonomía, un proyecto nacional o latinoamericano, menos al lado del pueblo.

El grupo Sarmiento Angulo, básicamente centrado en las finanzas y la construcción, sufrió rudos golpes con la crisis de ambos sectores, a tal punto que fracasó una costosa y vital operación para cotizar en la bolsa de Nueva York, que le daría la posibilidad de mayor palanca internacional, para las alianzas estratégicas que se requieren para sobrevivir en el futuro. Se sabe que una sucursal de un banco suyo en California fue detectado realizando operaciones de lavado de dólares para el narcotráfico, así mismo a través de sus servicios de seguridad interna ha desarrollado tentáculos paramilitares, contra las organizaciones sindicales y más allá.

Los paras y el núcleo duro del poder emergente, conocen a fondo estas flaquezas y lúgubres proyecciones futuras, además controlan los hilos de los grupos paramilitares internos, por lo que se la juegan toda por los yanquis, apuestan a que vengan por lo que les interese y se quieran llevar, con tal que los dejen ser los lugartenientes capaces de poner en orden cualquier insubordinación del populacho, lo cual tampoco está garantizado, por su presentación y capacidad efectiva de control, pero que sin duda pueden jugar un rol decisivo en el plan maestro imperialista. En fin, es una gran amenaza que muestra la decadencia del régimen, la derechización creciente de las élites criollas y el oscuro-pero esperanzador- panorama nacional.

El reto es grande, pero las posibilidades son aún mayores. Tenemos que estar a su altura.