Latinoamérica
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La extradición de la comandante Sonia
Que sepan Sonia, Ricardo y Simón que el encierro a que han sido sometidos, al igual que los miles de compatriotas procesados por rebelión, es, para los que creemos en la lucha política-militar, una cosecha donde recogeremos frutos de justicia, dignidad y libertad, escribe el analista político Mauricio Ramírez.
Mauricio Ramírez
ANNCOL/www.anncol.org
Pese a no estar plenamente establecida la identidad de la comandante Sonia,
su traslado a las mazmorras del imperio gringo se cumplió tal y como lo exigió
el gobierno norteamericano.
Lo que importa al final de cuentas es extraditar por extraditar, la soberanía y
la dignidad de colombianos sigue pisoteada por quienes gobiernan en favor de los
intereses de propios y extraños.
Tal y como queda demostrado en el proceso, a Sonia le resolvieron la situación
jurídica con base en tres nombres y varios apellidos, como si de la mujer
camaleón se tratara, para los fiscales colombianos y norteamericanos aún no
queda claro si requieren a Omaira Rojas Cabrera, Nayibe Rojas Valderrama o
simplemente Sonia, aquí lo que interesa es que es de las FARC-EP, condición que
por supuesto nunca ha negado la guerrillera pese a los montajes de supuestos
planes de las FARC para asesinarla, así que para evitar situaciones
antijurídicas como las del sonado caso del Marrano, fue puesta en bandeja de
plata con los alias y presuntos nombres de pila respectivos.
Con los casos de Simón, Ricardo y Sonia se ha puesto a prueba la dignidad del
revolucionario y la condición de luchadores populares. La postura que han
asumido ante los para-fiscales, medios de comunicación, además de las torturas a
las que han sido sometidos, demuestran que su militancia en las FARC-EP es
inquebrantable, insobornable y firme como la convicción del CHE cuando estaba
frente a su asesino. Las personas que se han formado en la Universidad de las
FARC-EP son pues dignas de seguir como ejemplo en la lucha contra los déspotas y
tiranos.
La celebración del día internacional de la mujer luchadora queda ensombrecida
con la actitud servil del administrador de hacienda que, una vez más celebra por
cuotas las que acoge como venganzas contra el movimiento insurgente.
Que sepan Sonia, Ricardo y Simón que el encierro a que han sido sometidos, al
igual que los miles de compatriotas procesados por rebelión, es, para los que
creemos en la lucha política-militar, una cosecha donde recogeremos frutos de
justicia, dignidad y libertad.
La democracia de hacienda que nos gobierna protegerá por tanto a los criminales
y narcotraficantes, mientras que ofrece al mejor postor a los luchadores y
luchadoras populares, para que sacien sus apetitos de glotones antisubversivos.