Latinoamérica
|
Comunicado íntegro
Organizaciones internacionales de derechos humanos confirman la responsabilidad del ejército colombiano en la masacre de Apartadó
Rebelión
Declaración
Pública Londres, 28 de febrero 2005
Los integrantes de Peace Brigades Internacional Colombia queremos expresar
nuestra profunda consternación y dolor frente al asesinato de Luis Eduardo
Guerra, reconocido líder de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó (Antioquia,
Colombia) y de siete personas más incluyendo mujeres y niños. La cruel masacre
de estos civiles ocurrió entre el 21 y el 22 de febrero.
PBI ha acompañado a Luis Eduardo desde nuestra llegada a Urabá en 1998. Ha sido
uno de los líderes comunitarios que más admiración nos ha causado por la
claridad y coherencia de su discurso y por su rotundo compromiso con la paz y
los derechos humanos, a pesar de las sistemáticas amenazas de muerte. A
consecuencia de estas amenazas Luis Eduardo salió de San José de Apartadó, y
después de más de dos años como desplazado interno regresó en el año 2004. PBI
acompañó la tristeza de su salida y la alegría de su vuelta.
Luis Eduardo Guerra representó a la comunidad de paz en su interlocución con el
Gobierno y el Estado Colombiano, con el Cuerpo Diplomático acreditado en
Colombia y con organismos nacionales e internacionales. Personas solidarias,
políticos, periodistas le conocieron en las giras que realizó en países como
Alemania, Italia, Holanda y Estados Unidos.
Según los comunicados de la Comunidad de Paz y de la Corporación Jurídica
Libertad - ambas acompañadas por Peace Brigades International Colombia –
testigos presenciales confirmaron que el 21 de febrero, en cercanías del río
Mulatos, Luis Eduardo Guerra, su hijo, compañera y otra persona fueron retenidos
por hombres armados y uniformados que se identificaron como pertenecientes a la
Brigada XI del Ejército. De allí, fueron conducidos a una finca perteneciente a
Alfonso Bolívar Tuberquia, miembro del Consejo de Paz de la vereda de Mulatos.
Luis Eduardo Guerra, Alfonso Bolívar y sus familias desaparecieron desde este
día. Varios habitantes fueron al día siguiente a la finca de Alfonso Bolívar
Tuberquia, y descubrieron huellas de sangre y restos humanos. Desde el momento
en que el Consejo Interno de la Comunidad de Paz supo de esta información se
pidió a los organismos competentes del Estado que verificaran estos hechos.
El día 25 de febrero la Comunidad de Paz de San José de Apartadó organizó una
comisión de verificación, a la que fueron invitadas organismos del Estado y ONG
nacionales e internacionales. Esta comisión, que incluyó unas 100 personas de la
comunidad, salió caminando desde San José hasta las veredas Mulatos y la
Resbalosa, acompañada por la Corporación Jurídica Libertad, Peace Brigades
Internacional, Fellowship Of Reconciliation y Concern America. A su vez
funcionarios de la Fiscalía General de la Nación y Procuraduría Nacional se
trasladaron a la zona en helicóptero.
La comisión judicial realizó la exhumación de una fosa en la finca de Alfonso
Bolívar Tuberquia, donde encontró los cadáveres de tres adultos despedazados y
dos niños de seis y dos años. Más tarde fueron encontrados otros tres cadáveres
(dos adultos y un niño de once años) en las cercanías de la vereda La Resbalosa.
Miembros de la comunidad los reconocieron como Luis Eduardo Guerra y su familia,
el primero con signos de tortura. En ambos lugares, PBI estuvo presente.
Esta masacre se inscribe dentro de los constantes ataques que la Comunidad de
Paz de San José de Apartadó ha enfrentado desde su fundación en 1997, con un
resultado de más de 130 asesinatos, que al día de hoy continúan en la impunidad.
Es desconcertante que una comunidad con tanto reconocimiento internacional, que
goza de medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y
para la cual la Corte Constitucional de Colombia en marzo del 2004 pidió medidas
de protección efectivas, sufra un ataque de semejante crueldad y la pérdida de
uno de sus líderes históricos.
Una vez más Peace Brigades International pide protección para las personas de la
Comunidad de Paz de San José de Apartadó y para las organizaciones colombianas
que apoyan a la comunidad. Como mejor medida para prevenir futuros ataques,
esperamos una investigación exhaustiva por la cual se esclarezcan los hechos
ocurridos y se tomen las medidas pertinentes.
Hacemos esta declaración pública extraordinaria, fuera de nuestros
procedimientos habituales, dada la gravedad de los hechos. Reiteramos nuestro
compromiso con el Proyecto de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó y los
acompañamos en su luto. Es nuestra voluntad convertir en memoria y fuerza la
profunda tristeza que hoy nos embarga.