Latinoamérica
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Daniel ¡no te engañes!
Gloria Gaitán
Daniel Samper
es uno de mis periodistas colombianos preferidos. Me gusta leer a Daniel porque
es suspicaz y siempre encuentra el 'sentido' subliminal que subyace en los
gestos de nuestros políticos. Pero hoy 3 de febrero de 2005, leyendo su artículo
de opinión en el diario El Tiempo, encuentro que se pasó de ingenuo. Su artículo
se refiere a unas declaraciones del Presidente Uribe, en una reunión de
protestantes (a los que hoy se les llama cristianos), donde aconseja que los
jóvenes se casen vírgenes y dejen sus relaciones sexuales para cuando estén en
familia. Pero también nos ilustra Daniel sobre las críticas que en esa ocasión
hizo Uribe al homosexualismo y a los matrimonios gays y concluye pidiéndole que
al Presidente de Colombia que se limite a desempeñar su papel de Presidente, que
es el de hacer cumplir la Ley y no se imponga el papel de pregonero de
posiciones morales que son solo de incumbencia de cada cual.
Daniel se equivoca al pensar que Uribe hace el papel de moralista. ¡No! Lo que
hace Uribe es algo peor, que es 'calcular' sus declaraciones con base en los
resultados que obtuvo Bush haciéndose apoyar de los protestantes con base en una
campaña moralista (sexo solo para casados, rechazo a los matrimonios gay,
condena del homosexualismo). Si por lo menos fuera una convicción auténtica de
sus creencias supuestamente 'morales' sería hasta respetable. Pero hacer el
papel calculadamente simiesco de imitar una táctica que le convino a Bush, no
con el fin de 'moralizar' a nuestra juventud sino para ganar su reelección, éso
sí me parece oprobicioso.
Porque no es creíble que Alvaro Uribe sea partidario del sexo después del
matrimonio, ni que condene el homosexualismo, ni que rechace los matrimonios gay.
¡No! El está montándose en una táctica electoral supuestamente exitosa no solo
para los USA sino, piensa él, también para Colombia. Es la doble moral y la
utilización de valores cuestionables para conquistar votos. De modo que Daniel
se quedó corto en su condena y pensó que, sinceramente, Uribe estaba pregonando
esta singular forma de 'moralismo'.
Te equivocaste Daniel, el asunto es todavía más grave. Abrazos, Gloria Gaitán.