Otra vez la
privatización de empresas publicas de Medellín
(EPM)
Jorge Enrique Robledo
Avanza un nuevo intento de los privatizadores para meterle mano nada menos que a
Empresas Públicas de Medellín (EPM), la cual facturó tres billones de pesos en
2004. A lo que aspiran, inicialmente, es a que el concejo de Medellín apruebe
separar el área de telecomunicaciones del resto de EPM, a que con todas las
telefónicas que esta controla se cree una sola, Magitel, y a que la nueva
empresa quede bajo la dirección de Orbitel, que tiene entre sus socios a Julio
Mario Santodomingo y a Luis Carlos Sarmiento Angulo. A la pregunta de por qué no
se propone lo mismo para las secciones de agua y energía, Juan Felipe Gaviria,
el gerente de EPM y exmiembro de la junta directiva de Siemens, respondió: 'no
creo que sea el momento'. ¿Será casual que esto coincida con las peticiones de
Estados Unidos en el TLC de privatizar todas las telecomunicaciones colombianas?
En su libro 'EPM Gerencia Insólita', Javier Gaviria, quien fuera representante
de los usuarios en la junta directiva de la empresa hasta que el alcalde Sergio
Fajardo lo sacó para aumentar la participación de los voceros de la empresa
privada en ella, muestra que uno de los abanderados de la privatización de EPM
en la primera intentona, entre 1995 y 1997, fue Juan Felipe Gaviria, coautor del
texto del CIDE en el que se propuso convertir a EPM en una empresa de economía
mixta con participación mayoritaria, 'inicialmente', del municipio de Medellín y
con un área de telecomunicaciones en la que 'se buscará que la participación
privada sea mayoritaria en poco tiempo'. ¿El pretexto de esos días? El mismo que
usan ahora a pesar de que ya fue refutado por la experiencia: hay que privatizar
para que la competencia no golpee la Empresa. ¿Desconocerá el gerente que en
2000, cinco años después de sus predicciones apocalípticas si no se privatizaba
EPM, esta fue escogida como la empresa del Siglo XX en Colombia y que hoy posee
diez billones de pesos de patrimonio, el mayor entre todas las empresas del
país?
El nuevo asalto a EPM empezó con el ruido que el uribismo hizo en febrero de
2003 porque el alcalde de Medellín, Luis Pérez Gutiérrez, cometió el 'crimen' de
elevar las tarifas por debajo del nivel escandaloso que le permitían las normas
que sustentan la privatización, siguió con la decisión del organismo que agrupa
a los voceros de los principales negociantes antioqueños de crear el Comité de
Seguimiento de EPM, del que hizo parte Juan Felipe Gaviria, y tuvo como
penúltimo paso la elección como alcalde de Sergio Fajardo, quien, así se esté
haciendo el loco sobre este tema, tiene demasiadas razones de origen social para
saber cómo se mueven las cosas en Medellín y a quién nombró como jefe de EPM. Y
debe conocer también que el llamado 'código de buen gobierno', que él anunció
que adoptaría la Empresa, es un paso imprescindible en su privatización porque
así lo exigen los inversionistas privados.
Las recomendaciones de Teletrainig, producto de un contrato con EPM severamente
cuestionado por la Contraloría de Medellín, apuntan también a arrebatarle al
alcalde de la ciudad el derecho a decidir sobre asuntos medulares de la Empresa,
entre ellos los focos de inversión, los socios y las tarifas. Y, según la
revista Dinero, el paso que se busca dar 'le quitaría poder y control sobre la
nueva empresa al concejo' municipal. Como es obvio, esta privatización, al igual
que todas, se presenta con el pretexto de la lucha 'contra la politiquería y la
corrupción', a partir de la afirmación falaz de que todo lo público es malo y
todo lo privado es bueno. ¿No sabrá el alcalde de Medellín que cada caco que
asalta en serio el erario necesita tener, por lo menos, un socio en la empresa
privada? ¿Ignora que las mayores corruptelas recientes han ocurrido en
transnacionales de servicios públicos? Que no vengan con astucias a birlarles a
las gentes de Medellín el derecho a elegir a quienes orienten a EPM, para
reemplazarlos por unos plutócratas a los que ni siquiera podrán exigirles
cuentas de su gestión ¿Habrá peor forma de gobierno que la plutocracia?
Lo que pretenden en EPM, golpearía duro los intereses de Manizales, pues, entre
otras cosas, sus acciones en Emtelsa -la telefónica de la ciudad- quedarían
representando el 1,35 por ciento del total de Magitel, porcentaje ridículo que
la excluiría del todo de la dirección de la empresa. Tan mala será esa situación
que ella ha sido rechazada hasta por Germán Cardona, el padre de todas las
privatizaciones en Manizales. Y si el día de mañana hicieran con la energía
eléctrica de EPM lo mismo que con las telecomunicaciones, Caldas perdería
todavía más, porque sus acciones en la Chec quedarían representando una cifra
muy por debajo del uno por ciento.