Latinoamérica
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Introducción y Las agresiones de Estados
Unidos a América Latina
TRIBUNAL DIGNIDAD,SOBERANÍA Y PAZ CONTRA LA GUERRA*
«La Corporación (Agencia Central de Inteligencia -CIA) es la fuerza motriz
principal de las maniobras políticas internacionales» (de los Estados Unidos)
Harry Ramson en la obra: The Central Intelligency and National Security.
Quito (Ecuador) - 22 de febrero de 2005
INTRODUCCIÓN
América Latina, nuestra Patria Grande, es recipendaria de todos los problemas
sociales, económicos, políticos y culturales que agobian al mundo; pero el mayor
y más grave de los problemas que soporta se llama Estados Unidos de América, en
sus actitudes y comportamientos imperiales.
Estados Unidos de Norteamérica, a partir de la década de los noventa del siglo
XX, se ha convertido en la potencia hegemónica, unipolar, a escala global. En su
rol imperial aspira a dominar al mundo y para ese objeto ha diseñado una serie
de geoestrategias que en América Latina se concretan en interminables agresiones
e intrusiones, en inaceptables ingerencias, en inacabables acciones de la CIA,
DEA y demás servicios de inteligencia que cometen todo tipo de atropellos y
crímenes en contra de nuestros pueblos, siempre, con extraordinario cinismo e
ironía, en nombre de la libertad, la democracia y defensa de los derechos
humanos, valores groseramente manipulados con el propósito de proteger los
sacralizados intereses económicos y políticos estadounidenses. Para esos fines,
Estados Unidos, a través de la CIA, ha intervenido directamente en los procesos
electorales y democráticos de América Latina para lo que ha desarrollado planes
de guerra sicoló gica en los medios de comunicación social e invertido millones
de dólares, y así se opuso al triunfo de Salvador Allende en Chile, de Daniel
Ortega en Nicaragua y lo mismo en Brasil, Honduras, El Salvador, Guatemala, por
ejemplo. Para comprobar estas afirmaciones bastaría recorrer las páginas de los
diarios de América Latina o recurrir a libros escritos por norteamericanos,
latinoamericanos, europeos y asiáticos.
Estas son las conclusiones fundamentales a las que llegan numerosos estudios,
ensayos, análisis, revistas, medios de comunicación social y obras realizados
por diversos centros de documentación, universidades norteamericanas, europeas y
latinoamericanas. Intelectuales de todo el mundo, profesores y académicos,
politólogos, cientistas sociales, organizaciones de la sociedad civil de
distintas ideologías, e inclusive ex agentes de la CIA y personalidades de las
administraciones estadounidenses, inexorablemente, critican con dureza las
actividades imperiales y, en particular, las operaciones clandestinas y
encubiertas desarrolladas por agentes de los servicios de inteligencia a las
órdenes de la Casa Blanca y del poder político y económico en todo el mundo,
especialmente en América Latina, considerada como el «patio trasero» de Estados
Unidos.
En nuestra América Latina han surgido gobiernos que libran duras batallas para
rescatar la soberanía, independencia y dignidad. Esos pueblos son: Brasil,
Venezuela, Argentina a los que paulatinamente se van uniendo otros como Uruguay,
un poco Paraguay y algo Chile y Panamá, en tanto que gobiernos de la naturaleza
y calaña de Colombia, Ecuador, Perú y la casi totalidad de centroamericanos y
del Caribe mantienen condiciones de sumisión, humillación y desesperanza, porque
decidieron alinearse con las geopolíticas de dominación de Washington y,
naturalmente, aceptar los dictados e imposiciones del FMI, BID y de la tétrica
CIA que han sembrado miseria, desolación y muerte en nuestras patrias.
La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, en 1963 derrocó al
Presidente Carlos Julio Arosemena Monroy del Ecuador e instaló una tenebrosa
Junta Militar que se caracterizó por el irrespeto a los derechos humanos:
encarceló, exilió y mató a ecuatorianos progresistas y democráticos.
En 1981, al decir de su hermano político y ex Presidente Abdalá Bucaram y otros,
la CIA saboteó el avión en que viajaba el Presidente Jaime Roldós, su esposa y
su comitiva. Todos murieron.
En la actualidad Estados Unidos presiona -con chantaje de por medio- para que el
Gobierno ecuatoriano firme otro convenio que exoneraría a tropas y civiles
estadounidense de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio
ante la Corte Penal Internacional. La impunidad ante delitos execrables, la
impunidad ante el terror imperial es el objetivo de Estados Unidos administrado
por Bush II.
LAS AGRESIONES DE ESTADOS UNIDOS A AMÉRICA LATINA
Parece una interminable historia de horror y muerte. Hombres y mujeres
considerados «peligrosos» para los intereses del Imperio han pagado con sus
vidas el atrevimiento de denunciar los crímenes, vejámenes y humillaciones
nacidos en las mentes prepotentes y expansionistas de la Casa Blanca,
Departamento de Estado, Pentágono, o en las lujosas oficinas gerenciales de las
poderosas empresas norteamericanas con pretensiones de dominación mundial, por
medio del dólar y de las diversas formas de depredación de los recursos
naturales de nuestros pueblos.
La política del garrote y de las zanahorias, del dólar y la corrupción, del
engaño y la mentira, de las cañoneras y las agresiones militares, de la
Seguridad Nacional de Estados Unidos, de la defensa de los sacrosantos intereses
de las transnacionales, de la descarada injerencia en los asuntos internos de
nuestros países, del chantaje y el soborno o repartición de coimas a gobiernos y
vende patrias, han sido algunas de las estrategias de dominación imperial, que
se reforzaron después de la II Guerra Mundial cuando en 1947, los expertos en
espionaje y seguridad nacional, en invasiones militares y geopolítica de
dominación, decidieron crear la Agencia Central de Inteligencia, CIA, que fue un
engendro de la Ley de Seguridad Nacional de Estados Unidos de Norteamérica.
La CIA se ha convertido en todo el mundo y, en particular en nuestra América
Latina, en Agencia Internacional del crimen. Fue dotada de facultades
extraordinarias y violatorias de la misma Constitución Política de Estados
Unidos. Tiene licencia para matar, conspirar, desestabilizar gobiernos, dar
golpes de Estado, destruir la economía de las naciones, enseñar sofisticados
métodos de tortura, encarcelar, perseguir, desaparecer personas. Tiene expertos
en guerra sicológica, en armas de destrucción masiva, en sabotajes y terrorismo,
en tráfico de armas y drogas estupefacientes y psicotrópicas.
Tiene un presupuesto de millones de dólares al año para destruir gobiernos,
apoyar huelgas y paros, colocar bombas de alto poder explosivo, comprar
conciencias, colocar agentes nacionales y extranjeros en puestos clave de los
gobiernos, comprar espacios en medios de comunicación para manipular
informaciones y hechos, para tergiversar y mentir. Carece de moral y no tiene
ningún escrúpulo en el momento de liquidar a sus «enemigos». La CIA es el brazo
clandestino del Imperio que «trabaja» en todo el mundo por medio de las
tristemente célebres operaciones encubiertas. La CIA es una organización tétrica
que siembra muerte y destrucción. En suma, es una organización de espionaje
experta en violación de derechos humanos y libertades.
No hay un solo país latinoamericano que no haya sido víctima de algún tipo de
agresión por parte de Estados Unidos de Norteamérica, en una cifra superior a
las cien agresiones.
La Agencia Central de Inteligencia -CIA-, con sus acciones encubiertas derrocó
al Presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz en 1954, simplemente porque Arbenz se
convirtió en un Presidente nacionalista que dictó leyes sociales y, en especial,
la de Reforma Agraria que perjudicó los intereses de la United Fruit.
El 28 de abril de 1965, la República Dominicana fue invadida por Estados Unidos.
Previamente la CIA había logrado derrocar el gobierno legítimo de Juan Bosh.
Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia, Perú y Ecuador fueron las
patrias sacrificadas ante el sagrado interés de Estados Unidos y de las
transnacionales. América Latina se convirtió en el escenario de la campaña de
Estados Unidos en contra del «comunismo internacional». Con ese pretexto
organizó golpes de Estado, cimentó y protegió las dictaduras fascistas,
estructuró las policías y ejércitos represivos que no se detuvieron sólo en
matanzas colectivas sino que se esforzaron en la crueldad de las torturas, en
asesinatos de inocentes, en la desaparición forzosa de millares de hombres y
mujeres, de niños y jóvenes. La CIA y FBI participaron en la organización de la
Operación Cóndor que durante los gobiernos fascistas se convirtió en una
Internacional del Crimen de las agencias de inteligencia de los dictadores, que
asesinó y torturó a miles de hombres y mujeres de nuestra América Latina.
El 11 de septiembre de 1973, Estados Unidos y la CIA desencadenaron el Golpe
militar que derrocó y asesinó al Presidente de Chile Salvador Allende.
En la década de los 80, Centro América se convirtió en el campo de pruebas de la
guerra contrarrevolucionaria de Estados Unidos. Miles de tropas y de agentes de
la CIA del poderoso Imperio se desplegaron en Guatemala, Honduras, El Salvador y
Nicaragua. Por mano propia o por mano de centenares de mercenarios asesinaron y
desaparecieron a cerca de 250 mil centroamericanos, según cálculos conservadores
de organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacionales.
En Nicaragua mataron a tanta gente que nunca se sabrá cuántos fueron. Con el
pretexto de combatir a los sandinistas que derrocaron al sanguinario «Tacho
Somoza» crearon los ejércitos mercenarios conocidos como la «contra» y por medio
de ellos cometieron monstruosos crímenes en contra del pueblo nicaragüense. Para
pagar a los mercenarios y contras, la CIA montó la infame operación conocida
como Irán-Contras que vendía armas a Irán a pesar de la prohibición expresa del
Gobierno y Congreso de Estados Unidos; luego compraban drogas para venderlas a
los consumidores norteamericanos, para con las ganancias pagar armas y
explosivos y los sueldos de los criminales mercenarios que asesinaban al pueblo
nicaragüense.
Con estos hechos se demuestra la doble moral del Imperio y de sus agentes que
luchan por «defender la democracia» cuando en realidad pisotean los derechos
humanos y libertades de los pueblos.
En 1983, la pequeña isla de Granada se convirtió en víctima de la crueldad
agresiva del Imperio. Previamente fue asesinado el Primer Ministro Maurice
Bishop, naturalmente con la participación de la CIA.
En el caso de El Salvador se demostró que la CIA había penetrado en el gobierno
venezolano de Herrera Camping, del COPEI, el que envió armas y vituallas a su
homólogo Napoleón Duarte, hombre de Estados Unidos y la CIA.
En 45 años, Cuba ha sido víctima y mártir de las administraciones imperiales y
de la tenebrosa CIA. Ha soportado con heroísmo el bloqueo genocida, la invasión
armada por Playa Girón, sabotajes y todo tipo de actos terroristas, inclusive
con el uso indiscriminado de la guerra químico-bacteriológica que provocó el
dengue hemorrágico, la plaga del moho del tabaco, la fiebre porcina.
El Plan Colombia fue elaborado durante el gobierno de Pastrana, naturalmente con
la asesoría, estrategias y órdenes del Departamento de Estado, CIA, Pentágono.
Ese Plan fue «presentado» al gobierno de Estados Unidos, en una acabada muestra
de sometimiento al poder imperial. Inmediatamente el gobierno de Clinton entregó
la «ayuda» militar y económica en más de 3 mil millones de dólares que sirvieron
para desatar las fuerzas represivas en contra del pueblo colombiano. El pretexto
justificativo de ese Plan fue el combate al narcotráfico que ocultó la verdadera
intencionalidad del Imperio: liquidar a las guerrillas de las FARC-EP y del ELN.
El «Plan Colombia para la Paz» fue acogido por los senadores DeWine, Grassley y
Coverdell que lo transformaron en Proyecto de Ley S 1758, para que sea discutido
y aprobado por el Congreso de Estados Unidos que fue rebautizado con el nombre
de Alianza Act.
Ese
Plan, ahora incrementado con el «Plan Patriota» ha significado el aumento de la
violencia, la limitación o pérdida de los derechos humanos, la expansión
militarista, la intensificación del conflicto armado que ha convertido a
Colombia en un escenario en el que se desarrolla una verdadera orgía de sangre,
muerte y destrucción.
Pero lo más grave es que Estados Unidos ha convertido a Colombia en una inmensa
base militar con la participación de centenares tropas yanquis, agentes de la
CIA y DEA. Paulatinamente se internacionaliza la guerra y se pretende obligar a
las fuerzas armadas de América Latina a intervenir directamente en el conflicto
colombiano, regionalizar la guerra, nada menos para que los latinoamericanos
defiendan los intereses geopolíticos de Estados Unidos en América del Sur.
Haití, el país más pobre de América Latina, es otra víctima recurrente del
imperialismo imperial. En el reciente derrocamiento del Presidente Aristide que
provocó el renacer de la violencia militar y paramilitar en contra del pueblo,
fue un producto de un plan conjunto de Estados Unidos y Francia, acordado en el
verano de 2003, afirma el periodista y escritor francés Thierry Meyssan en la
Red Voltaire sobre el golpe en Haití, citado por el periodista cubano Eduardo
González.
Estados Unidos creará una nueva base militar en Haití con el nombre de Centro
Operativo de Avanzada (FOL, por sus siglas en inglés) que será complementario a
otros centros existentes en el Caribe, con todos los elementos de plataforma
portátil de militares emplazados por el Pentágono y la CIA en Aruba y Curazao. A
estas se agregan las bases militares que posee en Comalapa en la República de El
Salvador, la Base de Manta en Ecuador y la instalación de nuevas bases para la
Fuerza Aérea Expedicionaria en Perú, Bolivia, Argentina, Chile y en la Cuenca
Amazónica, las que deben estar conectadas con el Centro Espacial de Guerra
ubicado en la Base de la Fuerza Aérea Schiever, en Colorado Springs en USA.
El objetivo final del Imperio es controlar en forma absoluta a esta parte del
mundo, convertir a los pueblos de América Latina en neocolonias, forzar la
concreción de las estrategias de dominación y, naturalmente, apoderarse de los
recursos naturales y en especial de las grandes reservas de agua y oxigeno de la
Amazonía, a más de ejercer mayores presiones políticas y militares sobre
nuestros países.
El periodista argentino Carlos Fazio, citado en un artículo de Liberation,
sostiene que las medidas, procedimientos y acciones militares y políticas se
encubren con el apoyo de la ultraconservadora Fundación «Heritage», con gran
influencia en el Partido Republicano, que recomendó fortalecer el papel del
Comando Sur en el Caribe ante la amenaza «terrorista» de Cuba y Venezuela. Pero
al igual que ocurre con el Plan Colombia e Iniciativa Regional Andina en América
del Sur, la base FOL de Haití servirá no sólo como rampa de lanzamiento de una
eventual agresión militar contra Cuba y Venezuela, sino como garante de la
«seguridad» de Washington en el Golfo de México, rico en petróleo y gas natural.
El mundo conoce del horror de las guerras y sabe perfectamente que cada guerra
de agresión de Estados Unidos es la negación absoluta de los derechos humanos,
libertades, soberanía e independencia garantizados por el derecho internacional.
¿Hasta cuándo el mundo, va a soportar la presencia omnímoda del Imperio y sus
correrías depredadoras por toda la tierra?
CONTINUA...
Tribunal Dignidad,Soberanía y Paz Contra la Guerra
Agrupa a intelectuales y representantes de organizaciones sociales del Ecuador y
se formó en el teatro Universitario de Quito al inicio de la última invasión
estadounidense e inglesa a Iraq. IMPORTANTE: Para el Tribunal Dignidad,
Soberanía y Paz contra la Guerra, serán muy valiosos sus comentarios y opiniones
sobre este documento. Mail: tribunalpazecuador@yahoo.com
THE EMPIRE AND THE CIA AGAINST LATIN AMERICA (First part)
«The Corporation (Central Intelligence Agency -CIA) is the principal motor force
of the international political maneuvering» (of the United States) Harry Ramson
in the work: The Central and National Security.
Latin America, our Big Country, has always received all the social, economic,
political and cultural problems that overwhelm the world; but the greatest and
most serious problem that Latin America has to stand is United States of America
and its imperial attitudes and behaviors.
The United States of America, since the decade of the nineties in the 20th
century, has become the supreme power over the world. In its imperial role, the
US aspires to master the world; and with that objective, it has designed a
series of strategies that, in Latin America, are fulfilled in endless
aggressions and intrusions, in unacceptable interferences and actions of the
CIA, DEA, and other intelligence services which commit all type of violations
and crimes against our nations, always with extraordinary cynicism and irony, on
behalf of the freedom, democracy, and defense of human rights, values that had
been manipulated in order to protect the American political and economic
interests. For that purpose, the United States, through the CIA, has intervened
directly in the electoral and democratic processes of Latin America. For that,
they have developed a psychological war plan in the means of communication, and
they have invested millions of dollars. In this way the US was opposed to the
victory of Salvador Allende in Chile, Daniel Ortega in Nicaragua, and the same
in Brazil, Honduras, El Salvador, Guatemala, for example. To prove these
affirmations, it is enough to see the pages of the Latin American newspapers or
books written by American, Latin American, European and Asian.
These are the fundamental conclusions that appear in numerous studies, essays,
analysis, magazines, social media and works accomplished by various
documentation centers, American, European and Latin American Universities.
Intellectuals, teachers and professors, politicians, social scientists,
organizations of the civil society of different ideologies, and even ex agents
of the CIA and personalities of the American administrations, inexorably,
criticize the imperial activities and, in particular, the clandestine operations
developed by agents of the intelligence services, ordered by the White House and
by the economic and political power.
In our Latin America appeared governments that release hard battles to rescue
sovereignty, independence and dignity. Those nations are: Brazil, Venezuela,
Argentina, and others that are gradually joining them as Uruguay, Paraguay and
sometimes Chile and Panama, while governments of the nature and pattern of
Colombia, Ecuador, Peru and almost all Central American and Caribbean countries
maintain conditions like submission, humiliation and hopelessness because they
decided to be aligned with the domination policies of the IMF, BID, and the CIA
that has sowed misery, devastation and death in our countries.
In 1963, the American Central Intelligence Agency overthrew the President Carlos
Julio Arosemena Monroy and installed a dark Military Board that was
characterized for disrespecting human rights: they incarcerated, exiled, and
killed progressive and democratic Ecuadorians.
In 1981, according to the ex President Abdalá Bucaram and other people, the CIA
sabotaged the plane in which was traveling the President Jaime Roldós and his
retinue. Everybody died.
At present, the United States is pressing the Ecuadorian Government -with
blackmails- for signing another agreement that would exonerate troops and civil
Americans of war crimes, hurt humanity crimes and genocide before the
International Penal Court. The impunity before detestable offenses, the impunity
before the imperial terror is the United States objective.
THE AGGRESSIONS OF THE UNITED STATES AGAINST LATIN AMERICA
This is like an endless story about horror and death. Men and women who were
considered «dangerous» for the interests of the Empire have paid with their
lives the boldness of denouncing the crimes, satires, and humiliations that were
born in the overbearing and expansionary minds of the White House, State
Department, Pentagon, or in the luxurious managerial offices of the powerful
American companies with world domination pretensions, by means of the dollar and
of the various forms of depredation of the natural resources of our nations.
The policy of the garrote, of the dollar and corruption, of the deceit and lie,
of the embrasures and military aggressions, of the United States National
Security, of the defense of the sacrosanct interests of transnational companies,
of the cheeky interference in the internal matters of our countries, of the
blackmail and the bribe or grafts distribution to governments, have been some of
the imperial domination strategies which were reinforced after the World War II
when, in 1947, the experts in espionage and national security, in military and
geopolitical invasions, decided to create the Central Intelligence Agency -CIA-
that it was a brainchild of the United States Law of National Security.
The CIA has become all over the world, in particular in our Latin America, the
Crime International Agency. The CIA was staffed of extraordinary powers that
infringed the United States Political Constitution. It has license to kill,
conspire, destabilize governments, give coups d’état, destroy the economy of
nations, teach sophisticated torture methods, incarcerate, pursue, and disappear
people. It has experts in psychological war, massive destruction weapons,
sabotages and terrorism, and weapons and drugs traffic.
It has a budget of million of dollars per year to destroy governments, support
strikes, put pumps of high explosive power, buy consciences, put national and
foreign agents on key posts of governments, buy spaces in means of communication
to manipulate information and facts, to misrepresent and lie. It does not have
moral and scruples when it has to liquidate its «enemies». The CIA is the
clandestine arm of the Empire that «works» over the world by means of the
woefully famous deceit operations. The CIA is a gloomy organization that sows
death and destruction. In short, it is an organization of espionage, which is
expert in violating human rights and freedoms.
There is no Latin American country that has not been a victim of some type of
aggression by the United States of North America for more than a hundred times.
The Central Intelligence Agency -CIA-, with its deceit actions overthrew the
President of Guatemala, Jacobo Arbenz in 1954, just because Arbenz became a
nationalistic President who dictated social laws, specially the one of Agrarian
Reform that prejudiced the interests of the United Fruit.
On April 28th 1965, Dominican Republic was invaded by the United States.
Previously, the CIA had achieved to overthrow the legitimate government of Juan
Bosh
Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brazil, Bolivia, Peru and Ecuador were the
sacrificed countries before the sacred United States and transnational interests.
Latin America became the stage of the United States campaign in against the «international
communism». With that excuse, it organized coups d’état, established and
protected fascist dictatorships, structured the restrictive policemen and armies
that were not satisfied only with collective massacres, but also with cruelty in
the tortures, in assassinations of innocent people, in the disappearance of
thousands of men and women, of children and youths. The CIA and the FBI
participated in the organization of the «Condor Operation», which during the
fascist governments, was converted into a Crime International Agency of the
dictators, which murdered and tortured thousands of men and women in our Latin
America.
On September 11th 1973, the United States and the CIA unfettered the military
coup that overthrew and murdered the President of Chile, Salvador Allende.
In the decade of the eighties, Central America was converted into the test field
of the war of the United States against revolutions. Thousands of troops and
agents of the CIA and the powerful Empire were displayed in Guatemala, Honduras,
El Salvador and Nicaragua. By their own hand or by hand of mercenaries, they
murdered and disappeared about 250 thousand of Central American people,
according to conservative calculations from national and international human
rights defending organizations.
In Nicaragua, they killed so much people that we will never know how many they
were. With the pretext of combating the Sandinistas who overthrew the
bloodthirsty «Tacho Somoza», they created the mercenary armies known as the
«contra» and by means of those armies; they committed monstrous crimes against
the Nicaraguan people. In order to pay the mercenaries and contras, the CIA
mounted the infamous operation known as Iran-Contras that sold weapons to Iran
in spite of the expressed prohibition of the United States Government and
Congress. Then, they bought drugs to sell them to the American consumers. And
with those earnings, they paid weapons, explosives, and salaries of the
mercenary criminals who were destroying the Nicaraguan people.
With these facts, it is demonstrated the double moral of the Empire and its
agents who fight «to defend democracy»; but in fact, they trample human rights
and freedoms of all the nations.
In 1983, the small Granada Island was converted into a victim of the aggressive
cruelty of the Empire. Previously, it was murdered the Prime Minister Maurice
Bishop, naturally with the CIA participation.
In the Salvadorian case, it was demonstrated that the CIA had penetrated in the
Venezuelan government of Herrera Campins who sent weapons and provisions to his
homologous Napoleón Duarte, a man who belongs to the United States and the CIA.
In 45 years, Cuba has been victim and martyr of the imperial administrations and
the dark CIA. It has sustained with heroism the genocide blockade, the navy
invasion in Playa Girón, sabotages and all type of terrorist acts, even by using
the chemical-bacteriological war which provoked the hemorrhagic dengue, the
plague of the mildew of tobacco, and the swinish fever.
The Plan Colombia was elaborated during the government of Pastrana, naturally
with the advising, strategies and orders of the Department of State, CIA, and
the Pentagon. That Plan was «presented» to the United States government in a
complete submission sample to the imperial power. Immediately, the government of
Clinton delivered military and economic «help» in more than 3 billion dollars,
which served to unleash the restrictive forces against the Colombian people. The
justificatory pretext of that Plan was the combat to drug traffic. That excuse
concealed the real premeditation of the Empire: to liquidate the guerrilla of
the FARC-EP and the ELN.
The senators DeWine, Grassley, accepted the «Plan Colombia for Peace» and
Coverdell that transformed it into a Project of Law S 1758, so that it could be
discussed and approved by the United States Congress which was rebaptized with
the name of Alianza Act.
That Plan, now increased with the «Patriot Plan» means the increase of violence,
the limitation or loss of human rights, the militaristic expansion, the
intensification of the armed conflict that has converted Colombia into a stage
in which is developed a real blood, death and destruction orgy.
But the most serious thing about this situation is that the United States has
converted Colombia into an immense military base with the participation of
hundreds of Yankee troops, agents of the CIA and DEA. Gradually, the war is
becoming international and they are trying to compel the Latin America armed
forces to participate directly in the Colombian conflict and regionalize the war,
in this way the Latin American people will defend the geopolitical interests of
the United States in South America.
Haiti, the poorest country of Latin America is another recurrent victim of the
imperial interventionism. The recent overthrow of the President Aristide that
provoked the reborn of the military and paramilitary violence against the people,
is product of a plan agreed in the summer of 2003 by the United States and
France, affirms the journalist and French writer Thierry Meyssan in the Voltaire
Net about the coup d’état in Haiti, quoted by the Cuban journalist Eduardo
González.
The United States will create a new military base in Haiti named FOL that will
be a complement to other centers that exist in the Caribbean, with all the
portable platform elements of soldiers located by the Pentagon and the CIA in
Aruba and Curacao. To these centers are added the military bases that the US has
in Comalapa in the Republic of El Salvador, the Manta Base in Ecuador, and the
installation of new bases for the Expeditionary Air Force in Peru, Bolivia,
Argentina, Chile and in the Amazonian Basin that should be connected with the
Spatial War Center located in the Air Force base Schiever, in Colorado Springs,
USA.
The final objective of the Empire is to control, in absolute form, this part of
the world in order, to convert the Latin American nations into neocolonias, to
force the concretion of the domination strategies, and, naturally, to be
empowered of the natural resources and especially of the large water and oxygen
reserves of the Amazon, in addition to make greater political and military
pressures on our countries.
The Argentine journalist Carlos Fazio, quoted in an article or Liberation,
supports that the measures, procedures and military and political actions are
hidden with the support of the «ultraconservative Foundation Heritage, which has
a great influence on the Republican Party and recommended to strengthen the
paper of the South Command in The Caribbean before the ‘terrorist’ threat of
Cuba and Venezuela. However, as it happens with the Colombian Plan and the
Andean Regional Initiative in South America, the FOL in Haiti will serve not
only as a launching ramp of a contingent military aggression against Cuba and
Venezuela, but also as a guarantor of the ‘security’ of Washington in the Gulf
of Mexico which is rich in oil and natural gas».
The world knows about the horror of the wars and knows that each war of the
United States is an absolute denial of the human rights, freedoms, sovereignty
and independence guaranteed by the international law. Until when the world is
going to stand the all-embracing presence of the Empire and its depredating
raids all over the planet?
Tomorrow: II Part...