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MANUEL PEREZ Y CAMILO TORRES VIVEN EN LAS LUCHAS DEL PUEBLO COLOMBIANO
Revista Insurrección
Cuando el Comandante Manuel Pérez Martínez llegó a nuestras tierras
colombianas, en su condición de sacerdote, el faro que alumbraba su senda era la
obra y vida del Comandante CamiloTorres Restrepo.
Las lecturas de Camilo ,de sus escritos sociales y políticos, la virtud de su
ejemplo y su martirio fueron el combustible eterno para que Manuel Pérez
decidiera su vida, su entrega total a esta Colombia maltratada por los malos
gobiernos y las clases dirigentes.
En Colombia su estatura creció, comprendiendo en profundidad las condiciones de
nuestro pueblo sencillo y trabajador, entregando su capacidad e inteligencia en
la búsqueda de un país con justicia social y democracia real.
Hoy recordamos a nuestros dos Comandantes en Jefe, con mucho cariño y respeto,
en el séptimo aniversario de la muerte de Manuel y el 39 aniversariode la caída
en combate de Camilo.
Vivimos su ejemplo.Continuamos sus sendas y reivindicamos su aporte político y
vital en las luchas que libramos como Ejército de Liberación Nacional de
Colombia, en montañas y ciudades, donde compartimos la suerte de nuestro pueblo
luchador.
Colombia, a la que le entregaron lo mejor de sus vidas, está viviendo una
encrucijada donde la clase popular, de la que hablaba CamiloTorres, está
retomando su papel determinante y tiende a convertirse en sujeto polític ode los
cambios necesarios.
No es viable Colombi aen las condiciones actuales. La pobreza ha aumentado a
términos impensados, llevandoa más de treinta millones de compatriotas al límite
de la subsistencia y de ellos a más de diez millones a la indigencia.
La represión a fondo implementada por el ultraderechista gobierno de Uribe Vélez,
como continuación de la desatada por los anteriores, no logra amarrar y mucho
menos aplastar las luchas de las mayorías de la sociedad colombiana. El
terrorismo de Estado y la mentira oficial encarcelan el pensamiento y la verdad
del conflicto interno.
Los derechos humanos esenciales son postrados asangre y fuego por esa estructura
clandestina de barbarie y terror que el régimen ha mantenido por décadas,
enmascarada de una u otra forma. De ahí que todo se resuma en que la principal
reivindicación de los luchadores colombianos es el derechoa la vida, en pleno
siglo XXI.
La doctrina de "seguridad democrática" que ha llevado adelante el gobiernode
Álvaro Uribe, impulsada bajo la premisa increíble de que en Colombia no hay
conflicto armado, inscribiendo la confrontación por la libertad de Colombia en
la lucha internacional contra el terrorismo, está abocada al fracaso absoluto.
Para este régimen los sindicalistas y campesinos organizados, los indígenas y
afro colombianos que luchan por sus derechos, las mujeres que promueven desde su
perspectiva la liberación de nuestro pueblo, los estudiantes e intelectuales,
los pobladores y todos los luchadores por una Colombia mejor y posible, son
acusados de terroristas o de apoyo al terrorismo y tratados como tal.
Negar las raíces históricas, políticas, económicas y sociales que originaron y
mantienen la guerra revolucionaria en nuestra patria, es un desatino tan
protuberante como nuestra Sierra Nevada de Santa Marta. Nosotros entendemos con
Manuel que "nuestro pueblo tiene hambre de pan, belleza y solidaridad
para ser plenos en bienestar y que ello lo darán las grandes transformaciones".
La lucha es por eso, y cada vez nos encontramos más y más colombianos en ella.
En medio de la crisis gestada por el imperio y la oligarquía lacaya y la más
infame represión, se han venido manifestando los hombres y mujeres sencillos de
nuestra patria, en toda la geografía nacional, desafiando las políticas
desatadas.
Sectores democráticos, progresistas y revolucionarios, como nunca antes, nos
estamos acercando, construyendo diversos espacios unitarios donde nos agrupamos
los colombianos que rechazamos el proyecto de ultraderecha de la oligarquía
colombiana y estamos dispuestos a confrontarlo.
Camilo en sus mensajes expresaba "Unido el pueblo es invencible, es
capaz de conquistar todo cuanto se proponga por más armas y por más dinero que
tenga el enemigo. El día que logremos nosotros que las mayorías
se unifiquen, se organicen con objetivos concretos, y produzcan las decisiones,
ese día tendremos una auténtica democracia". Y entendía que para
construir esa alianza de la clase popular "debíamos recalcar en las
cosas que nos unen y no en las que nos desunen".
La lucha política y la batalla por ganar el corazón y la mente de millones de
colombianos están al orden del día, y pasan por la construcción de grandes
coaliciones, potentes destacamento snecesarios en la lucha por un mundo mejor
para salir de la peor crisis humanitaria de los últimos años.
Hemos cumplido 40 años de lucha como ELN. De ellos nos acompañó
Manuel diecinueve, ejerciendo como Responsable Político por más de diez años.
Manuel que tras la saga de Camilo Torres llegó a la patria grande americana para
reencarnarse entre los pobres de estas tierras ,marcó nuestros caminos con su
perenne entrega, con su infinita vocación de servicio.
En estos días, cuando "se necesitan luchadores para tiempos difíciles",como
él los describía, su elevada moral y comportamiento ético, su transparencia,
honestidad y generosidad, conforman un ejemplo formidable y esencial para todos
nosotros que tenemos el compromiso de seguir adelante con sus banderas
libertarias y de aportar en la construcción del nuevo país y una América libre.
Para Manuel Patria era Humanidad y de ella la suerte estaba echada con los más
pobres. El internacionalismo, del cual es un símbolo gigante,era connatural a su
opción.
En su "Comunicado al pueblo colombiano" cuando informó su ingreso al ELN,
lo expresó así: "Porque siguiendo el Evangelio que proclama igualdad de
todos los hombres en el mundo, he optado por los pobres que luchan para que esto
sea realidad." No importaba donde, la lucha contra la injusticia era su
divisa permanente.
Así ingresó a nuestra Organización donde marxistas y cristianos construíamos una
opción liberadora, como la que Manuel pensaba. La unidad entre los cristianos y
marxistas, que ya Camilo había demostrado posible, sellándola con su muerte
heroica en las filas del ELN el 15 de febrero de 1966, con
Manuel se convirtió en una verdad incuestionable.
Nuestros pueblos latinoamericanos profundamente religiosos son los sujetos
revolucionarios de las transformaciones potenciales. Con Camilo y Manuel
entendimos que no hay ninguna contradicción entre marxistas y cristianos cuando
el hambre se convierte en arma mortal. Camilo lo expresaba diciendo que
el asunto no era discutir si el alma es mortal o no,cuando el hambre y la
miseria si lo son.
Así lo vivieron Manuel y Camilo, asumiendo que solo la lucha integral nos hará
libres. En nuestro país y por las condiciones impuestas por el imperialismo y la
oligarquía lacaya, la lucha política y la armada tienen vigencia plena.
Esta visión se refleja con claridad en las propuestas levantadas bajo el
liderazgo de Manuel llamando a un Convenio por la Vida para
hacer menos dolorosa la guerra, y una Convención Nacional para
que nos encontremos los colombianos y tejamos el Nuevo País. Y de manera
especial en el que se conoce como su último escrito, "Saludo a las
Jornadas por la Paz y los Derechos Humanos en Colombia" Alcorcón,
Madrid, España, diciembre 2 al 5 de 1997, lo enunciaba así:
"Nosotros hemos planteado y seguimos planteando que mantenemos vivo el
interés en que se realice un Convenio de humanización de la guerra, un convenio
por la vida, un convenio en donde todas las partes en conflicto nos
comprometamos a respetar a la población civil en todas sus posibles
aspiraciones".
Esta propuesta la relanzó el Comandante Francisco Galán hace unos meses,
manifestando la disposición de concretarla en conversaciones con este gobierno.
Siguiendo el camino y proyectando el pensamientode Manuel, el ELN
mantiene la propuesta de solución política al conflicto interno,
partiendo de entender que la paz es el asunto de máximo interés del país.
La paz estable y duradera, producto de una construcción colectiva, en justicia
social, donde los sueñosde todos los colombianos y nuestras esperanzas s
eentretejan en medio de la convivencia y la posibilidad de la vida, bienestar y
democracia real.
Entendemos y compartimos la necesidad profunda de la solución política a
lconflicto integral del pueblo colombiano y la insertamos en una perspectivade
humanidad. Comprendemos como el que más, como guerreros de la vida, la necesidad
de una paz eficaz en Colombia. Uribe quiere para los luchadores la paz de los
sepulcros o de las cárceles, incluso extraditarlos a los Estados Unidos.
Una Colombia en paz con justicia social, como la soñaron y lucharon por ella
Camilo y Manuel, enraizada en nuestras identidades múltiples, soberana,
latinoamericana y caribeña, camilista y bolivariana; una paz que sea resultado
de superar los problemas que le dieron origen y alimentan el conflicto interno.
Una Colombia profundamente humanista, inundada de solidaridad y de amor
eficaz,de compromiso y respeto por los más humildes y los más necesitados. Donde
como decía Manuel, "la Verdad, la Justicia Social, la Solidaridad, la
Equidad, la Dignidad de la Persona y el Bienestar de la Humanidad estén por
encima del Egocentrismo, de la Corrupción, el Hambre, la Miseria y la Muerte".