Latinoamérica
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El hermano Bush.
Colombia retrocede
Apolinar Díaz – Callejas
Hay un despliegue arrollador en los medios de comunicación por la llegada al país de Jebb Bush, hermano del presidente George W. Bush y gobernador del Estado de Florida, conocido en el mundo porque bajo su gobierno ocurrió el más escandaloso fraude electoral de nación alguna, transmitido por televisión y radio, en los escrutinios de la elección de su hermano como presidente de Estados Unidos en 1999. El Presidente así elegido conduce su país con una agresiva política de guerra en Afganistán e Irak para imponer los intereses petroleros y políticos norteamericanos. Llega acompañado de 190 empresarios norteamericanos para fortalecer los lazos comerciales 'en momentos en que el país se apresta a firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos' (El Tiempo, 21.02.05).
La resistencia y oposición de sectores empresariales colombianos al tratado de libre comercio que quiere imponer Estados Unidos, así como de pequeños y medianos industriales, organizaciones sindicales y agrarias, y de todos los sectores políticos progresistas del país, no permitió su aprobación. Sin embargo, Bush menor, el gobernador de Florida, viene en plan de conquista y colonización del mercado colombiano. Seguramente, por debajo de la mesa, reiterará el apoyo de su hermano al gobierno regresivo de Uribe Vélez, único asociado en Sudamérica a la política de guerra de Estados Unidos en el Medio Oriente.
Todo esto ocurre cuando el proyecto reeleccionista de Uribe Vélez está causando tremendos daños económicos y sociales al país. Crecen la miseria, el hambre y el desempleo real, que no registra el nuevo DANE convertido en instrumento del reeleccionismo presidencial. Carlos Caballero Argáez se pregunta '¿Qué diablos pasa con la economía?'. El mismo se contesta: 'el conjunto de los analistas económicos rebajó recientemente su proyección de crecimiento para este año de 4 a 3.8 por ciento'. Coincide con lo dicho por el senador Rafael Pardo en que el meollo del problema es que 'no hay armonía entre la doctrina dominante en economía y la organización política que la sustenta' (El Tiempo, 19.02.05).
Contrasta esta situación con lo que ocurre en Venezuela. Para sufrimiento de don Juan Manuel Santos, aspirante permanente a la Presidencia de la República por nuestra derecha, pese a las pérdidas por más de 10.000 millones de dólares causadas por el intento de golpe de Estado y sabotajes contra el gobierno del presidente Chávez, incluido un paro petrolero de 35 días en el 2003, la economía de ese país se ha recuperado y marcha a ritmos superiores a los de toda América Latina.
Según la CEPAL, y pese al terrorismo de la derecha venezolana, el crecimiento de ese país fue de -9.7% en el 2003, al tiempo que, según información definitiva del Banco Central de Venezuela, pasó al 17.8% en el 2004, en tanto que en Colombia fue del 3.9% en el 2003 y de apenas 3.6% en el 2004, según el Departamento Nacional de Planeación. La política guerrerista del presidente Uribe Vélez, la campaña de reelección presidencial en marcha y un manifiesto desgobierno nos tienen en esa situación. Para una visión latifundista como la del actual Presidente todo anda muy bien. Es el reinado de las fantasías represivas.
Así, en uno de los departamentos de mayor pobreza en Colombia como es el de Sucre, los cultivadores y procesadores de yuca para uso industrial están atropellados por la falta de mercado y los bajos precios para la cosecha, que sólo ha sido recogida en un 50%. En esto influye la sobreoferta de maíz importado.
Es hora de que el presidente Uribe no salude al país con su mano derecha sobre su insensible corazón sino con la izquierda sobre el lado derecho para oxigenar a Colombia.