El ecologista Dionisio Ribeiro Filho, de 59 años, fue asesinado en la noche de este martes cerca de una reserva ecológica vecina a Río de Janeiro, en el segundo atentado contra defensores del medio ambiente perpetrado en Brasil en las últimas dos semanas.
Según informó hoy la policía, Ribeiro fue abatido de un disparo en la nuca cuando salía de la reserva de Tinguá, en el municipio de Nova Iguazú -en la región metropolitana de Río de Janeiro-, donde combatía la acción de personas que invadían el área para cazar animales o para retirar arena y árboles de palmito.
El crimen ocurrió menos de dos semanas después del asesinato de la monja estadounidense Dorothy Stang, víctima de un atentado el 12 de febrero en el municipio amazónico de Anapu, en el Estado de Pará.
Tal como ocurrió con Stang, amigos del ambientalista denunciaron hoy que Ribeiro recibía amenazas de muerte "desde hace más de un año".
"El era amenazado por cazadores, 'palmiteros' y por unos tipos dedicados a la especulación inmobiliaria en la región de Tinguá", expresó el diputado provincial Carlos Minc, correligionario del presidente Luiz Inacio Lula da Silva en el Partido de los TRABAJADORES (PT).
El secretario provincial de Seguridad Pública de Río, Marcelo Itagiba, anunció que la captura del asesino de Ribeiro es hoy la "prioridad número uno" de la policía local, y afirmó que el batallón forestal de la policía militarizada se dispone a cooperar con agentes federales que realizan búsquedas en la reserva.
La reserva ecológica de Tinguáfue creada en 1989 para proteger una muestra de la Mata Atlántica que no ha sido destruida durante el proceso de urbanización de la región.
Según el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), la protección de la región es vital para proteger el suministro de agua potable a varias ciudades del Estado de Río de Janeiro.