Latinoamérica
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Una crisis auspiciada por estados unidos Bolivia debate su futuro
Emiliano Guido
El separatismo petrolero y pro-estadounidense de Santa Cruz y el Occidente
popular movilizan sus bases sociales de cara a la Asamblea Constituyente. El
gobierno de Carlos Mesa naufraga de a poco.
El calendario 2005 está marcado como el de las grandes definiciones para la
sociedad boliviana después del compás de espera que abrió el levantamiento
popular que obligo a renunciar a la presidencia a Gonzalo Sánchez de Losada. La
nueva Ley de Hidrocarburos y la Asamblea Constituyente, ejes centrales de la
agenda de octubre impuesta por las organizaciones populares al presidente Carlos
Mesa, más el Referéndum sobre autonomías departamentales, reciente logro del
secesionismo conservador de Santa Cruz, región que conduce la renta nacional
gasífera, serán las normativas, estratégicas y definitorias del rumbo político
que tomara Bolivia, a tratar por el Congreso este año.
El Comité Cívico de Santa Cruz dobló la apuesta después de que su Cabildo
Abierto del 28 de enero, parapetado con la previa toma de edificios públicos
efectuadas por bandas neofascitas como 'Nación Camba' y 'Juventud Cruceñista',
lograra sus reivindicaciones para seguir delineando los pasos del Ejecutivo
Nacional. Este movimiento logró en su momento atraer a sectores postergados, ya
que fue motorizado por un reclamo popular, el aumento de combustibles ordenados
por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero organizaciones populares como
la Coordinadora Obrera Regional y el Movimiento Sin Tierra de Santa Cruz
lograron esquivar la trampa y militan en la boca del lobo contra el enclave
separatista.
La oligarquía petrolera logró que dimitiera de su cargo el responsable de la
Unidad de Coordinación de la Asamblea Constituyente nombrado por Mesa, Ricardo
Paz Ballivián. Según los cívicos: 'no garantizaba transparencia en el proceso' y
lo acusaban de favorecer a La Paz por la cantidad de delegados con los que
contaba para dicha instancia. Paz Ballivián dejo en claro 'que la resistencia en
los últimos días, especialmente de parte del Comité pro Santa Cruz, hace que yo
dé un paso al costado'. Es el segundo funcionario nacional que en una semana cae
por presiones sociales. Ante el anuncio de una huelga indefinida de la
Confederación de los Trabajadores en Salud, la dirigente proveniente del riñón
de Sánchez de Losada, María Teresa Paz no cumplió 24 horas en el Ministerio de
Salud dentro del tercer cambio ministerial de Mesa, que acaba de remover a la
mitad del gabinete, profundizando la matriz neoliberal del mismo.
Las regiones de Santa Cruz y Tarija poseen casi el 90 por ciento de las reservas
gasíferas. Es por lo tanto el motor de esta economía del altiplano y poderosa en
codiciados recursos naturales, como el yacimiento de hierro 'El Mutún'.
Para la Administración estadounidense de George Bush, el capital energético y la
biodiversidad son el botín de guerra a obtener en América Latina para viabilizar
el Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA). Ante el retaceo de los
principales Estados de la región (Argentina, Brasil, Venezuela) en consentir su
expansionismo económico, la Casa Blanca financia la balcanización del territorio
para licuar el poder político de los gobiernos, táctica que tiene más de un
siglo y muchos países faenados como la paradigmática fragmentación de Colombia,
cuando la provincia de Panamá se convirtió en república para construir el Canal
ajustado a las vías de comercialización que requería Estados Unidos.
Otro territorio agiliza su ingeniería política para contrarrestar al Oriente
conservador: la combativa ciudad de El Alto, imán de la inmigración interna,
anillo superior de La Paz y satélite de los reclamos nacionales contra los
gobiernos neoliberales. El secretario ejecutivo de la Federación de Juntas
Vecinales (FeJuVe) de dicha ciudad, Abel Mamani, confirmó que el próximo
domingo, en la ciudad de Cochabamba, varias instituciones se reunirán para
aprobar medidas de presión con el objetivo de que el Gobierno y el Congreso le
den prioridad a la agenda de octubre.
Varias regiones como Cochabamba, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Tarija ya se
encolumnan tras la ciudad de El Alto para llegar en mejores niveles
organizativos a la Asamblea Constituyente. En Chuquisaca ajustan futuras
movilizaciones junto a sectores indígenas de Santa Cruz y realizarán una
asamblea regional para instruir a su brigada parlamentaria, fundamentalmente en
la ley de hidrocarburos, ya que es una región poderosa en este recurso. El líder
cocalero y diputado por el Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, recorre
el país para sumar adeptos en esta cruzada que quiere adelantar la Constituyente
al Referéndum autonómico simplemente porque, como dijo Morales, 'primero va la
agenda de los pobres y después la agenda de las oligarquías'.
Uno de los puntos centrales de la llamada agenda de Octubre es el juicio de
responsabilidades contra el ex presidente 'Goni' Sánchez de Lozada y sus
ministros, por los asesinatos cometidos durante la represión policial de octubre
del 2003.
Es un hecho que Bolivia elegirá por primera vez este año con el voto popular a
los prefectos departamentales (gobernador en Argentina) pero Santa Cruz pretende
además que la autonomía amplié la caja fiscal recaudadora para aportar menos a
la Nación, teniendo como horizonte estratégico un separatismo protegido por las
potencias del Norte.
El tiempo parece anudarse en un cuello de botella, los autonomistas exigen el
referéndum antes de la constituyente y las fuerzas democráticas y progresistas
plantean que esta reivindicación, si bien necesaria por la descentralización del
poder político, no es prioritaria en un país horadado por la desintegración
social.
Quién dirima a su favor esta pulseada será columna vertebral de una nueva
hegemonía política ante el vacío engendrado por las dilataciones de Mesa, quién
todavía no dio señales claras de que asunto priorizara el Congreso.
Desde el Norte no llegan salvavidas. El Banco Mundial ya había amenazado con
reducir su ayuda si la nueva ley de hidrocarburos afecta la seguridad jurídica
de las inversiones extranjeras. El gobierno de Bush puso esta semana en
consideración del Congreso un presupuesto para la gestión fiscal 2006, que
determina la reducción de los recursos destinados a la lucha contra el
narcotráfico en los países andinos, excepto Colombia.
Para Bolivia, la propuesta significaría una reducción de alrededor de 11
millones de dólares. Es que los grupos financieros internacionales exigen a
Bolivia una subordinación total a sus intereses, ya que el otro país de la
región poderoso en recursos energéticos, Venezuela, lidera en el Cono Sur la
batalla contra el ALCA.
Mesa intenta acercarse al poder económico. En la última navidad promulgó una ley
que otorgó a las petroleras la propiedad sobre las tierras en las que están las
concesiones de hidrocarburos pero no demuestra la firmeza necesaria a Washington
ya que una vez más tuvo que retractar la medida ante el reclamo popular. El
gobierno deambula sobre el tablero político boliviano sin definir con claridad a
sus aliados mientras los movimientos sociales, las multinacionales petroleras,
el MAS del líder cocalero Evo Morales, la oligarquía autonomista de Santa Cruz
avanzan en su programa. Solo pretende ganar tiempo y huir hacia adelante ya que
no tiene una espalda política fuerte que lo sostenga, más allá de la relatividad
de las encuestas que vienen a pique desde aquel 82 por ciento de popularidad que
alcanzo cuando llegó a la presidencia.