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Financiamiento foráneo para la constituyente
Andrés Soliz Rada
Hasta el gobierno de Germán Busch (1937-1939), la Constitución Política del
Estado (CPE) se basaba en el constitucionalismo liberal, que otorgaba carácter
sacrosanto a la propiedad privada. En la Convención de 1938, se introdujo el
constitucionalismo social, que considera que el Estado es el conductor de la
economía y admite la propiedad privada siempre que cumpla una función social,
hecho reafirmado en la CPE de 1944, promulgada por Gualberto Villarroel. La de
1961, incorporó las conquistas de la Revolución de 1952 y la de 1967 mantuvo el
carácter estatista que Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL) quiso, pero no pudo
eliminar.
Al mantenerse el Régimen Económico y Financiero (REF) de la CPE, columna del
estatismo boliviano, los neoliberales aplicaron sus reformas mediante
disposiciones inconstitucionales como el Decreto 21060, de 29-VIII-85, y la Ley
de "Capitalización" (o liquidación) de las empresas públicas. La arbitrariedad
fue completada a fines de 1993, con la ilegal destitución del Presidente de la
Corte Suprema de Justicia, Edgar Oblitas Fernández, y con el cuoteo (o reparto)
del Poder Judicial entre los partidos sistémicos.
Pese a lo anterior, la vigencia, así sea teórica, del REE de la CPE es la piedra
en el zapato de los enajenadores del patrimonio público. Por esta razón, el 2001
(gobierno de Jorge Quiroga), se organizó el Consejo Ciudadano para las Reformas
de la CPE, financiado por el BID, integrado, entre otros, por el actual
Presidente Carlos Mesa, el ex vicepresidente Luis Ossio, el dirigente del Comité
Pro-Santa Cruz, Juan Carlos Urenda, y el coordinador Ricardo Paz El 18 de julio
de 2004, con financiamiento de USAID, de la petrolera francesa Total y la
coordinación de Ricardo Paz, se realizó un referéndum sobre el gas, destinado a
autorizar su venta sin valor agregado, lo que ocurre antes y después de la
consulta.
Mesa estructuró la Unidad Coordinadora de la Asamblea Constituyente (UCAC), a
cargo de Ricardo Paz, financiada por USAID, el Instituto Republicano
Internacional (IRI), el Nacional Endowment for Democracy (NED) y el Instituto
Nacional Demócrata (NDI). USAID ha financiado las reformas judiciales y el Banco
Mundial los programas de modernización del Parlamento. Holanda cubre los gastos
del Instituto para la Democracia Multipartidaria, que aglutina a todos los
partidos con representación municipal y parlamentaria, desde el Movimiento
Indígena Pachacutec de Felipe Quispe, hasta el MNR de GSL, pasando por el
Movimiento Sin Miedo, del alcalde Juan del Granado, y el Movimiento al
Socialismo, de Evo Morales. El respaldo económico foráneo llega a la Corte
Nacional Electoral así como a la Oficina de Lucha Contra Corrupción, de Lupe
Cajias. USAID financia, además, a la Federación de Asociaciones de Municipios (FAM)
y la Asociación de Consejos de Vigilancia (ACOBOL). Si la Asamblea
Constituyente, la elección de prefectos y el referéndum autonómico buscan re
fundar el país no deberían tener como base de sustentación los aportes de las
petroleras, del BID, del Banco Mundial y de los consorcios mineros y petroleros.
Los delegados a la Constituyente deben recordar que el REF postula la justicia
social (artículo 132); la independencia nacional y el aprovechamiento de los
recursos humanos y naturales en resguardo de la seguridad del Estado (artículo
133); la prohibición de que el poder económico privado ponga en peligro la
independencia del Estado (artículo 134); el sometimiento de las empresas
extranjeras a las leyes de la República (artículo 135); el dominio del Estado
sobre el suelo, el subsuelo y los recursos naturales, las aguas fluviales y
lacustres (artículo 136) y que los bienes de la Nación son inviolables (artículo
137). Los artículos siguientes determinan la propiedad del Estado sobre los
recursos mineros y petroleros y el derecho a planificar nuestra economía. La CPE
puede mejorarse, pero el pretexto de mejorarla no debe servir para eliminar el
REF, que es la base para resistir la disgregación del país.