Latinoamerica
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Cara y sello electoral: para que gane el propietario de la moneda
Manuel Rozental
Alai-amlatina
Las llamadas "clases dirigentes" de Colombia, han logrado mantener el control
del poder utilizando una combinación de coerción y consenso que les ha permitido
realizar procesos electorales de manera casi ininterrumpida. Pero en Colombia no
hay democracia participativa ni poder popular. En Colombia hay eso: elecciones y
represión. Es decir, una "Democracia Genocida" como la llamara el Padre Javier
Giraldo.
Esta combinación de coerción con elecciones, coincide en sus rasgos
fundamentales con los procesos de "Promoción y Fortalecimiento de la Democracia"
que han venido impulsando los Estados Unidos a lo largo y ancho del continente
tanto para controlar "transiciones democráticas" a partir de las dictaduras del
Cono Sur (que los propios Estados Unidos y su poder corporativo instauraron y
apoyaron), como "procesos de paz" en Centroamérica. Es un modelo particular y
restringido de democracia que sirve al poder corporativo y a los intereses de
las políticas neoliberales. En el momento en el que se desarrollan 12 procesos
electorales en el continente (ver