Latinoamérica

Brasil concluye hoy el pago de su deuda al FMI, un importante paso de independencia económica después de no renovar el acuerdo con ese organismo para este año, aunque se sigan aplicando algunas de sus recetas.
Ayer fueron abonados al Fondo Monetario Internacional 2.040 millones de dólares y hoy se liquidan otros 13.400 millones, para pagar anticipadamente los 15.440 millones que vencían en 2006 y 2007.
A ello se agrega, según informó el secretario del Tesoro Nacional, Joaquim Levy, la cancelación también de forma anticipada, entre fines de este mes y enero, de 2.600 millones de dólares al Club de París.
Con ambas acciones el país ahorrará mil millones de dólares en intereses que no tendrá que pagar el próximo año, según informaron las autoridades económicas.
No obstante, la decisión de poner fin a la deuda o la de no renovar el acuerdo con el FMI para este año, no significan que Brasil rompió con ese organismo, en cuyas reuniones sigue participando y mantiene vigentes algunas de sus recomendaciones, como un elevado superávit primario.
Sin embargo, tampoco se trata de pasos carentes de importancia y el presidente Luiz Inacio Lula da Silva afirmó esta semana que 'terminó el tiempo de la colonización', y ahora Brasil es 'dueño de su nariz', pues quedó más independiente sin los acuerdos y deudas con el FMI.
Lula comentó que 'tenemos dinero, tenemos exportación, tenemos producción y nosotros ahora vamos a auto administrarnos sin necesitar imposición'.
  'No hicimos ruido, ninguna bravata. Apenas quisimos decir al mundo que Brasil alcanzó mayoría de edad en su política internacional, tenemos tranquilidad para seguir adelante, tenemos tranquilidad para crecer mucho más, generar más empleos', agregó.
Al anunciar el pago anticipado, el Ministerio de Hacienda informó que este paso es resultado del 'fortalecimiento del sector externo y de otros fundamentos macroeconómicos de Brasil'.
Esa dependencia citó como ejemplo el resultado de las exportaciones del país, que se aproximan a 120.000 millones de dólares en un período de 12 meses, lo que originó un superávit comercial de más de 40.000 millones y un saldo en cuenta corriente próximo a dos por ciento del PBI.
   El titular de Hacienda, Antonio Palocci, apuntó que Brasil está en situación cómoda para hacer ese pago porque sus reservas internacionales, que eran de 15.000 millones al asumir el actual gobierno en el 2003, hoy se sitúan en 51.000 millones de dólares.
Aclaró que ese nivel de reservas es sin considerar los recursos del FMI, por lo que estas no se afectarán con la liquidación adelantada de la deuda.
No obstante, la indudable independización lograda frente al FMI, una de sus recetas, el elevado superávit primario del Producto Bruto Interno (PBI), se continúa siguiendo tan al pie de la letra que el gobierno superó su propia meta al respecto, según cálculo que realiza hoy el diario O Globo.
La meta para todo el año -dice el rotativo- era de un superávit (entre ingresos y gastos) equivalente a 2.38 por ciento del PBI, y hasta noviembre el acumulado llegó a 3.22.
El elevado superávit ha sido motivo permanente de discrepancias dentro del gabinete ministerial, acentuadas en los últimos días, pues ese ahorro, considerado excesivo, afecta las inversiones en favor del crecimiento económico, del empleo y de los proyectos sociales.