Bolivia: evo ofrece nuevas ventajas a las petroleras
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Econoticiasbolivia.com (La Paz, diciembre 6, 2005).- Obsesionado por ser el
primer indígena que llega a la Presidencia de Bolivia, el líder cocalero Evo
Morales ofreció nuevos privilegios y compensaciones económicas a las
transnacionales petroleras para que accedan a adecuar sus multimillonarios e
ilegales contratos a la actual ley de hidrocarburos.
La tentadora oferta a las petroleras, que mantienen el monopolio de las riquezas
hidrocarburíferas que han sido valuadas en al menos cien mil millones de
dólares, está contenida en el programa de gobierno del Movimiento al Socialismo
(MAS), partido jefaturizado por Morales y que es amplio favorito para ganar las
elecciones del domingo 18 de diciembre.
En el acápite 2.2.5 de su Programa Económico, el MAS ofrece a las petroleras
extranjeras como Repsol, Petrobras, Total, British Petroleum, Enron, Shell,
Panamerican Energy, Pluspetrol, Vintage y otras, "compensaciones en especie o
efectivo" para que acepten dejar de lado sus contratos, que han sido declarados
como inconstitucionales e ilegales por el Tribunal Constitucional de Bolivia,
por otros que se adecuen a la nueva ley de hidrocarburos 3058, aprobada
paradójicamente el 17 de mayo de 2005 con la oposición de los partidarios del
propio Morales que la cuestionaban por ser "atentatoria a los intereses
nacionales" y "muy favorable para las petroleras".
"No estamos satisfechos con la nueva Ley y por eso presentamos antes un proyecto
de modificación (...) Pero ahora tenemos que respetar y hacer cumplir esa ley
(3058) y conversar con las empresas petroleras. Tenemos que negociar para que
firmen los nuevos contratos", aseguró el diputado y miembro de la cúpula del
MAS, Antonio Peredo.
SOCIOS DEL PODER PETROLERO
Con esta nueva concesión al poder petrolero, Evo y el MAS intentan neutralizar
la resistencia contra su candidatura, que timonean las transnacionales temerosas
de una eventual expropiación o confiscación o nacionalización, tal como exigen
los sectores populares y sociales nucleados en torno a la Central Obrera
Boliviana (COB) y la Federación de Juntas Vecinales de El Alto y otras
instituciones.
La propuesta de Evo busca, además, mostrar a las petroleras que puede ser un
socio válido y confiable como son los dos candidatos de las élites bolivianas,
el ultraderechista ex presidente Jorge Quiroga y el multimillonario empresario
de derecha Samuel Doria Medina, que a pesar de sus demagógicos discursos sobre
la nacionalización son dos "soldados" de las transnacionales.
Por ello, desairando el pedido popular de rescatar los cien mil millones de
dólares en reservas que están en manos de las transnacionales, Evo y el MAS
prometen negociar y legalizar los contratos petroleros al amparo de la nueva
ley, indemnizando a las transnacionales por las pérdidas y/o daños económicos
que tengan al adecuarse a la nueva ley que aumenta ligeramente los tributos y
las obligaciones de las petroleras.
Al firmar nuevos contratos y adecuarse a la actual ley, las petroleras deberán
pagar al Estado cerca de 100 millones de dólares más en impuestos y regalías,
monto que sería sin embargo devuelto a las compañías en dinero y/o en gas y
petróleo, según la propuesta oficial del MAS.
LAS PETROLERAS QUIEREN NEGOCIAR
Hasta ahora, las petroleras no se han pronunciado directamente sobre esta
propuesta del MAS, pero ya adelantaron su predisposición para negociar los
nuevos contratos con el próximo gobierno de Bolivia, dejando de lado las
impugnaciones legales inicialmente planteadas para ir al arbitraje
internacional.
Así, el presidente de Petrobras en Bolivia, José Fernando De Freitas, dijo que
están dispuestos a cumplir la Ley de Hidrocarburos y que abordarán la migración
de contratos con el próximo gobierno, siempre y cuando sepan cuáles son las
nuevas condiciones.
"Las empresas transnacionales que estén dispuestas al cambio de régimen que se
adapte a las nuevas normas para el sector, permanecerán en Bolivia. Por el
contrario, las que no estén de acuerdo en la conversión (migración) obligatoria
de contratos, deberán entregar sus proyectos", señala el programa del MAS, que
considera que con la aplicación de la Ley 3058 se estaría dando una
"nacionalización responsable" de los hidrocarburos. Esto, sin embargo, es
considerado como una burla por las organizaciones sociales y populares.
CONTRA LA LEGALIZACIÓN DE LOS CONTRATOS
Según los especialistas, como Andrés Soliz Rada, con la aplicación de la nueva
Ley 3058, tal como promete el MAS, las petroleras extranjeras estarían
tributando apenas el 10% de los ingresos generados en el multimillonario negocio
del gas, ya que sólo estarían gravando la explotación y exportación de materias
primas.
En cambio, los dirigentes de la COB y de otras organizaciones populares se
oponen a la legalización de los contratos propiciada por el MAS, por lo que
solicitaron al Fiscal General de la República la autorización para intervenir
militarmente los campos petroleros, ante la probada inconstitucionalidad de los
contratos porque no fueron aprobados por el Congreso de la República, tal como
manda la Constitución Política del Estado.
"Hemos pedido un requerimiento de medidas cautelares al Fiscal General de la
Republica pidiendo la ocupación física de los campos petroleros toda vez que el
proceso interpuesto ha prosperado y corresponde la ocupación de los campos
petroleros", dijo el dirigente de la Central Obrera de El Alto, Roberto De la
Cruz.
Desde su permanencia en Bolivia, desde mediados de la década de los años 90, las
transnacionales han cometido una serie de irregularidades y delitos y no han
cumplido ni siquiera con los contrato suscritos con los gobiernos neoliberales
(y que son ilegales al no tener la aprobación del Congreso, según el dictamen
del Tribunal Constitucional, la máxima autoridad jurídica de Bolivia).
FRENO A LA NACIONALIZACIÓN
Por ello, según los sindicalistas, como Jaime Solares, líder de la COB, la
adecuación de los contratos ilegales a la nueva ley, como plantea el MAS, sería
"una nueva traición a la patria" y a la demanda popular de nacionalizar los
hidrocarburos.
De entrar en vigencia la nueva Ley y firmarse nuevos contratos con las
petroleras, el Estado boliviano perdería la base legal que tiene para expulsar a
las transnacionales y recuperar la totalidad de reservas de gas y petróleo, las
segundas más importantes de Sudamérica.
Pero nada de ello parece importarle a líder cocalero que está a la cabeza de
todas las encuestas y sondeos electorales, y que apuesta a convertirse en un
socio confiable de las petroleras. "A las petroleras las queremos de socios, no
de amos", dice Morales, que ya en el pasado dio muestras de su apego al negocio
petrolero.
En el 2004, Evo Morales y el MAS dieron su respaldo a la exportación de gas a la
Argentina, a cargo de Repsol y Pluspetrol, al precio "solidario" de $US 0.98 el
millar de pies cúbicos, cuando Brasil estaba pagando $US 2.30 por la misma
cantidad. Un negocio redondo para las compañías petroleras que operan a ambos
lados de la frontera.
Ese mismo año, Evo Morales fue expulsado de la COB por traicionar la lucha del
pueblo por la nacionalización del gas y el petróleo.