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El futuro incierto de los hermanitos Torres en algún pueblito del Chaco, la Repsol YPF y su compromiso social
Rubén Cuba Patzi*
En el ultimo tiempo no sólo los partidos políticos han copado grandes espacios
de la televisión para realizar su proselitismo y tratar de convencer a muchos
bolivianos de lo bueno que son sus propuestas; es también sorprendente como la
empresa petrolera Repsol YPF ha copado importantes espacios en las principales
redes nacionales de comunicación en TV, radio y prensa escrita, tratando de
convencer a los bolivianos sobre su compromiso social y por ende lo bueno que
son las empresas petroleras para Bolivia, mostrando una realidad diferente a la
que se vive en las comunidades indígenas del Chaco. Quizás si las autoridades
comunales tendrían la misma cantidad de dinero que invierten en publicidad las
petroleras, se podrían producir spot publicitarios que puedan mostrar la
verdadera realidad de los hermanitos Torres en una de las comunidades del campo
margarita en la provincia O’Connor del departamento de Tarija.
Pasa por un puente, por donde hoy enormes camiones cargados de tuberías
perturban la tranquilidad de las comunidades indígenas guaraníes del Itika Guasu,
pasa por un puente que sirve para el ingreso indiscriminado de cazadores
furtivos que no consideran las dinámicas comunales para el aprovechamiento de
los animales silvestres. También pasa por un puente que claramente muestra la
diferencia entre la pobreza de las comunidades mas olvidadas del chaco y la
opulencia y riqueza que se ostenta y vive en los campamentos petroleros.
Pasa por un hospital, que en realidad es una posta sanitaria ubicada en la
comunidad de Yuati, donde carece en la mayoría de las veces de medicamentos
esenciales y donde la realidad nos enseña que la desnutrición y enfermedades
olvidadas en el primer mundo aun cobran sus víctimas, pasa por un hospital donde
aun las infecciones respiratorias agudas y enfermedades gastrointestinales están
a la orden del día, pasa por un hospital donde el paracetamol es la panacea de
todas las enfermedades, pasa por un hospital donde los registros y estadísticas
de salud ubican a la población dentro de uno de los municipios mas pobres del
país, pasa por un hospital donde la gente a aprendido a convivir con la muerte y
el chagas.
El futuro de los hermanitos Torres también pasa por una escuela en Yuati donde
la reforma educativa no ha logrado poner en marcha un verdadero programa
intercultural y bilingüe, pasa por una escuela que carece del desayuno escolar,
una escuela que alberga niños desnutridos y con un futuro incierto por la
permanente transgresión a su cultura y su medio intervenido por planchadas,
trailers, camiones, personas ajenas a la cultura guaraní y otros que están
cambiando las dinámicas culturales de las comunidades.
Pasa por una vivienda donde el agua para el consumo humano tiene valores de
contaminación que superan en 100 veces a lo permitido en España.
También pasa por una carretera que cada día llena de polvo los alimentos y
viviendas de las comunidades, una carretera que ya ha cobrado dos víctimas por
la irresponsabilidad de empleados de las empresas sub contratistas que atrae la
actividad petrolera.
Pasa por una planta de procesamiento de gas que mantiene encendido un mechero
las 24 horas del día, un mechero que no sabemos cuanto de dióxido de carbono
esta expulsando al medio ambiente cercano a las comunidades.
Pasa por comunidades guaraníes que en su patio han instalado planchadas y pozos
que cuando queman gas tiembla la tierra y el calor es insoportable a tal punto
que la conjuntivitis en niños y adultos es un mal cotidiano.
Pasa por una enorme área deforestada que hace imaginar que partieron en dos la
serranía de Caipipendi, resultado de la instalación de la tubería que conecta la
planta de compresión de gas del campo margarita con destino a la provincia Gran
Chaco.
Pero sobre todo pasa por el falso compromiso social de Repsol YPF que a pesar de
haber firmado su compromiso al interior de "La iniciativa para la transparencia
de las industrias extractivas" (EITI) a nivel internacional, hasta la fecha no
se conoce públicamente sus contratos con el estado, la inversión real y los
beneficios económicos de sus actividades en el país.
Falso, porque dice respetar las directrices del Banco Mundial y no las aplica en
el terreno, especialmente cuando se trata de poblaciones indígenas del Chaco
boliviano y cuando la realidad de las comunidades indígenas del Itika Guasu hace
2 semanas han hecho público una denuncia a nivel nacional e internacional.
Falso compromiso social por que no cumplen lo que ellos mismos han escrito en su
código de conducta que los obliga al respeto de los derechos humanos, que
expresamente declara en su artículo 6.1. Derechos humanos y libertades públicas
- Repsol YPF está comprometida con el respeto a los derechos humanos, la
preservación del entorno natural y la colaboración con el desarrollo y el
bienestar de las comunidades con las que se relaciona. Estas acciones definen su
responsabilidad con la sociedad. (Si hoy visitamos cualesquiera de las
comunidades indígenas en el campo Margarita podríamos verificar que la realidad
es diferente y contradictoria con este enunciado).
Con todo este entorno de falsedades e incertidumbres nos preguntamos ¿que futuro
les aguarda a los hermanitos Torres, a sus padres, vecinos, el entorno natural y
otros que se ven amenazados cada día si no se cumplen con las diferentes normas
establecidas para las industrias extractivas a nivel nacional e internacional?
* Rubén Cuba Patzi es Técnico en Epidemiología actualmente radica en la
localidad de Entre Ríos provincia O’Connor del departamento de Tarija.