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"Déjame Auro, que mejor voy sólo"
Mensaje de la 36
Cuentan en un pueblo del interior que hace muchos años, ante el mal manejo de
las riendas del carruaje, un caballo le decía sensatamente a su amo:
"Déjame Auro, que mejor voy solo".
El gobierno progresista del Doctor Tabaré Vázquez que simpatiza
con los sectores populares, pero respeta, teme y obedece a la
burguesía ha caído en la trampa de la represión policial y la ligereza de la
Justicia.
Durante el rápido proceso de desgaste y deterioro de las relaciones entre los
gobernantes, y las bases históricas de trabajadores y sectores populares, que
llevaron al poder a los dirigentes progresistas; se cumple finalmente un proceso
acelerado de deterioro social desencadenante de protestas y confrontaciones que
el gobierno pretende controlar con la fuerza pública y el Código.
El ministro del Interior, José Díaz, ha sido advertido repetidamente por
integrantes de su propia fuerza política del Frente Amplio, sobre la
inconveniencia de mantener entre los elementos de dirección policial a personas
vinculados con actos de violación de los derechos humanos.
Alguno de ellos de dudosa trayectoria que abusando de la impunidad del poder,
utilizaron su autoridad para obtener ventajas personales.
¿Por qué el ministro Díaz no tuvo en cuenta estas inquietudes?
En el caso de Rivero el ministro del Interior, José Díaz, fue
informado por algunos representantes de la Dirección del 26 de Marzo y
durante la tarde de ese día se comprometió a investigar las denuncias en su
poder.
Sin embargo, en la noche del mismo día el Ministro del Interior realizaba una
llamada telefónica a uno de los dirigentes de esa organización para reconocer
que lamentaba no poder dar cumplimiento a su compromiso.
Algunos minutos más tarde, Díaz aparecía en los canales de televisión
realizando el nombramiento de Roberto Rivero como asesor de su
ministerio.
¿Qué razones motivaron que el ministro José Díaz no revelara durante la reunión
con el 26 de Marzo sus intenciones de promover a Rivero, y en cambio se
comprometiera a investigar las denuncias presentadas?
Estas acusaciones tuvieron originariamente antecedentes planteados en reuniones
más cerradas dentro de los organismos del Frente Amplio, por tratarse de
una situación que comprometía a un gobierno que recién se iniciaba. Y por tanto
se tenía temor de perjudicar la actuación de los dirigentes progresistas.
Posteriormente comenzaron a aparecer en diferentes medios de prensa más
denuncias sobre la actuación de Rivero en el Departamento de Colonia,
donde tomaron carácter público.
El ministro José Díaz también volvió a ser nuevamente informado por un
grupo de estos militantes de los cuales de diez personas, tres habían sido
perjudicados o recibido persecución de Rivero.
¿Por qué razón Díaz no tomó en cuenta estas nuevas denuncias sobre Rivero?
Le siguieron otros nombramientos cuestionados de haber participado en los
actos represivos del Hospital Filtro durante el gobierno de Lacalle y el
ministro Gianola.
Miguel Rolan, Erodes Ruiz, Raúl Guarino y Enrique Navas
identificados por las víctimas y muchos de quienes sufrieron las consecuencias
de la represión de Jacinto Vera.
También escuchó nuevas denuncias sobre la actuación pasada del Jefe de Policía
de Rocha, José Valmaggia, y acerca del comisario de Carmelo, Pablo
Lotito, tras la muerte de un joven detenido en ese Departamento.
En cuanto a la investigación sobre la muerte del joven en una Comisaría de
Carmelo, Díaz se había comprometido con los padres de la víctima a
investigar los hechos. Sin embargo, a los pocos días la Justicia convalidó las
explicaciones dadas por la policía, de que el joven se había suicidado en su
celda, y Díaz daba por finalizada cualquier investigación.
¿Por qué Díaz no tuvo en cuenta las preguntas de los padres del joven
muerto, a quien se le encontró ahorcado con un cinto desde una altura inferior a
su altura y con los pies tocando el piso?
¿Debilidad en su gestión?
¿Desconocimiento, inexperiencia o incompetencia?
¿Falta de suficiente autoridad?
¿Escaso respaldo a su actuación?
¿Cumplimiento de órdenes superiores?
José Díaz es un viejo dirigente socialista que hace tiempo se ha
mantenido al margen de los sectores de dirección de su partido. Igualmente junto
a Gargano y Berrutti integran el gobierno progresista de
Tabaré Vázquez.
Situación que muestra al Partido Socialista responsable de los
Ministerios de Relaciones Exteriores, Interior y Defensa,
una trilogía muy relacionada entre sí. Directamente vinculados a otro socialista
de los más influyentes del gobierno, el Secretario de la presidencia Doctor
Gonzalo Fernández.
En definitiva, el Partido Socialista desde la presidencia de Tabaré
Vázquez, a su Secretario el Doctor Gonzalo Fernández, el ministro del
Interior José Díaz y de Defensa Azusena Berrutti; tiene en sus
manos la responsabilidad de la política de Relaciones Exteriores, las Fuerzas
Policiales, las Fuerzas Armadas, y la Justicia.
Esta realidad les otorga a los dirigentes socialistas en el gobierno
progresista fijar directamente la política con los Estados Unidos, y
los organismos internacionales tales como la ONU, OEA,
MERCOSUR y otros Foros Internacionales.
En política interna los dirigentes socialistas en el gobierno
progresista están directamente vinculados a temas como los derechos
humanos, las leyes y la justicia, los servicios de seguridad, y los aparatos
represivos del Estado.
Durante su gestión y hasta el momento en cuanto a la política exterior se
reanudaron relaciones con Cuba y al comienzo del gobierno se firmaron
algunos convenios comerciales con el gobierno venezolano de Hugo Chavez
los cuales se han visto dificultados hasta el presente.
A sido notorio el interés del presidente Tabaré Vázquez por estrechar la
mano del presidente norteamericano Bush.
Cuesta creer que Vázquez se haya visto involucrado con el presidente de
los paramilitares colombiano Alvaro Uribe.
No tiene explicación alguna que el presidente progresista uruguayo haya
pasado de ser un critico de las fábricas contaminantes y un defensor del medio
ambiente, ahora sea el más firme defensor de las plantas de celulosa.
Esta situación a llevado a un lamentable como grave enfrentamiento con el
gobierno argentino.
En la reciente reunión cumbre de las Américas en Mar del Plata el Mercosur
planteaba una situación interna poco firme en relación al ALCA y fue el
presidente Kirchner como anfitrión que pudo conseguir presentar un
proyecto común que sin ser el propuesto por Chávez impidió que el
ALCA ingresara en la agenda de la reunión.
Lo lamentable de la reunión cumbre terminó siendo la debilidad del gobierno
progresista, "desarmando un tinglado" en el Hotel para firmar el Tratado de
Inversiones con los Estados Unidos casi en secreto. Y si bien el
presidente Tabaré Vázquez y el canciller Gargano no repitieron el
error de José Mujica de brindar con champagne con los gringos, no
escapan a la actitud contradictoria y ambigua de "pegar el grito en un lado
y tener en el otro el nido".
Los mismos dirigentes progresistas que en la oposición votaban en el
Parlamento contra el envío de tropas uruguayas a la ocupación de Haití
bajo el mando de los Estados Unidos hoy son los encargados de respaldar
la decisión de la ministra de Defensa Azusena Berrutti.
Así también se aprobó la participación de la Armada uruguaya en las maniobras
UNITAS.
El presidente progresista Tabaré Vázquez confiaba gran parte de su
estrategia principal en política interna relacionada con los derechos humanos.
En primer lugar afirmaba durante la última marcha por los detenidos
desaparecidos que "Esta va a ser la última marcha que se haga en el
Uruguay".
Vázquez había dispuesto que el actual Secretario de la Presidencia el Doctor
Gonzalo Fernández integrara la "Comisión por la Paz" que había
creado el ex presidente Jorge Batlle.
Gonzalo Fernández pudo manejar de esta manera mucha información,
denuncias y declaraciones hechas por familiares y testigos.
A partir de asumir el gobierno Tabaré Vázquez reclamó que salvo el mismo
o el Doctor Gonzalo Fernández nadie más estaba en condiciones de brindar
declaraciones o información sobre los detenidos desaparecidos.
Hubo acuerdos realizados con las Fuerzas Armadas por los cuales se autorizó por
parte de los uniformados ingresar a los técnicos a los cuarteles donde se
suponía estaban enterrados algunas personas desaparecidas por la dictadura.
Un gran despliegue por parte de la prensa en especial la televisión y los
principales periódicos iniciaba una labor diaria contribuyendo a aumentar las
expectativas y a poner énfasis en una especie de punto final donde apareciera
algún rastro humano que mostrar públicamente.
Con el paso del tiempo las expectativas fueron disminuyendo y perdiendo interés
las excavaciones de los técnicos, hasta que la Justicia declarara prescritos y
archivara los casos que se investigaban.
Desde Europa el presidente Tabaré Vázquez anunciaba importantes
resoluciones a su regreso al tiempo que se habrían las fronteras por parte de la
Justicia uruguaya para los casos de los militares y policías acusados de
violaciones de los derechos humanos.
A su llegada a Carrasco el presidente progresista Tabaré Vázquez
evitó hacer declaraciones a la prensa y en círculos de algunos legisladores
progresistas se discutía un proyecto de ley por el cual se autorizaría la
extradición de los acusados de asesinatos y torturas en caso de que la justicia
de otros países los reclamaran a declarar.
Con el paso del tiempo también esa fórmula fue desvaneciéndose, sin que se
conozca hasta el momento como prosiguen las investigaciones y cual será entonces
el resultado final de todo este tortuoso proceso.
Los tres comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas están sumamente
comprometidos con la dictadura militar uruguaya. Lo primero que hizo el
presidente Kirchner para poder escapar a las presiones de la impunidad fue
destituir a más de veinte altos mandos militares, y a toda la cúpula policial de
la bonaerense y decenas de comisarios de la federal.
Inmediatamente destituía muy a pesar de ellos mismos a la mayoría de los jueces
que habían sido nombrados durante el gobierno de Carlos Menem.
El propio Comandante de la Fuerza Aérea Enrique Bonelli fue copiloto de
los vuelos clandestinos que trasladaban prisioneros de guerra desde la Argentina
a nuestro país. Los aviones venían cargados no solamente con la macabra carga
humana sino que además se agregaban motores de auto, millones de dólares y otras
propiedades de las víctimas.
Con los detenidos se montaron escenarios falsos para hacer creer a la población
que la sedición como se sigue diciendo ahora se reagrupaba en Uruguay y
en otros casos fueron desaparecidos por sus verdugos.
El General del Ejercito Angel Bertolotti al igual que su par de la
Armada Uruguaya Tabaré Daners, fueron jueces sumariantes de la dictadura.
Esos jueces que recibían a sus declarantes mujeres y hombres encapuchados y
esposados amoratados, por los golpes después de días y semanas sin comer, sin
beber agua sin ir al baño. Y después de las declaraciones volvían otra vez al
plantón, a los golpes, a los palos, a los choques eléctricos, al submarino, al
colgamiento o el caballete.
En su mayoría muchachitas como la nieta de Gelman sobre la cual
ahora los Generales tienen palabras tan tiernas y delicadas que dan ternura al
escucharlas.
Entonces cuando no se encuentra ni un rastro de los desaparecidos son los mismos
dirigentes progresistas en el gobierno Azusena Berrutti y el
presidente progresista Tabaré Vázquez, los primeros en salir a afirmar
que están seguros "que los militares no mienten".
Aquellos polvos trajeron estos lodos.
Se dice que el fallecido Wilson Ferreira Aldunate y que el Partido
Nacional supo utilizar a su favor y hasta hoy lo sigue haciendo la acusación
sobre el Pacto del Club Naval para disfrazar su apoyo a la Ley de
Impunidad.
Los blancos acusaron siempre a quienes participaron en el Club Naval de que allí
se pacto la presidencia de Sanguinetti y que se preparó la llamada
"dictablanda".
También dijeron que "allí nació el engendro" el "repliegue
intacto y autónomo de los militares", "la desmovilización popular", y "se
imponía la política neoliberal", "el reconocimiento pleno de la deuda
externa", "el condicionamiento del Fondo Monetario Internacional", y
"el mantenimiento de la estructura presupuestal de la dictadura".
Y en suma ni más ni menos que el programa militar para el plebiscito del 80,
las discusiones en el Parque Hotel y las del Club Naval.
Dice al respecto el socialista Doctor José Pedro Cardoso en Cuadernos de
Marcha de marzo de 1987 que, "Nunca pensó que el Partido Colorado iba a
sostener que los crímenes, algunos atroces, no fuesen esclarecidos y juzgados
por el Poder Judicial y nunca pensé tampoco que el Partido Nacional iba a
convertirse en aliado del gobierno en su propósito de borrar toda culpa de los
delitos contra los derechos humanos".
Cardoso continúa diciendo que hace una confesión individual según su criterio
político. Pero que "lo que no puede admitirse es que el pueblo uruguayo en
su conjunto haya pensado que todo quedaba concluido con el acuerdo, que con él
se pactaba la solución de los grandes problemas que pesaban y pesan sobre la
vida nacional. ¡No!, ¡Absolutamente no!.
El líder del Partido Socialista José Pedro Cardoso, dice que le
correspondió hablar el 15 de febrero de 1985 en la sesión inaugural de la
Asamblea General en nombre de los legisladores del Frente Amplio.
Allí expresó que "El Frente Amplio considera que para que nunca más vuelva
caer sobre el pueblo uruguayo el azote de una tiranía, es imprescindible
consolidar la democracia y profundizarla. Solo la justicia es garantía de la paz
y una democracia fortalecida por la justicia pondrá trabas efectivas a toda
nueva intentona golpista".
Y agregaba Cardoso que "Cuando el movimiento obrero denuncia la
política salarial del gobierno como parte integrante de la línea
fondomonetarista y la enfrenta con diversas formas de lucha, cuando el pueblo,
por encima de comportamientos partidarios, se une para anular mediante el
referéndum, la ley de impunidad, no olvida, ni en el terreno de la lucha de
clases ni en el de los grandes pronunciamientos populares, que la caída de la
dictadura militar abría posibilidades de organización y de lucha. Pero no olvida
tampoco algo que se llama, simple y sencillamente derechos humanos".
Se dijo en aquel momento que con la ley de impunidad la mayoría parlamentaria
había reconocido y legitimado las consecuencias del Pacto del Club Naval.
Dice Cardoso en defensa de aquellos acuerdos que con ese juicio se
introducía un nueve elemento de confusión, ya que de lo que se trataba es que el
pueblo no "reconoce" ni "legitima" la conducta regresiva de la
mayoría colorada y blanca que consumó una marcha atrás que la historia juzgará
severamente.
"Por el contrario, frente al desacato y al desconocimiento de la palabra
empeñada en la Concertación Nacional Programática el 26 de Octubre de 1984
constituye un grave riesgo para la real vigencia de los Derechos Humanos en el
futuro mantener a la sociedad uruguaya en la ignorancia respecto a la verdad de
las denuncias referidas y dejar impugnes los hechos que constituyen ilícitos
penales".
Al aprobar el artículo 5 de la ley de amnistía "Quedaban excluidos de la
amnistía los delitos cometidos por funcionarios policiales o militares
equiparados o asimilados, que fueron autores coautores o cómplices de
tratamientos inhumanos, crueles o degradantes o de la detención de personas
luego desaparecidas y por quienes hubieren encubierto cualquiera de dichas
conductas".
El Doctor Cardoso defendía aquellos acuerdos del Club Naval desde las
conquistas obtenidas con los mandos militares la libertad de los presos
políticos y la recuperación de la libertad de prensa. Además de lo que
él llamaba la sustancia humana.
Para él era la lucha contra la prisión, la tortura, la violación, la destrucción
psíquica, el vejamen, la pérdida de trabajo y del sustento las noches de
angustia expectante, la mordaza de pensamiento la amistad perseguida la justicia
militar.
Cuando eso José Pedro Cardoso tenía ya 84 años sobre sus espaldas y
decía querer mantener hasta el final en los años que le restaban los principios
y anhelos por los que había luchado toda su vida.
Por lo cual afirmaba en Marzo de 1987 en Cuadernos de Marcha.
"Podrán decir los eternos negativos y aún los que no lo son, pero se cuidan
mucho de no caer en "triunfalismo fáciles", que a esos triunfalismo pagamos
tributo quienes ciframos en las actitudes de nuestro pueblo la confianza en el
porvenir que nos aguarda a pesar de los obstáculos que define la Declaración
Constitutiva del Frente Amplio cuando proclama que deben enfrentarse con una
acción democrática anti oligárquica y anti imperialista".
HUBO REFERENDUM Y EL FRENTE AMPLIO LLEGÓ AL PODER SIN TRIUNFALISMO FÁCILES
PROCLAMANDO UNA ACCION DEMOCRATICA ANTI OLIGARQUICA Y ANTI IMPERIALISTA.
AHORA FALTA LO PROMETIDO.
POLITICA VERDADERA DE HECHO Y NO SOLO DE PALABRA.
ANTI OLIGARQUICA Y ANTI IMPERIALISTA.
Y JUSTICIA DE DERECHOS HUMANOS.
PARA QUE SEAN JUZGADOS Y CASTIGADOS LOS POLICIAS Y MILITARES QUE LOS VIOLARON,
TORTURARON, ASESINARON Y DESAPARECIERON.
PARA QUE NO SE SIGAN REPITIENDO LOS ACTOS REPRESIVOS Y VUELVAN A LLENARSE LAS
CÁRCELES DE PRESOS POLITICOS.