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El pasado 1 de noviembre, Casa de Uruguay de Madrid organizó una charla en la que intervino el ex tupamaro Jorge Zabalza.
A continuación, sus declaraciones.
El mantenimiento de la impunidad
Cuando el presidente Tabaré Vázquez asumió el pasado 1 de marzo, hizo un
discurso donde tocó el tema de los derechos humanos. Planteó la investigación
sobre los desaparecidos y penetrar en los cuarteles en busca de cementerios
clandestinos. Fue una señal altamente positiva. Lo que hizo fue redoblar las
expectativas de asociaciones de familiares y de todas las organizaciones que
están volcadas en la lucha contra la impunidad y por los derechos humanos en
Uruguay. Se hicieron algunas acciones en esa dirección, pero a día de hoy ningún
militar ha sido procesado y los cementerios clandestinos no han sido
encontrados.
Por el contrario, se han producido otras señales altamente negativas.
- Un coronel acusado de violaciones de derechos humanos fue ascendido a general
con los votos del progresismo. Cuando estaban en la oposición siempre votaban en
contra en estos casos, pero ahora usan sus votos para ascender a un conocido
torturador.
- El actual coordinador general de los servicios de información del ejército y
la policía también participó en violaciones de derechos humanos, y ahí sigue.
- Se designó para un cargo de administración de toda la cuenca del río Uruguay,
a un coronel retirado, pero también acusado de violaciones de derechos humanos.
- Se han mantenido en sus cargos a una cantidad de comisarios de la policía que
fueron procesados por la masacre del año 94. Fue un episodio que ocurrió en
Uruguay en solidaridad con 4 exiliados vascos que estaban haciendo una huelga de
hambre reclamando para ellos el derecho de asilo. Una multitud de uruguayos,
predominantemente jóvenes fueron baleados y hubo 2 asesinados y decenas de
heridos. Ahí sí hubo procesados, aunque en un juicio muy lento, que es lo que
ocurre sobre todo cuando se trata de miembros de las fuerzas represivas.
- El que fue el responsable de esa operación policial del 94, hoy es el director
nacional de cárceles, y además está acusado de haber participado, en el año 72,
en el asesinato de 8 camaradas comunistas.
- El jefe de la fuerza aérea confesó públicamente, cuado los cuerpos de
seguridad hicieron informes para el nuevo gobierno sobre el tema de los
desaparecidos (donde se comprobaba una cantidad de carencias y muchas mentiras)
que el había participado en uno de los "vuelos de la muerte". Eran vuelos que
venían de Orletti (un famoso centro de tortura argentino) hasta Montevideo, con
compañeros uruguayos que habían sido apresados en Argentina y que eran
trasladados a Uruguay para su asesinato y desaparición. Claro, él confiesa
públicamente que participó en uno de esos vuelos y aún así sigue en el cargo. No
ha sido ni siquiera sancionado ni destituido. El presidente no lo destituyó,
ningún juez inició proceso alguno y ningún fiscal lo acusó.
Desde el punto de vista de la fuerza que los militares puedan tener hoy en día,
decir "Yo confieso que delinquí, que violé los derechos humanos y sin embargo me
mantengo en mi puesto y ni siquiera me procesan", eso es bastante peligroso.
El gobierno no ha sido claro en reafirmar el espíritu de justicia que exclamó el
pasado 1 de marzo. Las señales en el sentido de soportar la impunidad de los
militares son más que claras hoy en día. Se dice desde el gobierno que no se
puede hacer nada, que "este problema se solucionará cuando estemos todos
muertos". Pero eso no es así. No hay vuelta de página, no hay nada que se cierre
por completo mientras exista la lucha de clases, porque la impunidad tiene sólo
un objetivo que es mantener intacto un aparato represivo en manos de la clase
dominante. Entonces mientras exista dominación, va a existir impunidad y habrá
que luchar contra ella. Los militares que se negaron a torturar durante la
dictadura fueron todos procesados. Unos 400 oficiales fueron llevados al
Tribunal de Honor por los propios colegas suyos porque se negaban a participar
en el terrorismo de estado.
- Otra señal negativa en Uruguay es el poder judicial, que es un poder que
administra impunidad, no justicia. Busca los recursos formales y las
argumentaciones más pueriles, para no procesar a ningún militar. Frente a todas
estas situaciones de injusticia, no hay ninguna reacción. Ni desde el parlamento
ni desde el poder ejecutivo. En el caso del poder judicial se argumenta que es
un poder independiente, pero cuando había un gobierno de derechas este poder no
era tan independiente como se dice ahora. ¿En favor de quién se defiende la
impunidad? En favor de una sola clase, en favor de mantener un status quo que va
contra el pueblo asalariado. Es la defensa de la impunidad; la defensa de un
aparato represivo que, en la medida en que se sienta seguro de que no es ni
siquiera procesado, cada vez va a tener más fortaleza y cada vez va a intervenir
más en política.
Yo me imagino que Pinochet debe estar allá en Chile muerto de envidia, desearía
haber nacido en Uruguay, porque entonces ni siquiera habría sido procesado. El
responsable de todo el terrorismo de estado en Uruguay se llama Gregorio
Álvarez, y él sigue muy pancho en su casa cobrando una jugosa jubilación e
impune totalmente.
Nosotros creemos que no es casualidad que este tema de la justicia sea tan
oscuro porque está ligado con el proyecto económico y social que se está
llevando adelante.
Acuerdos con el Fondo Monetario Internacional y participación en la misión
imperialista de Haití En Uruguay habrá quien piense que 7 meses de gobierno son
muy pocos, que esto va lento..., sin embargo se ha ido muy rápido en llegar a
los acuerdos con el FMI. No se ha renegociado la deuda externa sino que se han
aceptado los pagos como los había acordado el anterior gobierno derechista de
Jorge Batlle. Las política es pagar las cuotas de la deuda, y lo que sobre,
destinarlo a Uruguay. Pero va a sobrar muy poco porque en los próximos 5 años de
administración "progresista", Uruguay tiene que pagar 5.800 millones de dólares
a sus acreedores y esta cantidad, en un país que produce unos 1500 millones por
año (producto bruto), se traduce en que se necesitan casi 4 años de producción
sólo para llenar los bolsillos de los acreedores.
Esto limita todo lo que tiene que ver con la redistribución. Por tanto algunos
de ustedes verán con asombro que siguen dándose conflictos en el ámbito laboral
y de la enseñanza, porque como el modelo económico es el mismo, la necesidad de
la gente de mejorar su poder adquisitivo también es la misma. No hay dinero para
las viviendas, por eso hay cooperativas que ya están protestando. La reforma de
la salud también quedó parada porque no hay dinero... etc..
El Frente Amplio, que cuando estaba en la oposición, condenó el envío de
militares a Haití, ahora en el gobierno ha mandado más de 200 soldados para
participar en esa misión imperialista.
La cosa parece que no tuviera limites, votar la participación en una operación
de carácter imperialista fue realmente un salto.
Estos son los 3 ejes más oscuros de la política del gobierno progresista: - Ese
clima confuso en el plano de los derechos humanos.
- La continuidad clara en el plano de la política económica.
- La incertidumbre en cuanto a las relaciones con el imperialismo a partir de lo
de Haití.
Todo esto crea un malestar en la militancia. Primero había asombro, después hubo
gente que entró a protestar.
Pero hay que diferenciar muy bien algunos aspectos. Una cosa son los militantes
políticos, que en general manejan la historia de la lucha de clases de Uruguay,
es decir, tienen un sentido de las raíces históricas de este proceso, y por eso
estos hechos les golpean, porque les resultan contradictorias. Otra cosa es lo
que ocurre a nivel popular, donde hay asombro , pero no se manifiesta de ninguna
manera por ahora como una protesta política, no es así y no creo que sea por un
tiempo.
Luego hay sectores populares organizados que empiezan a protestar, porque de
alguna manera hay que hacer valer los derechos.
Después hay un electorado que ve con asombro algunas cosas, oye que hay
diferencias en la izquierda, pero que no le ha quitado en nada el apoyo a este
gobierno.
Yo creo que igualmente el Frente Amplio va a ganar las próximas elecciones, en
la medida en que lo electoral no transcurre por el desarrollo de la conciencia.
Lo electoral creo que es lo mismo en todos lados: es un juego de imágenes
audiovisuales donde la gente lo que hace es votar imágenes y entiende que esas
imágenes son distintas. Vota caudillos, ni vota programas ni contenidos de los
discursos de esos caudillos. Si la gente entendiera los discursos, no hubieran
votado a la derecha tantos años, e históricamente eso ocurrió en todos lados y
también en Uruguay.
"Se abre un período muy rico" Todo esto abre un periodo muy rico. Un periodo de
lucha por el tema de la deuda externa, por ejemplo, porque la gente sí tiene
conciencia de que la deuda externa está relacionada con la carencia de poder
adquisitivo. Se abre un periodo muy rico de lucha contra la impunidad, no sólo
dentro de Uruguay si no también en el exilio. Y seguramente se abrirá en el
próximo año un proceso de lucha en defensa de las empresas públicas porque,
recientemente en Roma, el gobierno uruguayo declaró que "se va a pasar del
derecho público al derecho privado de las empresas", así es como lo llaman, y
esto ya ha traído reacciones de algunos sindicatos.
Pregunta - ¿Por qué en Uruguay, no ha surgido sujetos sociales
desestabilizadores, al estilo sin tierra de Brasil, indígenas de México o
piqueteros de Argentina entre otros .? - En Uruguay, ojalá existieran los
movimientos sociales del tipo de los Sin Tierra brasileños. Joao Pedro Stedile
se puede parar frente a Lula y decir, "estamos alejados del PT y alejados de la
Iglesia", en un sentido autónomo.
Esto sería muy importante que existiera.
Lo que ocurre es que en Uruguay el movimiento social tiene una estrecha
vinculación con el progresismo. Lo cual no quiere decir que ahora no vayan a
reaccionar; si el gobierno no da respuesta a las necesidades de la gente, está
claro que la gente les pasa por arriba y aparecen nuevas tendencias sindicales y
cooperativistas, con un mayor espíritu de lucha.
Yo creo como vos planteas, es decir, la única forma de poder cambiar la política
de un gobierno es desde un movimiento social que tenga una gran independencia
con relación al propio estado y al propio gobierno, cosa que allá no existe.
Nosotros apostamos a eso, a la creación de un movimiento social que pueda luchar
sin ataduras. Es en ese sentido que militantes de distintos orígenes, vinculados
a la lucha social, militantes de la tendencia sindical, del cooperativismo, de
las radios comunitarias y organizaciones barriales..., estamos tratando de
confluir en una referencia que tenga un carácter revolucionario. Ahí hay gente
de raíces anarquistas, de raíces trotskistas y unos cuantos tupamaros. Nuestro
objetivo es lograr constituir una fuerza militante que pueda motorizar
organizaciones sociales, que tenga un carácter independiente del estado e
independiente de las fuerzas políticas del gobierno.