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Latinoamérica

El presidente de República Dominicana, el FBI y el líder puertorriqueño Filiberto Ojeda

Narciso Isa Conde

El FBI es la policía del imperio más fuerte del planeta tierra.
Una entidad que presume de todo poderosa, que actúa abiertamente en los EEUU y más allá de sus fronteras: en sus colonias, en sus neocolonias, en naciones neoliberalizadas y recolonizadas. Que actúa soterradamente en todo el mundo y ahora, en la era de la globalización neoliberal y de la guerra infinita de Bush, más que nunca.
Ese fue el cuerpo represivo escogido por la administración Bush, para asesinar al patriota puertorriqueño Filiberto Ojeda en ocasión de conmemorarse un aniversario más del Grito de Lares, fecha emblemática de la resistencia anticolonial.
Allí, sin embargo, el tiro que dio en el cuerpo de Filiberto, se le ha revertido a sus verdugos.
La razón es muy sencilla, aunque inconcebible para quienes piensan que existen balas capaces de asesinar ejemplo:
Ya se ha dicho: hay muertos que no mueren. Y Filiberto, líder de LOS MACHETEROS, organización político-militar de Puerto Rico, es uno de ellos.
De esos que crecen y se multiplican, que se convierte en antorcha de pueblos cuando el enemigo, en este caso el poder imperialista representado por el FBI, intentó vanamente silenciarlo.
Nadie pensó algo así cuando en sus años mozos, lo vio llenar de alegría a su patria colonizada, tocando el saxofón de la sonora ponceña.
Pero es que además de llevar en su alma la salsa chispeante de estas islas caribeñas, su corazón bombeaba justicia y liberación.
Por eso todas sus energías y su talento se concentraron en la construcción del Ejército Revolucionario Boricua, conocido con el sobre nombre de "Los Macheteros."
¡Guerra al colonialismo!
Acciones heroicas en el centro del imperio y en las condiciones más adversas que revolucionario moderno haya tenido que enfrentar: cárceles, torturas.
Quince años ininterrumpidos de dura y difícil clandestinidad, cortada por una delación servil.
Rodeados por centenares de agentes del FBI fue "ultimado" recientemente por unos de sus francotiradores.
Saña contra su valor.
Venganza y odio por su digno ejemplo.
¿Ultimado?
Nada de eso, ahora es que Filiberto vive. Ahora es que Filiberto crece y se multiplica.
Puerto Rico jamás será igual después de este perverso asesinato ocurrido precisamente en el aniversario del Grito de Lares.
Nadie se siente intimidado si ese era el objetivo.
Borinquen abrazó su ejemplo y le rindió un tributo multitudinario.
Borinquen está en rebeldía, pariendo macheteros (as) a cada p[aso y cada día.
Aquí, en esta Republica Dominicana de nuestros amores y nuestros sinsabores, no pasaron muchos días de esos acontecimientos borinqueños, sin llenarnos de "vergüenza ajena."
El jefe del FBI, que ya tutela la policía del país, fue recibido como jefe de Estado por el gobierno dominicano y alabado sin cesar por los cipayos criollos.
Vino expresamente a la nación hermana más cercana y con más vínculos históricos y actuales. A la tierra que acogió a Eugenio Maria de Hostos.
Lo recibió en el Palacio Nacional el DR. Leonel Fernández Reyna, continuando su condición de gobernador de colonia.
Vino a hablar de terrorismo, narcotráfico y delincuencia el zar de las policías más delincuentes del mundo, representando al Estado más terrorista y gansterizado del planeta.
La sangre de Filiberto estaba fresca. El dolor puertorriqueño vivo.
Allá se reaccionó desde el pueblo con dignidad. Aquí se reacciono desde el gobierno con servilismo y desde el pueblo con pasividad.
¡Atención!
El asesinato de Filiberto Ojeda es una clara señal: nuestra América está en rebeldía y el FBI decidió iniciar la poda, ayudado por la USAID. Como en los tiempos de Dan Mitrione-Anthony Ruiz (1966...) ¡La banda importada!