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¿Y si en lugar de Fujimori hubiese sido Bin Laden el que ingresaba a Chile?
Jimena Sánchez Velarde*
El día de ayer los que estamos en contra de la impunidad y comprometidos con
la lucha contra la corrupción hemos ganado una pequeña batalla. No podemos aún
cantar victoria porque esta lucha aún está empezando y será largo el camino por
recorrer.
Muchos hemos recibido con alegría la noticia de la detención de fujimori** pero
es necesario que analicemos los hechos cautelosamente.
El delincuente fujimori, no da puntada sin hilo, es evidente que dentro de su
estrategia no estaba contemplada su detención. Veamos con detenimiento los
hechos: Fujimori ingresa a Chile y le otorgan una visa de turista por 90 días.
El otorgar una visa es un acto soberano que depende de la voluntad política del
gobierno chileno. Perfectamente el gobierno chileno pudo haberle otorgado
únicamente una semana de permiso. ¿Acaso el gobierno chileno no se enteró que
fujimori había declarado en Japón que estaba viajando a Chile porque existía una
mala relación con el Perú? Por favor, si yo me enteré de las declaraciones de
fujimori en Japón, supongo que las fuentes gubernamentales chilenas han de ser
más eficientes que las mías.
Con total impunidad, fujimori, pese a que sobre él pesa una orden internacional
de captura, se alojó en el Hotel Marriot y encima emitió una nota de prensa. El
gobierno de Chile pudo incluso prohibirle emitir una nota de prensa ya que los
extranjeros en Chile no pueden realizar proselitismo político. Pero el prófugo
se instaló cómodamente en su hotel de lujo mientras preparaba su ingreso al
Perú. Y las autoridades chilenas buscaron las mejores excusas para no detenerlo
amparándose en que Chile solamente reconoce las órdenes de detención emitidas
por sus tribunales.
Ricardo Lagos pudo jugar sus cartas de manera distinta y no esperar a que las
protestas tanto en Chile como en el Perú empezaran a cuestionarlo. La policía
chilena pudo retener preventivamente a fujimori y recién poner el día lunes el
caso a disposición de los tribunales chilenos, total era un día domingo. Incluso
pudieron negarse a admitirlo en suelo chileno y fujimori habría tenido que
retirarse inmediatamente de Chile. Además suena bastante inverosímil que el
gobierno de Lagos recién se percatara de la presencia de fujimori cuando ya
estaba en el hotel Marriot. Cuando fujimori entró a Chile la policía tuvo que
informarle al Ministro del Interior del caso y éste a su vez tuvo que informarle
a Ricardo Lagos. Sin embargo, fujimori ingresó a Chile a la una de la tarde y
recién se ordenó su detención a la una de la mañana, es decir doce horas
después. ¿Tan difícil era para el gobierno de Lagos conseguir inmediatamente una
orden judicial? ¿Y si en lugar de fujimori hubiese sido Bin Laden el que
ingresaba a Chile? ¿Alguien puede imaginar que le habrían permitido alojarse
cómodamente en el Marriot? ¿Alguien puede imaginar al gobierno chileno
negándose a detener inmediatamente a Bin Laden? ¿Se imaginan a Bin Laden
emitiendo un comunicado de prensa desde la comodidad de sus habitaciones en el
hotel Marriot? ¿Le habrían dado una visa de turista por 90 días? Les
aseguro que el gobierno de Ricardo Lagos habría procedido inmediatamente a
capturarlo y lo habría puesto a disposición de la embajada norteamericana.
Pero como Chile tiene la tradición de refugiar a ex mandatarios acusados de
corrupción (recuerden el caso de Carlos Menem) y su Poder Judicial deja mucho
que desear (miren no más el caso Pinochet), es el refugio perfecto para los
corruptos. Además no olvidemos que Andrónico Luksic es muy amigo de fujimori y
hace poco compartió una mesa con Ricardo Lagos, al que le importaron muy poco
las acusaciones que pesan contra este poderoso empresario chileno y gran amigo
de Vladimiro Montesinos. Por el contrario, Ricardo Lagos ha declarado en
numerosas ocasiones que no duda de la honestidad del empresario.
La lucha contra la impunidad recién comienza señores. Ayer hemos ganado una
pequeña batalla pero la lucha en los tribunales chilenos será muy larga. La
Corte Suprema ha rechazado la extradición de Daniel Borobio por considerar que
las pruebas presentadas por el gobierno peruano son insuficientes. La Corte
Suprema de Chile en más de una ocasión ha protegido a Pinochet. La lucha recién
empieza porque nada nos garantiza que fujimori pueda ser extraditado al Perú,
más aún si entran a tallar consideraciones políticas. Porque no seamos ingenuos,
todos sabemos que la Corte Suprema de Chile siempre ha estado digitada
políticamente y si no que nos lo cuenten los activistas por los Derechos Humanos
en Chile.
Es necesario que los ciudadanos decentes de este país nos organicemos para estar
vigilantes y no permitir que la Corte Suprema de Chile consagre la impunidad. No
seamos ingenuos, fujimori no pensaba que iba a ser detenido en Chile, sino
habría tenido contratado un abogado chileno desde antes de su llegada.
Tenemos que ser vigilantes tanto con las autoridades peruanas para que cumplan
con presentar adecuadamente el cuaderno de extradición como con las autoridades
chilenas y para ello, tenemos que apelar a la solidaridad de aquellos chilenos
que luchan por los Derechos Humanos.
Hemos de crear una red que articule la lucha tanto en Chile como en el Perú,
pero sobretodo en Chile. Así como alguna vez los peruanos exigimos que Pinochet
fuera extraditado a España y junto con el pueblo chileno lloramos de rabia
cuando el Poder Judicial chileno no se atrevió a tomarle las huellas digitales,
hoy tenemos que invocar la solidaridad del pueblo chileno para que no permita
que su patria se convierta en la guarida de corruptos y genocidas.
*Jimena Sánchez Velarde es peruana, Bachiller en Derecho por la Pontificia
Universidad Catolica de Lima y Presidenta de 'Dignidad Ciudadana' Su blog es
http://huyamosdelmonton.blogspot.com ** Jimena escribe el apellido del
conocido delincuente internacional con minusculas en señal de un profundo
desprecio.
REENVIADO POR: Maximo Kinast