Latinoamérica
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Entrevista con Eric Toussaint
El foro social mundial 2006 y la hora de definir prioridades y
ejes comunes
Un foro descentralizado para un movimiento social convergente
Por Sergio Ferrari*
Conceptualizar la potencialidad del Foro Social Mundial (FSM)
policéntrico a realizarse en 2006 en Caracas, Bamako y Karachi, exige de
antemano evaluar el estado actual del movimiento social a nivel planetario, dada
la estrecha relación entre foros y movilizaciones. "Y en ese sentido soy muy
optimista, si tenemos en cuenta el aumento de las mismas durante el 2005",
subraya Eric Toussaint, historiador y militante belga, director del Comité
por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM). Para Toussaint, quien es
también miembro del Consejo Internacional del FSM - la instancia de
coordinación-, esta nueva etapa "exige definir con claridad las prioridades de
la agenda ciudadana a nivel mundial". Proceso en marcha, o mejor dicho, en
construcción.
P: A casi un año de Porto Alegre 5 (enero 2005), ¿cuál es el *estado de ánimo* del movimiento social?
R: Es esencial visualizar que en el 2005 hubo una reactivación significativa
de las movilizaciones masivas luego de un período, entre mediados del 2003 y
fines del 2004, de una cierta baja. Es decir, podemos ubicar el próximo FSM en
el marco de un balance con dos caras. Una, el lado oscuro de las esperanzas,
que incluye la barbarie en Irak, la continuidad de la represión brutal contra el
pueblo palestino, la ofensiva patronal y gubernamental contra los mecanismos de
solidaridad colectiva a nivel mundial, el licenciamiento masivo, la negación de
los derechos económicos, sociales y culturales. En síntesis, la continuidad de
la ofensiva neoliberal a pesar de la pérdida total de la legitimidad del
sistema. La otra cara, la de la esperanza, fortalecida por la recuperación
significativa y la ampliación de las luchas sociales, ciudadanas, con la
capacidad en aumento de hacer fracasar proyectos políticos específicos, como el
de la Constitución Europea, o económicos, como el del Acuerdo de Libre
Comercio de las Américas (ALCA). Sin duda alguna, el año a punto de concluir se
cierra con una perspectiva más positiva e interesante para los movimientos
sociales que el 2004.
P: Con ese contexto, ¿qué de nuevo en la próxima edición del FSM de
enero 2006?
R: Antes que nada situarnos y recordar que venimos de un éxito creciente con
la quinta edición del FSM en Porto Alegre en enero de este año donde hubo más de
150 mil participantes. Sin olvidar que un primer cónclave del Mediterráneo les
permitió reunirse en junio pasado a más de mil delegados del mundo árabe
con un gran número de europeos.
En cuanto al sexto FSM, estamos frente a un desafío no "planificado".
Recordemos que en el 2004 se abrió un debate importante en el Consejo
Internacional sobre el ritmo frenético del FSM. Una serie de foros
nacionales-continentales, así como movimientos y campañas consideraban que el
ritmo era demasiado intenso y que era conveniente avanzar hacia una periodicidad
bienal. Finalmente se logró el consenso para realizarlo anualmente pero de forma
policéntrica, en varios lugares al mismo tiempo.
DE PORTO ALEGRE A TRES CONTINENTES
P: Modalidad innovadora la de realizar descentralizadamente foros en
Caracas (Venezuela) y Bamako (Malí), a fines de enero del 2006, y en Karachi
(Pakistán) un par de meses más tarde...
R: En efecto. Pero de nuevo, en vez de evitar una sobrecarga, vamos a vivir
una presión enorme todos los actores del FSM y un ritmo particularmente intenso
en el primer semestre del año próximo. Ya que se realizará un pre-foro del
Maghreb en enero, en camino al de Bamako, que se desarrollará entre el 19 y el
23 del mismo mes en la capital de Malí. Entre el 24 y el 29 también de enero, el
de Caracas, que seguramente va a concitar una particular atención por empalmarse
con el proceso de la revolución bolivariana. Un par de meses después,
el otro policéntrico en Karachi, Pakistán, país donde se realizará
previamente un encuentro nacional preparatorio. El reciente terremoto obliga a
una postergación de un par de meses del FSM pakistaní. Hay otras actividades
previstas también en el sudeste asiático. Y a fines de abril o principios
de mayo, el Foro Social Europeo en Atenas, Grecia. Es decir, se
anticipa una intensísima actividad.
P: ¿Y cuáles son los principales desafíos en este proceso tan
descentralizado?
R: Profundizar la dinámica de cada región pero evitando la fragmentación.
Existe un cierto riesgo de fragmentación dado que no habrá en el 2006 una cita
única, un lugar común donde las campañas y movimientos puedan intercambiar,
discutir y definir las prioridades de acción, justamente en un momento en que se
siente enormemente la necesidad de avanzar en esa definición.
UNIFICARSE EN LA DESCENTRALIZACION
P: ¿Se visualiza una cierta contradicción entre clarificar opciones y un proceso descentralizado?
R: En efecto hay una cierta contradicción, aunque percibo que hay una
dinámica tal del movimiento social que lo que va a primar y priorizarse es la
capacidad de unificación del proceso. Salí muy optimista de la reunión de
octubre pasado en Ginebra donde nos encontramos una serie de redes y movimientos
entre las cuales Vía Campesina, el CADTM, Focus, la Central Unitaria de
Trabajadores de Brasil, varios ATTAC y diversos sindicatos europeos. Hicimos el
balance de la dinámica de los últimos años y avanzamos en clarificar algunas
prioridades futuras. Todo indica que se dan pasos sólidos hacia un proceso de
consulta amplia para precisar esos ejes esenciales.
P: ¿Ante una dinámica tan particular, logra el Consejo Internacional, en
tanto instancia de coordinación de los foros sociales mundiales, darle
seguimiento a todo este proceso en marcha?
R: La próxima reunión del Consejo Internacional está planificada para marzo
próximo, luego de concluidos los tres foros, con la idea de hacer un balance
común. Corremos el riesgo de quedar un poco atrás de esta dinámica, si
bien somos conscientes que es necesario hacer todos los esfuerzos para responder
a estos nuevos desafíos.
CONVERGENCIA DE CONTENIDOS
P: ¿Qué pasará en cuanto a los contenidos? ¿Cada FSM descentralizado tendrá su propio programa o existirán agendas similares?
R: Si analizamos los temas centrales de los tres grandes eventos, veremos una
gran convergencia. A ese nivel no pienso que se corra el riesgo de una
fragmentación a nivel político. Por ejemplo, un eje importante de Porto Alegre
2005, el del "Poder, política y luchas por la emancipación social" y estará
presente en los tres encuentros. Pero insisto, hay un desafío esencial que es el
de identificar las prioridades de acción común. Esto no es nuevo. Esta línea fue
reforzada tanto por el Manifiesto de Porto Alegre, presentado durante la 5ta
edición por un grupo de intelectuales, como por la Asamblea de Movimientos
Sociales. En Porto Alegre V coincidimos en una agenda donde se sumaron
actividades. Ahora es esencial clarificar las prioridades. No podemos tener 15 o
20, sino 2 o 3. Me da la impresión que los más diversos componentes del Foro
Social Mundial acuerdan en esa necesidad. Soy muy optimista en ese sentido.
CONSULTA SOBRE PRIORIDADES
P: ¿Cuáles serían algunas de esas prioridades?
R: Hay ya acuerdos que se anticipan. Uno de ellos, la oposición a la guerra.
La propuesta sería convocar a una gran movilización el día mismo que se
conmemora el inicio de la guerra de Irak. Pero no se quedaría sólo en eso. Se
sumaría la solidaridad con el pueblo palestino; la oposición a la ocupación de
Afganistán; la oposición a otros proyectos bélicos como el Plan Colombia.
Intentaremos encontrar una fecha y convocatoria unificadoras, posiblemente para
marzo 2006.
Otro eje potencial, el propuesto por las Campañas contra la Deuda, tal
como se explicitó en septiembre pasado en la reunión de La Habana. Se llamaría,
en un mismo día, a ocupar en distintos países los locales del Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como hecho altamente simbólico.
Por otra parte, en caso que la reunión ministerial de la Organización Mundial
del Comercio de Hong Kong en diciembre se salde en un nuevo fracaso, tal
como todo parece anticiparlo, la movilización en torno a la continuidad de
las negociaciones en ese organismo se convertirá en un punto importante para los
movimientos sociales. Insisto, son algunas propuestas.
Y de ahí la importancia de este proceso amplio de consulta para definir como
máximo dos, tres o cuatro prioridades comunes a todo el movimiento social
mundial.
*Sergio Ferrari Colaboración UNITE Plataforma de ONG suizos de cooperación solidaria
Movimientos sociales en ascenso
Según Eric Toussaint, el movimiento social vivió en 2005 un proceso de
recuperación y ascenso a nivel mundial. "Se reiniciaron las movilizaciones a
nivel masivo contra las grandes instituciones internacionales. La manifestación
contra el G8 en Escocia reunió a 250 mil participantes -casi como Génova en
2001-; se dieron importantes movilizaciones contra el Banco Mundial y el FMI en
Washington a fines de septiembre. Al mismo tiempo, miles y miles manifestaron en
Estados Unidos contra la guerra en Irak, algo que no sucedió el año pasado. Sin
olvidar la movilización contra la OMC en julio pasado en Ginebra, así como
la importante protesta contra el ALCA en el marco de la Cumbre de los Pueblos,
en Mar del Plata, Argentina, a inicios de noviembre".
Paralelamente, según el historiador belga, "se han dado en estos últimos
meses hechos que hablan de una crisis suplementaria de legitimidad del
proyecto neoliberal. El fracaso de Bush en Estados Unidos en relación al huracán
que afectó especialmente la Luisiana; su total fracaso militar en Irak; el hecho
que no puede desplazarse a ningún lugar del mundo sin provocar grandes
movilizaciones opositoras. Adicionalmente, los fracasos de la concepción "blairista"
tanto en Gran Bretaña como en Alemania, así como el desgaste de la *vía
Lula" en Brasil a la que ubico dentro de la crisis neoliberal".
En cuanto a América Latina, Toussaint subraya algunos puntos positivos
portadores de esperanza: " la nueva iniciativa de los zapatistas en la *Otra
Campaña*; la posibilidad que Evo Morales gane las elecciones en Bolivia en
diciembre -así como la discusión en torno a la recuperación de los recursos
naturales-; la movilización en Ecuador para liberarse de Lucío Gutierrez; la
continuidad en Venezuela del proceso bolivariano con un sostén popular
manifiesto".
Si de Europa se trata, "hay tres cosas que me parecen muy importantes. La
multiplicación de las luchas sociales *clásicas" de los trabajadores - caso de
Francia, Bélgica, Países Bajos etc-. En segundo lugar, las recientes explosiones
en los barrios proletarios de diversas ciudades francesas, que fueron totalmente
legítimas y que obligarán a una reflexión profunda de parte de los diferentes
movimientos sociales y partidos así como de un proceso como el del Foro Social
Mundial. Y, en tercer lugar, el marcado fracaso del proyecto de tratado
constitucional europeo, a través del referéndum de Francia y Holanda. Así como,
y en cierta forma ligada, la importante lucha unificada con la participación de
la Confederación Europea de Sindicatos contra la directiva Bolkestein que
intenta profundizar la competencia entre los trabajadores de la Unión Europea en
cuanto a mercado de trabajo".
En síntesis, concluye Toussaint, un año de ascenso ciudadano, de fortalecimiento
de las movilizaciones sociales que también tocan, de una u otra forma -y con
características propias- a diversos países asiáticos y ciertas dinámicas
africanas... (Sergio Ferrari)