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Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) afirman que con Uribe no habrá entendimiento mientras mantenga las imposiciones
Con el reciente fallo de la Corte Constitucional que despeja el camino a la
reelección inmediata, la independencia de las ramas del poder público en
Colombia ha quedado sepultada sin pena ni gloria, como simple letra muerta. Éste
principio, más la prohibición de todo tipo de reelección por la Constitución del
91 fueron burlados y triturados por la maquinaria presidencial. Las mayorías del
Congreso y de las Cortes que cambiaron la constitucionalidad, salvo honrosas
excepciones, fueron compradas con los platos de lenteja de la politiquería
uribista, y a ello contribuyó la aparición en escena de mefíticos Teodolindos,
como el señor Andrés Pastrana.
Tanto Uribe como el gobierno de los Estados Unidos, los empresarios de derecha,
los paramilitares mafiosos, empujados por el bombo de la gran prensa, la radio y
la televisión y las cifras de unas encuestas tramposas, creen haber despejado el
horizonte para seguir adelante con su "Seguridad Democrática" de carros
blindados, política neoliberal, y de guerra y hambre contra el pueblo. Van por
el rumbo de una dictadura cívico militar en cabeza del Presidente, porque sus
intereses de clase no están seguros, porque sienten avanzar la crisis general y
de sus partidos, y porque ya experimentan los sacudones de la inconformidad
creciente de los de abajo.
Uribe aseguró y demostró en todos los ámbitos que no está interesado en el
Intercambio Humanitario y mucho menos en un acuerdo de paz con las FARC. Para
nosotros ha quedado claro que con Uribe no habrá entendimiento mientras mantenga
las imposiciones.
El gobierno de Uribe ha fracasado en su estrategia de guerra. Cuatro años más,
serán de pólvora y de sangre. Ni los pobres ni los programas sociales son su
prioridad. Las fuerzas democráticas y revolucionarias tendrán que confluir en
torno a un programa que contenga como mínimo la solución política y el
Intercambio Humanitario, el fin del Plan Colombia y del Patriota, la no firma
del TLC, la Inversión Social y la Reforma Agraria, para evitar que este señor,
con sus aliados de horca y cuchillo, empujen el país a una situación peor a la
de la Colombia polarizada de los años 50.Ya empezaron disparando contra los
propios liberales que no comulgan con su proyecto.
La campaña electoral en marcha se proyecta como un nuevo sainete uribista, en
donde toda la maquinaria del Estado, oficial y para oficial, armada de fusiles,
o motosierras, o contratos, o cuotas burocráticas, con 105 billones del
presupuesto nacional y los millones de dólares de los mafiosos de Ralito a su
disposición, trabaja por alargar indefinidamente el reinado del tirano.
Estamos convencidos que quienes nos oponemos a estos rumbos, los que queremos
democracia con solución política, justicia social y soberanía, somos la mayoría.
Por ello convocamos a una opción diferente, a privilegiar estrategias comunes,
lugares de encuentro político donde aunar fuerzas y voluntades para reversar los
avances de la dictadura.
Secretariado del Estado Mayor Central, FARC-EP
Montañas de Colombia, octubre 30 de 2005